``Las enfermedades neurodegenerativas se han convertido en problema grave para los países desarrollados, ya que al incrementar la vida media de los individuos éstos alcanzan edades que les imponen enfermedades seniles, y no existen suficientes medios para curarlas''
En el Departamento de Biología Celular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, el doctor Marco Antonio Meraz Ríos (DF, 1960), investigador titular en esa institución, trata de conocer y evaluar la participación de genes relacionados con enfermedades neurodegenerativas (males de Parkinson y Alzheimer) mediante el desarrollo de modelos celulares y animales: ``Serán ofrecidos a los investigadores clínicos para que en ellos prueben sus agentes terapéuticos, y así encuentren la forma de sanar a los enfermos''.
Su base de apoyo es la terapia génica, los modelos animales y la clonación de genes: ``Tratamos de imitar a la naturaleza para comprender cómo funcionan los organismos y, finalmente, controlar lo que causa las enfermedades''. El asunto es ``conocer la conducta de cada molécula en el cuerpo y tratar de entender los mecanismos de regulación de la expresión genética''.
Según la línea de investigación, a veces necesitan eliminar o sobrexpresar un gen específico para evaluar su participación en el concierto celular. ``Como científicos, bajo juramento, se usan estas modificaciones con fines terapéuticos. No podemos experimentar en humanos y existen disposiciones que acatamos en los diferentes comités de bioética que rigen a la ciencia en México y en el resto del mundo''.
Se calcula que el genoma humano tiene unos 100 mil genes. Cada uno es una secuencia del ADN, que tiene la información para producir una proteína, una enzima o un factor con una función concreta dentro de la célula. ``Sólo 10 por ciento es conocido a nivel de sus secuencias, y para muchos aún falta saber sus funciones'', comenta Meraz, que realizó cinco años de posdoctorado en la Washington University School of Medicine, en Saint Louis Missouri.
Explica: ``Las enfermedades neurodegenerativas se han convertido en un problema grave para los países desarrollados, ya que al incrementar la vida media de los individuos éstos alcanzan edades que les imponen enfermedades seniles. Nuestros ancianos padecen mal de Parkinson y el de Alzheimer, por ejemplo, y no existen suficientes medios para curarlos''.
En Alzheimer se conocen ciertas proteínas, constituyentes normales de nuestras células, que comienza a aglomerarse, se depositan en el cerebro y matan neuronas. En el laboratorio que Meraz coordina se combinan dos proteínas que producen la degeneración neuronal. Con ellas se construyó un genquimérico (no existía y es producto de la combinación) para expresarlo en células neuronales y no neuronales, con el fin de reproducir algunos fenómenos de la enfermedad: ``Todos los resultados son importantes porque en ciencia se trazan caminos para otros científicos''. Los datos, por aberrantes que parezcan (incluso la generación de células Frankenstein) pueden ser usados después... al menos para no seguir por ese camino.
Asimismo, intentan desarrollar un modelo parkinsoniano de rata, inducible y modificado genéticamente. Para lograrlo, aislan células totipotenciales embrionarias, que obtienen en las primeras etapas de gestación (mórula y blastocisto). Totipotencial se refiere a células que pueden diferenciarse para convertirse en cualquiera del organismo, incluso en una germinal (óvulo y espermatozoide).
Para modificar su información genética insertan o eliminan genes en el ADN nuclear que conforma a los cromosomas. Luego se inyectan en el blastocisto, con instrumentos de microinyección, y realizan el implante en una hembra tratada con hormonas para que acepte el embarazo. Tras 21 días, nacen crías con la información genética alterada. Así, en unos dos años este laboratorio ofrecerá un modelo de muerte neuronal específica e inducible que trata de reproducir al mal de Parkinson.
Para conocer los genes en sus funciones usan la clonación, pues permite el aislamiento y la ampliación específica de una secuencia de ADN con la información hereditaria, de un modo independiente y puro. Meraz ha decidido evaluar los genes en un animal completo, ya sea al generar animales transgénicos (expresan un gen que no tenían) o knock-out (se les elimina un gen específico). A los animales así creados se les evalúa todo: cada etapa de la vida, la más mínima función del organismo. ``Todo ese conocimiento se integra para entender a la enfermedad y, a la postre, curarla''. (Rocío Incera) (Fotos: José Carlos González)