López Obrador: el asunto Morales Lechuga ``no partió'' al PRD
Elena Gallegos / I Ť Andrés Manuel López Obrador niega que la discusión en torno a Ignacio Morales Lechuga haya partido al PRD entre cuauhtemistas contrarios a aceptar su candidatura al gobierno de Veracruz, y porfiristas, a favor. Sostiene que en este asunto el jefe del gobierno de la ciudad de México ``no dio línea'' y que Muñoz Ledo ``actuó con mucha responsabilidad'', pues nunca pretendió sacar esa postulación ``a costa de lo que fuera''.
Y él mismo desea aclararles -``por si hiciese falta''- a todos aquellos que quieren explicarse el asunto Morales Lechuga como un choque entre dos grupos o como una cuestión de consignas: ``¡el presidente del PRD no es pelele de nadie!''
Para los que ``siguen viendo al partido como dos grandes bloques'', insiste: ``¡el PRD es más importante que las más importantes de sus figuras''!
Luego hace un largo análisis de los saldos del cuarto Congreso Nacional que terminó el domingo pasado en Oaxtepec.
Considera que hubo intentos de ``socavar'' la autoridad de la dirección nacional y confiesa que estuvo a punto de pedir a los delegados que decidieran si continuaba o no a cargo de la presidencia del partido.
Entonces comenta que a fin de cuentas ésto no lo puso en el debate no sólo porque no hizo falta, sino porque ``ello se hubiese visto como un acto de arrogancia o de necesariato''.
Repite convencido que del cuarto congreso, la dirección nacional del partido ``no salió debilitada'', aunque algunos hayan apostado ``a cuestionarla''.
En la conversación, es inevitable abordar el tema que marcó a la asamblea y que sigue sacando chispas: la discusión y el rechazo de la candidatura del ex procurador general de la República.
-Se ha criticado mucho que el asunto Morales Lechuga llegara hasta el congreso, pues enredó al partido en una dinámica muy peligrosa. ¿Por qué no se paró antes?
-Yo no comparto ese punto de vista. Creo que se decidió en el momento y en la instancia adecuados. No es cierto que hace cinco meses estuviera el tema en el ánimo de los veracruzanos. En octubre, el 19, hubo elecciones municipales. Recorrimos todo el estado y no estaba en el ánimo de los veracruzanos el debate en torno de esa posibilidad. Esto comenzó a tomar forma en noviembre. Nosotros teníamos muy claros los tiempos. Las elecciones en Veracruz son hasta agosto. Estaban otros asuntos en agenda: Chiapas, la definición de candidaturas en Zacatecas y Durango. Pero, en tanto, fuimos pulsando opiniones.
``Nosotros -insiste- estábamos en los tiempos. Puede que se hayan adelantado otros... que el señor Morales Lechuga haya apresurado las cosas... Pero nosotros teníamos que resolver otras situaciones. Mientras fuimos sopesando...''.
Defiende entonces que, por el tamaño de la cuestión, la única instancia que podía decidir era el congreso. ``¡Estoy absolutamente convencido de eso. Si nosotros tomamos la decisión en un sentido o en otro perdemos autoridad como dirección. Todo se valoró''.
-Pero hubo dirigentes del partido que estuvieron en contacto con Morales Lechuga, como Amalia García y otros, y esto se interpretó como un guiño a su candidatura.
-Amalia es la secretaria de Relaciones Políticas. Ella trató ese asunto pero no a título personal sino institucional. Ella ha actuado con mucha responsabilidad y eficiencia en éste y en otros casos. Efectivamente, habló con Morales Lechuga pero también lo hizo con otros posibles candidatos externos como Jorge Saldaña. Pero la decisión de la instancia que debía resolver la tomó el CEN.
Más adelante, sostiene: ``Yo nunca hablé con Morales Lechuga''.
-Cosa que también se cuestionó.
-Yo nunca hablo con ninguno de los posibles candidatos. He tratado de actuar con neutralidad porque si yo tomo partido, si yo me inclino en favor de una candidatura, pierdo autoridad. He buscado mantener así los equilibrios. Por eso hay respeto.
-¿Hasta dónde existió el riesgo de división?
-Si nosotros sacamos a Morales Lechuga como candidato los riesgos, no sólo de fractura, hubieran sido mayores. Políticamente nos iban a hacer mucho daño nuestros adversarios... ¡se iban a juntar todos! Y hablo de los formadores de opinión pública, del PAN que estaba callado, aunque esperando el momento para arreciar los ataques.
``Es el discurso de Luis Pazos, de Carlos Castillo Peraza. Se nos hubiera ido encima el PRI y, desde luego, el gobierno. Aun no teniendo ninguna responsabilidad el licenciado Ignacio Morales Lechuga le podían haber hasta inventado algo. A ello habría que sumar las críticas de quienes opinan desde una perspectiva de izquierda.
``Postular a Morales Lechuga era tanto como dar elementos a quienes están sosteniendo que somos la cuarta etapa del PRI, y resultaría muy difícil remontar esa campaña con todos los medios en contra''.
-¿Pero esto volvió a enfrentar a cuauhtemistas y porfiristas?
-¡Tampoco! El licenciado Muñoz Ledo y quienes simpatizan con él son gente con el suficiente valor civil para defender sus posiciones. No había polarización. Ellos tenían sus puntos de vista pero nunca fueron los de la defensa a cualquier costo de la candidatura de Morales Lechuga. No hubo esa división en la práctica.
-El sábado, en Oaxtepec, ¿vivimos un adelanto de lo que será la pelea rumbo al 2000: Cuauhtémoc y Porfirio frente a frente?
-El PRD es más importante que las más importantes de sus figuras. Son los militantes los que deciden. Tanto el ingeniero Cárdenas como el licenciado Muñoz Ledo actúan de manera responsable. No es cierto que el ingeniero dé línea. Ha sido muy respetuoso, pero como cualquier otro militante tiene derecho a opinar. Lo mismo digo de Muñoz Ledo. Su postura ha sido muy responsable. Pero, por si faltara, les digo que el presidente del partido no es pelele de nadie y que no acepto la doctrina del seguidismo.
-Pero así se sigue viendo al PRD, como dos grandes bloques.
-Al menos desde que soy presidente eso no ha prevalecido en las decisiones del Comité Ejecutivo y hay constancia en los hechos.
-En el debate de la madrugada del domingo hubo reproches por lo que se consideró un ``liderazgo moral''.
-Eso fue más producto del apasionamiento que de la realidad. Eso no prendió y el riesgo de fractura no pasó a mayores. Si así hubiese ocurrido yo hubiera subido a la tribuna a explicar, sólo en términos políticos y sin agraviar a Morales Lechuga, por qué nos convenía o no su candidatura.
``Lo de dos grandes bloques se quedó en el pasado. No hay caudillismos ni liderazgos morales. Es lógico que cuando los dirigentes del partido opinan, sus posiciones generan simpatías. Ese es un hecho natural en la vida de cualquier partido. Pero también lo es que las bases no siguen de manera incondicional a nadie. Cuando lo apoyan es porque creen que su posición es políticamente la correcta. ¡En el PRD no hay fanatismos!''
-Ustedes pusieron como un objetivo central de su estrategia política ganar el 2000. Considerando eso ¿cómo salió el PRD del Congreso?
-Lo importante para el PRD son sus principios... Nuestro capital político más importante es precisamente la política de principios. Esto se ha conservado y se conservará inalterable y eso nos coloca, además, en la posibilidad de ganar la Presidencia.