La Jornada 25 de marzo de 1998

La crisis asiática abatirá 1.5% el desarrollo latinoamericano: BM

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 24 de marzo Ť El Banco Mundial (BM) pronosticó hoy que la crisis financiera asiática reducirá 1.5 por ciento las tasas de crecimiento económico de América Latina. Sin embargo, algunos funcionarios del organismo señalaron que las economías de la región son consideradas como más fuertes que las orientales y México, en particular, se ha convertido en ``punto de referencia'' para medir la recuperación en Asia.

El Informe de Finanzas en el Desarrollo Global presentado este martes reporta que los flujos netos del capital privado de largo plazo a nivel global crecieron a un total de 256 mil millones de dólares en 1997 a pesar de la crisis asiática, pero pronostica que estos recursos serán inferiores en 1998. Sin embargo, en un plazo medio, el Banco Mundial espera que se recuperen.

Los flujos netos de capital privado a México en 1997 fueron de aproximadamente 20 mil millones de dólares, cifra que incluye unos 8 millones en inversiones extranjeras directas, según el informe difundido hoy.

``Lo que es asombroso de México es que dentro de un periodo de 18 meses hubo una recuperación sustancial del crecimiento'', insistió hoy Uri Dadush, quien encabeza el Grupo de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial en entrevista con La Jornada. ``Para nosotros, México es el punto de referencia en torno al cual ver qué tan rápidamente se recuperan las economías asiáticas''.

Agregó que las economías asiáticas todavía no han logrado igualar el crecimiento rápido de exportación de México después de la crisis del peso. ``El desempeño de exportación de México ha sido muy impresionante; si obtenemos eso en Asia oriental ellos saldrán del bosque muy rápidamente'', afirmó Dadush.

Al mismo tiempo, el economista del BM reconoció que esta imagen de la macroeconomía positiva no ha beneficiado a muchos en México a corto plazo. ``Acompañando la recuperación muy rápida de exportaciones, ha habido una reducción de los salarios reales y tasas de crecimiento desplomadas en los sectores no comerciales; varios sectores se encogieron'', indicó Dadush. ``Ese es un alto costo que pagar para poner a México en el camino del crecimiento a largo plazo''.

La mejor manera que tiene México para enfrentar la pobreza a largo plazo sería lograr una tasa de crecimiento de por lo menos 6 por ciento, sostuvo. Pero ninguno de los pronósticos sobre el crecimiento económico del país llega a este nivel, y la crisis financiera de los últimos dos años, según otro informe del BM, sólo ha empeorado las desigualdades de ingreso en el país.

Al parecer, la conclusión consensuada es que México ha tenido un buen desempeño en términos macroeconómicos, pero todavía enfrenta desafíos en torno a los problemas de la pobreza. Esta conclusión, de hecho, parece ser la misma para gran parte del resto del mundo. Pero los funcionarios del BM fueron muy cautelosos para expresarlo explícitamente.

De hecho, las malas noticias de hoy para los países más pobres del mundo fue que a pesar de que los flujos de capital privado se han incrementado drásticamente, los fondos públicos dedicados a programas de asistencia oficiales de desarrollo se han desplomado 30 por ciento, en términos reales, desde 1990.

``Para la gran mayoría de los países en vías del desarrollo, los flujos oficiales son la fuente primaria de finanzas para el desarrollo'', señaló Masood Ahmed, vicepresidente para Reducción de Pobreza del Banco Mundial. ``Hay peligro de que --en términos reales-- estamos alcanzando tales bajas que no podremos satisfacer las necesidades de desarrollo de los países más pobres del mundo en la economía global de hoy'', acotó.