La Jornada 29 de marzo de 1998

Crecientes amenazas a ONG; incitan a delatar a sus integrantes

Gaspar Morquecho, especial para La Jornada /I, Comitán de Domínguez, Chis., 28 de marzo Ť La campaña de hostigamiento gubernamental se ha ampliado. Ahora los organismos no gubernamentales (ONG) son blanco del acoso de los militares, policías, de algunos medios de comunicación y de mensajes anónimos.

En esta campaña, a los organismos que trabajan con mujeres les envían ramos de flores con amenazas de muerte; se ``invita'' a la población a denunciar a los ``fuereños''. Los caseros incrementan el alquiler de sus inmuebles a ONG o se los niegan por ser ``zapatistas''.

Como se sabe, ONG han intervenido con sus servicios en las comunidades indígenas a lo largo de, por los menos, dos décadas. La razón es simple: el incumplimiento del gobierno con sus obligaciones constitucionales y los precarios recursos que aplica en la atención de esos pueblos.

El trabajo prolongado a ``ras de suelo'' de ONG, les ha permitido tener una visión diferente y adoptar un particular compromiso con las comunidades indígenas y sus justas aspiraciones. Por tales motivos, estos organismos se convirtieron en un importante interlocutor al estallar la guerra en Chiapas; un referente para el movimiento de organismos nacionales e internacionales, para las autoridades y los medios de comunicación.

Pero, sobre todo, para llevar la ayuda humanitaria a la población civil y velar por el respeto a los derechos humanos en un escenario de guerra. Motivos más, motivos menos, para que esos grupos civiles no hayan escapado a las campañas de hostigamiento oficial y de grupos tradicionales de poder local, de 1994 a la fecha.

Un encuentro necesario

Esta semana los organismos no gubernamentales se convocaron para compartir y escuchar los testimonios del acoso en Comitán, San Cristóbal de las Casas y en la región de Marqués de Comillas; la situación política en la entidad y por la que están pasando los pueblos indios. Quizás es el primer acto de este tipo después de la disolución de la Coordinadora de Organismos no Gubernamentales por la Paz (Conpaz). Las siglas y nombres son variados: CIAM, Chiltak, J'mololtatic, Idefem, Colem, FOCA, CCESC, Colectivo Educación para la Paz, Sadec, Easec y Pprodussep.

En su encuentro destacaron la vigilancia policiaca, la inspección ocular a las oficinas y el interrogatorio que ``agentes de Gobernación'' hacen a organismos que prestan sus servicios con la comunidad refugiada de guatemaltecos. Denunciaron el espionaje telefónico y las anormalidades para enviar o recibir su correspondencia electrónica.

Dieron a conocer que bajo la cobertura de las brigadas de ``labor social'' han aumentado la vigilancia y los patrullajes del Ejército en Nuevo Poza Rica. A la clínica que atiende el CCESC en ese lugar, los militares llevan pacientes, lo que les ha permitido inspeccionar el lugar, además, de grabar arbitrariamente las instalaciones, hostigando a los médicos de la UAM que cumplen con su servicio social.

Las autoridades priístas de Poza Rica han girado órdenes a la población para ``checar'' y denunciar la presencia de ``fuereños'' y decretaron un toque de queda que comienza a las 21 horas con el respectivo patrullaje de militares acompañados de los policías de la comunidad. Estas autoridades también han iniciado una campaña para que las comunidades abandonen la Iglesia católica en franco apoyo a las denominaciones evangélicas.

En lo que va del año, el Ejército, además de intensificar sus operativos, ha ampliado su radio de acción a las comunidades de Nuevo Matzam y Rizo de Oro, del municipio de Las Margaritas, y no ha dejado de vigilar la comunidad de Amparo Aguatinta, cabecera del municipio autónomo ``Tierra y Libertad''. En Las Margaritas existe un número aún no determinado de desplazados. Son priístas y zapatistas, resultado del conflicto que se genera por el control del territorio.

En la campaña de desprestigio y hostigamiento en contra de ONG, las autoridades lanzan a la población la idea de que estos organismos son zapatistas; a los mexicanos les dicen que los van a ``meter en problemas'' y a los guatemaltecos que les van a ``quitar sus tierras''. Personas cercanas a los funcionarios de la Comisión de Ayuda a los Refugiados (Comar) han intentado ingresar en ONG ofreciéndose como ``voluntarios'' y en la radio de Comitán se escucha cotidianamente el mensaje siguiente: ``Pon mucha atención a quiénes son tus vecinos. Si no es una persona recomendable, denúnciala a las autoridades''.

Priístas y paramilitares

Maravilla Tenejapa es una comunidad dominada por los priístas, ahí está una oficina de la Sedeso y existe un grupo paramilitar de 20 jóvenes armados.

Desde hace un año las cooperaciones económicas de los pobladores de Río Blanco tenían como destino la comunidad antes señalada. Hecho semejante ocurrió con las poblaciones priístas de Chenalhó, que fueron obligadas a cooperar para financiar, en parte, y comprometerse con los paramilitares que realizaron la matanza de Acteal. También se está entrenado a civiles en Pamalá y el grupo paramilitar de Los Puñales opera en Comitán y Amatenango del Valle.

Este fue el recuento que hicieron los organismos no gubernamentales reunidos en Comitán.