La Jornada domingo 29 de marzo de 1998

Fernando Benítez
Necesaria autocrítica

Los comercializadores de droga estadunidenses -principales promotores de este negocio, en opinión de algunos analistas- y que proveen a sus consumidores -dispuestos a pagar miles de millones de dólares para satisfacer su vicio- parecen ser muy respetados en Estados Unidos. Nunca se habla de ellos. A cambio, y en lugar de realizar una autocrítica que les es tan necesaria, los senadores estadunidenses calificaron de ``muy insuficiente'' (el comal le dijo a la olla) el esfuerzo del gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico. Nos regatearon la certificación. Pero al fin, luego de una fuerte oposición, decidieron darnos el aval.

Todo parecía una comedia de equivocaciones. The New York Times difunde un supuesto informe clasificado de la DEA (una agencia creada específicamente para luchar contra el narcotráfico), donde se pone de manifiesto la preocupación de las autoridades de Estados Unidos sobre el crecimiento de la corrupción militar mexicana. Por su parte, el zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, rechazó de inmediato esta evaluación, pero al mismo tiempo dice que México está bajo un asalto interno feroz de los capos. A cambio la DEA se escuda en el silencio y no ofrece comentario alguno. Por último, la procuradora Reno y los voceros del Pentágono opinaron que los militares mexicanos están realizando su función antidrogas de manera responsable. Vemos que las autoridades estadunidenses no acaban de llegar a un acuerdo.

¿De qué juego se trata? Seguramente de uno de presiones. Pero, de cualquier modo, siempre resultamos culpables y seguimos bajo el microscopio de nuestros vecinos. No cabe duda que a todos, mexicanos y estadunidenses por igual, nos hace falta un sano ejercicio de autocrítica.