La Jornada Semanal, 29 de marzo de 1998



DEL DELIRIO A LA CONGESTION URBANA


Miquel Adriá


En esta página, Miquel Adriá entrevista al arquitecto Rem Koolhaas, el célebre autor de Delirious New York y S, M, L, XL, dos libros que han revolucionado la concepción del urbanismo.



¿Qué entiendes por globalización?

-Cuanto más tiempo me dedico a viajar y a visitar diferentes países, más me doy cuenta que cada cultura ha entendido de un modo muy particular el fenómeno de la modernidad. Cada uno tiene su modo de entenderla e interpretarla. No creo que la globalización signifique que las diferentes culturas se unifiquen y sean homogéneas. Al contrario, lo que importa es hallar la especifidad de cada cultura, lo único.

-¿Cuál es para ti la relación entre investigación y diseño de un proyecto?

-Como profesor en Harvard, trato de abordar la investigación de un modo similar a la de mi libro S, M, L, XL, analizando la arquitectura como generadora de vida urbana de la ciudad moderna, sin nostalgia y sin prejuicios. Proyectar, escribir o dirigir cine no resulta muy diferente. En la medida en que mi carrera empezó como periodista y como guionista de cine, debo reconocer que mi amor hacía la arquitectura no es incondicional; esto significa que abordamos cada proyecto desde muy diversas perspectivas, usando a veces modelos del pasado que nos permiten entender el problema; otras, como en el cine, montando y editando escenas urbanas. Hay distintos niveles de interactividad.

La publicación de S, M, L, XL, en 1995, me ha permitido reflexionar sobre los procesos de trabajo.Trato de entender la realidad de la ciudad desde la relación entre investigación y producción de arquitectura. La investigación es importante porque nos permite entender las condiciones que desconocemos. No es una cuestión ideológica sino de necesidad práctica.

-...y de discurso teórico...

-Reconozco abiertamente las influencias de los contextualistas de los años setenta, de Deleuze y otros filosofos franceses, aunque los proyectos en OMA (Office of Metropolitan Architecture) se hacen desde la propia disciplina arquitectónica. La teoría nos enriquece.

-¿Y qué relación hay entre arquitectura y urbanismo?

-La separación entre disciplinas urbanas y diseño arquitectónico es un error, debe ser una relación más interactiva. De hecho, son las grandes infraestructuras las que dibujan la ciudad, y la arquitectura se va convirtiendo en un juguete decorativo e insignificante, eclipsado por los grandes desarrollos, por los nuevos centros comerciales, etcétera, donde el impacto metropolitano -debido a su tamaño- es independiente de su calidad arquitectónica. Digamos que desde la arquitectura se puede intervenir, pero desde el urbanismo se puede cambiar la ciudad. Creo que hay un ejercicio muy útil en el ir y venir entre escalas, en un zoom que nos permite hablar de las infraestructuras de una casa o de los detalles de una ciudad.

-La idea de la congestión de la ciudad ha sido una constante en tus propuestas. Primero tu libro Delirious New York, después tu fascinación por Atlanta o Singapur, y ahora la zona del Delta del Río Perla, entre Hong Kong, Shenzhen y Macao, al sur de China. ¿Qué tienen estas nuevas ciudades chinas que te excitan tanto?

-Lo que me fascina especialmente de estas nuevas áreas es que crecen más rápido que cualquier otra parte del planeta. Estas ciudades crecen 500 km2 por año, esto es, veinte veces más rápido de lo que crece la ciudad de México, por ejemplo. Además, su crecimiento es sustancialmente urbano, con edificios de gran altura y densidades muy congestionadas. Me interesa entender hasta qué punto la velocidad de producción de una nueva ciudad afecta y determina la producción de arquitectura. Esto significa que en lugar de aprender a hacer un edificio en tres meses, que es rápido, se debe hacer en dos días. De hecho un edificio así nunca se termina, manteniendo su provisionalidad. Lo que me interesa no es tanto la cultura arquitectónica de estos nuevos lugares, que no existe o está completamente abandonada, sino lo que ocurre y por qué ocurre. No busco respuestas absolutas, puesto que el dinamismo de esta situación de cambio continuo no deja tiempo para la reflexión.

Me interesa el aspecto experimental de nuestro trabajo como arquitectos y, sobre todo, el fenómeno de la congestión urbana.

-¿Qué es lo que entiendes por "ciudad de diferencia exacerbada"?

-Es uno de los conceptos que hemos acuñado en el último libro Pearl River Delta, que el diseñador Bruce Mau y yo hicimos para Harvard, y que presentamos en la Documenta X de Kassel. Hemos tratado de definir un nuevo vocabulario que nos permita interpretar la condición urbana contemporánea. La ciudad de la diferencia exacerbada es una nueva forma fragmentada de la coexistencia urbana que se basa en la mayor diferencia posible entre las partes que la componen. Estos fragmentos, que azarosamente compiten y coexisten, son ajenos a toda planificación y responden a la explosión oportunista de flujos, accidentes e imperfecciones. Es el resultado de la presión de fuerzas económicas, tendencias de crecimiento demográfico y corrupción política, que resultan los motores del actual desarrollo de las nuevas ciudades chinas.

-Hasta el Movimiento Moderno, se creía que la ciudad podía ser planificada, que se podía organizar el crecimiento basado en un orden, en una estructura... Actualmente, si todo está en constante cambio, ¿es posible pensar en la planificación de la ciudad?

-Se puede intervenir parcialmente. Hasta hace unos 25 años hubo propuestas globales de Archigram o Team X, pero desde entonces todas las propuestas han sido parciales. Es muy difícil planificar la ciudad contemporánea; quizá la armonía o la unidad urbana pueda organizarse desde los espacios abiertos y desde el paisaje. Es lo que estamos intentando en las ciudades chinas: plasmar esa unidad con intervenciones de paisaje.

-En el proyecto para la ampliación del Illinois Institute of Technology (IIT) de Chicago, ¿cómo se relaciona tu propuesta con el campus y los edificios que diseñó Mies van der Rohe?

-Ganamos el concurso para la ampliación de un centro para estudiantes. En el primer momento es fácil intimidadarse por la obra de Mies, pero cuando se visita el lugar, es fácil sentirse aliviado. En todo el conjunto sólo hay un edificio muy bueno, que es el famoso Crown Hall, pero el resto no deja de ser bastante mediocre. Los valores arquitectónicos de este conjunto responden a la definición de Robert Venturi de feo y ordenado, o su respuesta de "menos es aburrido" al menos es más" miesiano. Yo creo que más es más. Nuestra propuesta trata de unir el nuevo programa, las circulaciones entre el campus y la ciudad, y la congestión urbana que existía en 1941, cuando Mies realizó el proyecto. El nuevo campus está cruzado por un tren elevado y ruidoso, y nuestra propuesta consiste en capturar el ruido entubando el tren elevado y ubicando el nuevo edificio justo debajo. Los supuestos movimientos de los estudiantes generan los ejes de circulaciones, y el programa flexible y denso se desarrolla dentro de un tapete compacto y enorme.