La Jornada 28 de marzo de 1998

Detuvo Migración tres días a escritora francesa; ya quedó libre

José Gil Olmos Ť La ciudadana francesa Gylaine Dumas, de 51 años de edad, fue detenida durante tres días por las autoridades migratorias del país, luego de que un vecino denunció que trabajaba dando clases de idiomas en la escuela Jesús Romero Flores, pero con visa de turista, es decir, sin la autorización expresa para laborar en México.

La escritora estuvo detenida varios días en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicada en Iztapalapa, en donde no se le permitió hablar con los medios de información.

Las autoridades migratorias de la Secretaría de Gobernación informaron --de manera extraoficial-- que Dumas aceptó que trabajaba en el país sin la documentación migratoria necesaria en la escuela mencionada.

Asimismo, señalaron que la representación diplomática de Francia en México tomó el caso e incluso estaba dispuesta a cubrir el costo del boleto de avión para retornar a Dumas a su país de origen.

Sin embargo, en la embajada francesa no se proporcionó ninguna información sobre este caso de expulsión, el segundo en los tres primeros meses del año, luego de la salida del sacerdote Michel Chanteau, acusado de realizar actividades políticas en el estado de Chiapas.

Extraoficialmente se dijo que la detención de Gylaine Dumas fue producto de la denuncia de su casero, a quien le debía parte de la renta de su vivienda.

Por su parte, en entrevista, el jefe de la delegación de la Comunidad Europea en México, Jacques Lecomte, sostuvo que en lo relacionado con la expulsión de ciudadanos europeos el país sólo está aplicando su legislación, como lo haría cualquier nación del mundo.

En ese sentido, consideró que la Comunidad Europea no tiene nada qué decir sobre este caso, pues el gobierno mexicano está en todo su derecho de aplicar sus leyes migratorias.

De acuerdo con información de la Secretaría de Gobernación, Dumas fue liberada ayer y se le otorgaron 30 días para que regularice su situación migratoria en México o, en su defecto, viaje de regreso a su país de origen.

Ello, según fuentes de Gobernación, con el fin de quitar un ``efecto traumático''.