Mucho tiempo antes de que los bebés pronuncien su primera palabra desarrollan un oído fino para su lengua materna. Una oración sin terminar es percibida con cuatro meses y medio de edad, y los sonidos de una lengua extranjera con seis meses. A los siete meses y medio, los niños pueden diferenciar entre dos vocablos de fonética similar.
Tales resultados fueron presentados por lingüistas y sicólogos en la 150 Asamblea Anual de la Sociedad Americana por el Programa de la Ciencia (AAAS), en Filadelfia.
Peter Jusczyk, de la Universidad John Hopkins en Baltimore, descubrió que bebés de siete meses eran capaces de reconocer palabras en pasajes relativamente largos hasta 24 horas después de ser aprendidas. Eso significa, que ya en esa edad se construye el vocabulario.
Algunos vocablos son registrados por el infante sin concepto ni significación para él, y otros son etiquetas de algo conocido, por ejemplo la palabra ``perro'' para un animal que mueve la cola.
Los investigadores comprobaron con asombro que las palabras se fijan mejor si el niño las oye en oraciones completas. Esto hace que para los bebés de dos meses sea más fácil reaccionar ante determinadas voces.
Indicios de la percepción de estructuras gramaticales fueron detectadas por los investigadores a la edad de 16 meses, realizando mediciones de corrientes cerebrales y observando las reacciones del cuerpo.
Lila Gleitman, de la Universidad de Pensilvania, descubrió que los niños de hasta el mes 18 de vida graban en la memoria un nuevo término cada tres días en promedio. El vocabulario de una persona aumenta hasta los 30 años en unas 10 palabras por día, o 3 mil 500 por año. Después la incorporación de vocablos nuevos se reduce en la mayoría de la gente. (Dpa)