Menchú Tum: sin futuro, las salidas unilaterales para Chiapas
Matilde Pérez U. y Ricardo Olayo Ť Con diplomacia, Rigoberta Menchú Tum dijo que es necesario el consenso para reanudar el diálogo en Chiapas, porque las medidas unilaterales no llevan a buen término, y que descalificar la actuación y cuestionar el futuro de las comisiones Nacional de Intermediación (Conai) y de Concordia y Pacificación (Cocopa) puede convertir en insalvables los obstáculos existentes.
Urgió flexibilizar las condiciones para reanudar el diálogo y encontrar nuevos caminos para la solución negociada, de lo contrario la tragedia de Acteal podría conver- tirse en el comienzo de una espiral de barbarie en la que los pueblos indígenas pagarían con su sangre la intransigencia de quienes no hubieran agotado los esfuerzos por el diálogo para la paz.
``Hay que valorar y cuidar la experiencia acumulada en la búsqueda de encuentro y coincidencia, por pequeños que parezcan. Hay que cuidar los pocos puentes existentes, por frágiles que sean'', enfatizó.
La Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas --vigente desde el 11 de marzo de 1995-- debe ser defendida por ser un instrumento muy valioso y avanzado para evitar el agravamiento del conflicto y abrir espacios para el diálogo y la negociación, abundó.
El mayor peligro en Chiapas, advirtió, es la existencia y actuación impune de los grupos armados vinculados a caciques y políticos locales que amenazan a las comunidades, siembran incertidumbre y miedo mediante la implantación del terror.
Es de enorme riesgo, añadió, que aumente el número y el poder de esos grupos: la historia ha demostrado en muchos lugares que esas bandas terminan siendo incontrolables y generan una espiral de violencia que es muy difícil detener.
En conferencia de prensa para dar a conocer algunas de sus reflexiones sobre Chiapas, la premio Nobel de la Paz 1992 precisó que no busca desempeñar un papel de mediadora en el conflicto chiapaneco, y ``sólo estoy realizando una labor de acompañamiento moral, propositivo y de iniciativas''.
Durante nueve días, Menchú Tum se reunió con el presidente y tres de los integrantes de la Cocopa, el presidente de la Conai, el coordinador para el Diálogo y la Negociación en Chiapas, el gobernador de ese estado, organismos de derechos humanos y de la sociedad civil en el Distrito Federal y en Chiapas, y visitó las comunidades de desplazados de Acteal y Polhó, recorrió las de Ocosingo y sostuvo reuniones con los desplazados en San Cristóbal de las Casas.
Explicó que durante su recorrido por las comunidades chiapanecas todos los interlocutores a los que escuchó expresaron su disposición al diálogo y negociación.
``Nadie se manifestó por la guerra o las soluciones de fuerza, sin embargo la incomunicación es total entre los actores principales y no flexibilizan posturas ni se sacrifican intereses en función de facilitar nuevos espacios para la negociación'', dijo.
Los actores olvidan que el diálogo es un instrumento y no un fin, por ello éste y las negociaciones pueden y deben adoptar formas creativas y flexibles para alcanzar la justicia, paz y reconciliación.
Respecto de las iniciativas de ley sobre derechos indígenas de la Cocopa, del Partido Acción Nacional y la que presentó el presidente Ernesto Zedillo al Senado, expuso que ``son una luz de esperanza y ojalá encuentren armonía y viabilidad'', pero destacó la necesidad de que se consulte a las comunidades indígenas sobre toda iniciativa política y legal que las afecte.
``Es preocupante que a los indígenas se les excluya del debate sobre leyes y reformas de enorme trascendencia para el futuro de sus pueblos. Una vez más son otros quienes discuten lo que es bueno o malo para ellos, cuando deben ser los principales constructores de su destino'', opinó.
Otras de las ocho preocupaciones que expresó fueron: agravamiento de la marginación y pobreza en las comunidades indígenas, sobre todo en las de los desplazados, la fuerte y extendida presencia militar acrecienta la tensión y se percibe el peligro de que en cualquier momento y bajo el menor pretexto salte la chispa que incendie ánimos y desencadene tragedias inimaginables.
Poco antes de la conferencia de prensa, se había reunido en privado con el jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, a quien pidió apoyo para realizar una investigación sobre la problemática indígena en la ciudad de México.
La investigación la efectuará la fundación que encabeza Menchú Tum y tiene como objetivo determinar la cifra de indígenas en la capital, tal vez la mayor concentración en las ciudades del país, pues se calcula que llegan a casi un millón 500 mil.
Según Menchú Tum, Cárdenas le dijo que después de estudiar la propuesta vería la forma de otorgarle una ayuda para su proyecto de investigación.