La Jornada 28 de marzo de 1998

WILLIE COLON: estéril, el arte sin política

Ernesto Márquez Ť Willie Colón ha pasado por una serie de etapas: de músico callejero a boxeador descubridor de talentos, director de orquesta, arreglista, compositor, cantante, productor musical, activista político y actor. En rápida entrevista concedida en un momento que le perrmite su apretada agenda responde a preguntas que tienen que ver con todas esas ``realidades''.

-¿Cómo ves la situación de la salsa en este momento?

-La salsa es un factor de cohesión multinacional de los latinos que vivimos en Estados Unidos. Es la única forma de expresión que ha podido vencer los obstáculos físicos que nos limitan de otros países. Hoy en día, a pesar de los altibajos sigue evolucionando y manteniéndose como una música popular sin relegarse a un papel folclórico.

-¿Cuál crees que haya sido tu aportación a ese movimiento?

-En el trabajo musical he plasmado mi inquietud por la situación que vive toda América. Esa que no es precisamente Estados Unidos y que de éste sólo ha recibido oprobio. Yo viviendo allá, me doy cuenta de que ellos no comprenden ni entienden los problemas de Latinoamérica, pero creen que la solución está en sus manos dando armas y todo eso. Y no es así, la solución está en nosotros mismos. No hay otra región en el mundo con mejores posibilidadesy alternativas que las nuestras. Por eso siempre elevo mi voz y mi música en favor de estos pueblos hermanos.

-¿Qué extrañas de los viejos tiempos?

-Mi juventud

-¿Y en la música?

-Algunas veces la ignorancia te da felicidad. Mientras más aprendo, más me percato de que no sé nada. Yo no me arrepiento de lo hecho en el pasado, pero no lo cambiaría por esta etapa que estoy viviendo ahora. Estoy disfrutando mucho con mi familia.

-De todas tus actividades ¿cuál es la que te quita más tiempo?

-A lo que estoy más dedicado es a la política. Ahora mismo estoy tratando de organizar y concientizar a ciertos grupos de latinos y personas de color que aún siguen viviendo como ciudadanos de segunda clase. Trabajo con ellos para enseñarles cómo funciona el sistema y abrirles los ojos para que adopten nuevas posturas dentro de esta sociedad. Sigo trabajando con la gente de la misma zona donde me crié y con la gente con la que he vivido desde siempre, a través de asociaciones como la Arthur Alfonso Schomburg, a la que dedico mucha parte de mi tiempo. En la música estoy más enfocado a la producción y también a las presentaciones en directo.

-¿Después de 60 discos grabados qué crees que te queda por decir en la música?

-Siempre hay algo nuevo por decir. Las cosas cambian cada día y traen temas y problemas nuevos. Hay veinte mil maneras de decir ``te quiero''.

-¿Hay algo que te quita el sueño?

-El hecho que parezca que la vida vale menos cada día. La situación social en la que el dinero y la economía son Dios y le resta importancia a lo auténtico, a los niños, la ecología, los sentimientos.

-¿Puede ligarse arte y política?

-Si al arte le quitamos la política, éste se queda estéril.

-¿Qué has aprendido de la política?

-Que todo merece la pena. Que sea lo que sea, siempre se gana algo. También en la parte práctica, ya que aunque se necesita mucho dinero para estar en ella -al menos así está planteada en este país- uno puede encausarse de manera independiente sufriendo tropiezos y esquivando golpes bajos. Pero mi experiencia ha sido tan satisfactoria que mañana lo haría de nuevo.

-¿Cuáles son tus planes para el futuro?

-Quiero seguir trabajando en la política desde un punto de vista educativo.

-¿Y la música?

-En ella trabajo todos los días.