La agroecología es una disciplina científica por medio de la cual se pretende aplicar los conocimientos ecológicos a la agricultura. La agroecología surgió cuando, especialmente en los países desarrollados, se percataron de los problemas ocasionados por el uso indiscriminado de energía externa (fertilizantes inorgánicos, herbicidas, insecticidas, etcétera) para mantener el agroecosistema; algunos de esos problemas, en términos biológicos, son: desarrollo de resistencia por parte de insectos y enfermedades plaga, debido a una mayor presión de selección ejercida por los pesticidas; contaminación de mantos freáticos; pérdida de fertilidad del suelo, y diversas enfermedades en el ser humano y animales domésticos.
En términos sociales, la aplicación de esa tecnología llamada ``revolución verde'' trajo consigo, junto con otros fenómenos, la marginación y el menosprecio de la tecnología agrícola tradicional y la cultura campesina e indígena, así como su empobrecimiento y dependencia tecnológica. Los resultados de ello se pueden ver también en la pobre contribución de ese sector al producto interno bruto (PIB) en el último año: 1.4 por ciento.
Mediante la agroecología se busca una agricultura sustentable, tanto en lo biológico como en lo social; de manera concreta, y retomando algunos conceptos mencionados por Toledo, esto debe reflejarse en: 1) una mayor diversidad, en contraste con la idea de monocultivo de la agricultura moderna, pero ello también implica conservar la mayor cantidad posible de poblaciones y comunidades naturales que pueden tener usos potenciales; 2) reconstruir los ciclos biogeoquímicos, lo cual puede lograrse en parte al elevar la diversidad vegetal; 3) integrar en este proceso las prácticas productivas más racionales desde el punto de vista ecológico y económico, y para ello la agricultura tradicional indígena es nuestra primera y mejor fuente de información; 4) estimular la participación de las comunidades indígenas y campesinas en el proceso de la investigación, así como en la autogestión de sus necesidades; 5) lograr la autosuficiencia en varios niveles: alimentaria, económica, tecnológica y de energía, y 6) equilibrar los intereses individuales con los comunitarios.
La agroecología busca entonces una agricultura más sana y equilibrada, tanto en lo social como en lo biológico. Este esfuerzo no sólo se da en la investigación, varias universidades del país tienen ya especialidades al respecto a nivel de licenciatura. Este año, el Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas se ha unido a esa labor, pero a nivel de posgrado con la nueva especialidad de agroecología, en la que participan 21 profesores-investigadores de los cuatro institutos que conforman dicho colegio.
Los objetivos que se persiguen son: 1) crear un ambiente académico que permita al estudiante una visión integral acerca de la o las formas de manejo de los recursos naturales en los diferentes sistemas de producción agrícola del país, partiendo del análisis de los factores ecológicos, tecnológicos, socioeconómicos y culturales que determinan el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales; 2) proporcionar conceptos y parámetros fundamentales para plantear alternativas de solución con un enfoque sustentable; 3) proporcionar el entendimiento de los impactos ambientales derivados de la aplicación de los postulados que enfatizan las ganancias monetarias en sacrificio de la conservación, y 4) proveer y desarrollar herramientas metodológicas para el diagnóstico, diseño, desarrollo y evaluación de los agroecosistemas. Bienvenidos los que quieran seguir este camino.