La Jornada 27 de marzo de 1998

Asignar a la enseñanza 8% del PIB, ``cliché'' de la Unesco: Antonio Gago

Claudia Herrera Beltrán Ť La recomendación de la Unesco de que cada país asigne 8 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la educación es un ``enfoque ideológico y un cliché'' que México no puede cumplir, porque es una nación pobre, afirmó ayer el director general del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), Antonio Gago.

Durante su participación en el Primer Foro Nacional de Sindicatos Universitarios, que se realiza en el Centro de Convenciones del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, el ex subsecretario de Educación Superior negó que la política de evaluación aplicada en México obedezca a un modelo económico neoliberal dictado desde el extranjero.

Ante decenas de afiliados de las tres principales agrupaciones de sindicatos universitarios del país, dijo que la pobreza no es pretexto para oponerse a la evaluación, pues señaló que la mejor alternativa que México tiene para desarrollarse es mediante una educación pública de calidad. La deficiencia, agregó, ``no es un lujo'' que se puedan dar los estudiantes de las universidades públicas.

En medio de la gritería de un grupo de sindicalizados opositores a la aplicación de concursos de selección, Gago rechazó que el examen de ingreso al bachillerato sea un proceso que castigue a los jóvenes que no logran ingresar a la institución de su preferencia, pues explicó que lo pueden conseguir en otra oportunidad.

Convocado por la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU), la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU) y la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios de Educación Superior (CNSUES), el encuentro sirvió para que Gago hiciera una férrea defensa de las políticas de evaluación.

Irónico, dijo que el modelo de evaluación no tiene su origen en ``ocurrencias de un club de rectores'' que buscan hacer del país un productor de mano de obra barata, como tampoco las iniciativas en el terreno laboral provienen de un ``club de dirigentes sindicales''.

Luego de señalar que los sindicatos todavía tienen un profundo temor por la evaluación, les aclaró que el propósito de este instrumento no es castigar a los examinados, sino detectar las deficiencias y tomar decisiones para corregir los problemas del Sistema Nacional de Educación Superior.

Lo que iba a ser una explicación de las funciones del Ceneval, fue cambiado de última hora por una conferencia en la que Gago respondió cada una de las críticas que el sindicalismo universitario y los académicos han hecho al sistema de evaluación puesto en práctica en esta década.

Frente a un público que por momentos se mostró exaltado por las palabras del experto en evaluación, Gago se manifestó porque los académicos y trabajadores administrativos de las universidades públicas dejen de utilizar como argumento los bajos salarios para evadir su responsabilidad de alcanzar una educación de calidad.

Por ello, advirtió que la asignación de 8 por ciento del PIB a la educación no va a resolver automáticamente los problemas del sector. En referencia a la postura de la Unesco, señaló que es un ``cliché, un enfoque ideológico proponer una cifra determinada'', sobre todo en un país pobre como México, que no está en posibilidades de asignar esa cantidad de recursos a la enseñanza.

Dijo que cuando los trabajadores universitarios fueron contratados, nadie los engañó sobre sus ingresos y, en consecuencia, los invitó a entender que quien trabaja en educación superior nunca va a poder competir con otros sectores en cuanto al monto de sus salarios. Asimismo, lamentó que en México todavía no se supere el tema de si es necesario o no evaluar, y por ello señaló que es momento de pasar a otro nivel de debate para definir la forma y los objetivos de esta estrategia.

Los indicadores que de acuerdo con Gago orientan el sistema de evaluación en México son: la eficacia, la eficiencia, la pertinencia, la equidad y la trascendencia. Aunque explicó que en un examen no se pretende agotar estos cinco criterios.

A las críticas de la académica María de la Luz Arriaga, de la Coalición Trilateral en Defensa de la Educación Pública, señaló que la aplicación del Examen General de Calidad Profesional --requisito extra para la titulación a nivel licenciatura-- cumple el objetivo de evaluar la eficacia en cuanto a objetivos de aprendizaje.

Explicó que este examen tiene el propósito de marcar las principales características de un egresado de licenciatura, pero no impone planes y programas de estudio e instituciones públicas de educación superior. Señaló que ahora México se enfrenta a que la mayoría de los egresados examinados no cubren el perfil básico de un profesional, lo que genera una situación de crisis en el país.