La contienda en el 2000, ``entre AN y PRD'': Calderón
Juan Manuel Venegas Ť La competencia interna panista se desató. La elección de su Consejo Nacional, ayer, demostró que el panismo, la cúpula, vibra ya pensando en el 2000.
Las muestras fueron varias: Felipe Calderón Hinojosa, presidente nacional del PAN, leyó un mensaje en el que llama a la disciplina, al orden y exigió a los precandidatos --lo oyó muy de cerca Vicente Fox Quesada-- lealtad ``sin fisuras ni titubeos'' y en declaraciones a la prensa, proyectó su escenario: la competencia en el 2000 ``será entre el PRD y el PAN''.
El guanajuatense, en tanto, abandonó la asamblea dos horas antes de concluir. Los consejeros electos, en su mayoría, y en su oportunidad --coinciden panistas ligados a la dirigencia-- no apoyarán su tan ansiada candidatura presidencial.
Diego Fernández de Cevallos, por su parte, llegó tarde (ya Fox se había retirado) y cuando hizo su aparición en el presidium, los gritos en su apoyo no se hicieron esperar... aunque nada que ver con el desgañitamiento que provocó por la mañana y antes del discurso de Calderón, la llegada del gobernador de Guanajuato.
Y Fernández de Cevallos, ante los medios, metió a un tercero en discordia: Francisco Barrio Terrazas. El gobernador de Chihuahua, ausente del evento, no escapó a la malicia del ex candidato presidencial: ``el mensaje de Felipe es oportuno, y si me apuran, hasta obligado... la competencia interna ya empezó y todos tenemos que ceder en beneficio del partido. Pero la dedicatoria no tiene como destinatario a Vicente, no es el único, también está Barrio''.
Pareció así que toda la parafernalia panista montada ayer en el gimnasio Juan de la Barrera se hizo para medir fuerzas y tantear terrenos. Y ese contexto no faltó el descontento de la base, la militancia, que criticó desde la tribuna ``las formas antidemocráticas e iniquitativas'' en la elección de consejeros nacionales.
El descontento de la base
La lista de quienes integrarían el Consejo Nacional del PAN para el periodo 1998-2001 estaba ya preparada.
De acuerdo con las normas del blanquiazul, las propuestas a consejeros son enviadas por los comités estatales a la dirigencia nacional, que por su parte elige una comisión dictaminadora --integrada por tres miembros del CEN y cuatro consejeros-- que se encarga de ordenar las candidaturas, ``tomando en cuenta y respetando'' el lugar que ocupa cada uno de los aspirantes en las sugerencias estatales.
Así, la asamblea conoce la lista de la comisión dictaminadora. Esa es la que se vota y eso fue lo que provocó ayer el asomo del descontento en la tribuna: delegados de Tamaulipas, Distrito Federal, Tabasco, Colima, Campeche, Guanajuato y Nuevo León, entre otros, protestaron por la selección de la dictaminadora.
Incluso, algunos soltaron la pregunta: ``¿acaso siete personas tienen la capacidad para decidir por sobre la asamblea?'' Y presentaban argumentos: la militancia neoleonesa se sintió ``boicoteada y desplazada'' por la dirigencia, la tamaulipeca ``poco representada'', lo mismo que la colimense; los de Campeche, totalmente ajenos a la grilla del partido, por no tener ningún consejero; los de Guanajuato, porque la dictaminadora dejó fuera ``a gente que gana votos y ofrece resultados''.
Más todavía, muchos se quejaron de que el Distrito Federal ``cuya dirigencia fracasó contundentemente'' en las elecciones del pasado mes de julio, tenía una sobrerrepresentación en el consejo.
El orden panista indica que luego de conocerse la lista de candidatos al Consejo Nacional, se abre a los delegados el micrófono ``para las observaciones''.
Ahí encontró respuesta la mesa directiva de la 17 Asamblea Nacional del PAN, moderada por el ex procurador Antonio Lozano Gracia.
El micrófono iba de mano en mano y todas las voces que se escucharon en el Juan de la Barrera fueron para impugnar la integración de la lista. A distancia, se veía al ex procurador visiblemente contrariado, pues cada vez que ordenaba que las edecanes acercaran el micrófono a los delegados, escuchaba lo mismo: críticas y más críticas.
Tres provocaron los más sonoros abucheos para la comisión dictaminadora y su selección: una, cuando se recordó que en el DF habían ``caído rotundamente'' y contaban con sobrerrepresentación; dos, cuando salió a relucir que los siete integrantes de la dictaminadora (Adrián Fernández, Elena Alvarez de Vicencio, Luis Mejía Guzmán, Gloria Ocampo, Carmen Bernal Romero, César Jáuregui y Gildardo Gómez) venían también propuestos como consejeros. ``No se vale ser juez y parte, que renuncien y dejen su lugar en el consejo a otros'', pedían desde tribuna asambleístas por Tabasco.
La tercera, cuando por Tamaulipas el delegado César González pidió que se informara cuántos del consejo saliente repetirían en su cargo para el nuevo periodo... ``52 por ciento'', contestó Adrián Fernández, secretario de Organización del CEN. Y los abucheos interrumpieron el resto de su respuesta.
La molestia fue evidente en Cecilio Grinaldo, de Nuevo Laredo: ``!siempre son los mismos, dónde está la renovación!'' La respuesta de Fernández había dejado claro que de los 250 consejeros electos ayer, más de la mitad (52 por ciento) tenía ya el cargo y repetirá en el máximo órgano de dirección panista, el mismo que ya piensa en el 2000...
En esa vibra, los esfuerzos de Calderón Hinojosa por llamar a la unidad, a no titubear ni provocar fisuras en su partido, sazonados por comentarios de los propios panistas: se integró un consejo evidentemente antifoxista.