Hoy a las cinco de la tarde, si la sociedad civil no logra impedirlo, habrá una redada de ``extranjeros indeseables'' en el aeropuerto de la ciudad de México. A esa hora llegan, cargados de estremecedores papeles, algunos representantes de la Comisión Internacional de Observación Civil de los Derechos Humanos (CIOCDH), que hace algunas semanas recorrió Chiapas averiguando cómo viven las comunidades indígenas zapatistas bajo el fantasma de la hambruna y la presión del cerco militar y paramilitar.
Las conclusiones que los solidarios viajeros traen consigo no son, aparentemente, halagüeñas para el ``gobierno''. ¿Por qué? El informe de la CIOCDH, adelantado en este diario por don Fernando Benítez, señala que Chiapas ``vive las consecuencias de una profunda descomposición política y de una preocupante desestructuración social. Desde todos los niveles se percibe cómo las estructuras institucionales son incapaces de asegurar la vigencia del estado de derecho, y cómo la sociedad chiapaneca, y especialmente las comunidades indígenas, sufren las consecuencias de una situación generalizada de violencia e impunidad'' (La Jornada, 19/III/98).
El régimen, declaró ayer Emilio Rabasa, coordinador para el diálogo en Chiapas, ``está empeñado en mantener informada a la sociedad'' (El Nacional, 20/III/98). Sin embargo, a despecho de este rotundo aserto, los consulados mexicanos en Europa han aconsejado a los emisarios de la CIOCDH que no se tomen la molestia de hacer el viaje porque después de las 11 o 12 horas que dura el vuelo no les permitirán siquiera bajar del avión a estirar las piernas.
¿Qué significa esta incongruencia? ¿Por qué negar el ingreso al país a quienes vinieron en febrero como ``invitados especiales'' de la Secretaría de Relaciones Exteriores y se portaron tan respetuosos de las leyes que incluso merecieron elogios de la Secretaría de Gobernación? ¿Por qué nuestras celosas ``autoridades'' no han hecho nada en contra del maestro José Saramago que en Chiapas y en el Distrito Federal violó el artículo 33 opinando a voz en cuello sobre la inhumana ``guerra del desprecio'' que el régimen sostiene contra los más pobres y desvalidos? ¿Por qué Gobernación guardó silencio ante las injerencistas declaraciones de Felipe González? ¿Por qué ninguna voz oficial ha amonestado, por lo menos, al nuncio apostólico Justo Mullor, otro violador impenitente de nuestras leyes, mientras expulsaban al padre Miguel Chanteau?
--Y sobre todo --dice el tonto del pueblo--, ¿por qué la gente de Gobernación se empecina en conducirse como el principal publicista de la CIOCDH? ¿No habrá por ahí algo turbio? ¿No estará recibiendo alguna mordida para hacerle tanta propaganda gratuita?
Ha terminado la primera semana desde que la administración del doctor Zedillo sentó las bases para impulsar su ``solución definitiva'' a la guerra en Chiapas. Y en opinión de Emilio Rabasa ya hay avances visibles. Por ejemplo, dijo en la misma entrevista concedida a El Nacional, ahora estamos ``en una etapa de desmitificación del conflicto''.
Deseoso de agigantar los progresos del régimen en este sentido, el tonto del pueblo ha recopilado una serie de elementos que, sin duda, contribuirán a ``desmitificar'' a la figura del momento, la estrella que poco a poco despunta en la negra noche de la política nacional, el asesor de asesores: Adolfo Orive, estratega del inminente golpe militar contra el EZLN.
Aliado, hoy por hoy, a Francisco Labastida Ochoa, Adolfo Orive suma esta nueva relación de trabajo por el bien de la patria a una larga lista de funcionarios del régimen que en otros tiempos depositaron en él todas sus esperanzas:
* Alfredo Ríos Camarena, con el cual rompió mientras éste concebía el fraude al fideicomiso Bahía de Banderas, que lo llevaría a la cárcel.
* Jorge Leipen Garay, con quien rompió después de ayudarlo infructuosamente a expulsar a Napoleón Gómez Sada de la dirección del sindicato minero metalúrgico.
* Francisco Hernández Juárez lo despidió acusándolo públicamente en una asamblea de ``recibir dinero del gobierno'' para destruir el sindicato de telefonistas.
* Gustavo Gordillo, con el cual rompió por discrepancias en los manejos de la Coalición de Ejidos del Valle del Yaqui.
* René Gómez Orantes, con el cual rompió mientras ambos creaban la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) en Chiapas, que sería penetrada por el EZLN. Así, después del pleito, Orive formó una organización llamada Pajal, que luego se le dividiría de nuevo, cuando una parte se pasó a lo que ahora es el Partido del Trabajo.
* Y Manuel Hernández y Jacabo Nassar, sus ``operadores'' en el magisterio, con los cuales trabajó en Línea Proletaria, de la que surgiría en Chiapas la organización Solidaridad Campesina Magisterial (Socama), que es la matriz del grupo paramilitar Paz y Justicia.
--¿Por qué un hombre con tantas ambiciones como Francisco Labastida Ochoa eligió como coordinador de asesores a un activista que ha fracasado en todas las aventuras de su vida? --pregunta Emma Thomas con su candor habitual.
--Porque nadie --dice el tonto del pueblo-- le profesa tanto rencor al EZLN: una organización que representa todo lo que Orive quiso construir y no pudo.
--O sea --dice ella--, que el EZLN es como un espejo para este señor. Así que --agrega después de pensarlo un poco-- necesita destruirlo porque lo que ve en ese espejo es todo lo que amó y que ahora odia.
--Con una gran desventaja --puntualiza el tonto--. Adolfo Orive en todos sus documentos ``teóricos'' siempre afirmó que había que desarrollar una política de dos caras: enfrentarse con los enemigos pequeños y rehuir a los enemigos grandes. ¿Cómo? También con una estrategia dual, distinguiendo entre los ``pretextos'' y los ``objetivos''.
--¿Perdón? --digo yo.
--En su concepción, la lucha es el pretexto mientras el objetivo es tomar el poder. Lo malo de esto es que, por ese camino, siempre ha terminado usando a sus aliados, hasta que éstos lo descubren y lo echan. Pero lo peor del caso, ahora que lo han puesto a dirigir la guerra en Chiapas, es que está usando a Labastida y al Ejército Mexicano con el pretexto de ``restablecer la paz'', cuando su objetivo sigue siendo, invariablemente, tomar el poder. Aunque se lleve el país entre las patas...
--Pobre --dice Emma Thomas, condolida--, ha de ser espantoso tener dos caras porque, voltee a donde voltee, siempre verá el espejo que odia.
En la aventura culminante de una carrera que empezó en la izquierda, en 1976, cuando fundó la Organización Ideológica Dirigente del Proletariado Mexicano-Línea Proletaria, y que en alas del maoísmo lo llevó a formar colonias populares en el norte del país, agrupaciones campesinas en el Pacífico y en el sureste, aparte de protagonizar no pocas y generalmente calamitosas incursiones en el mundo sindical, Adolfo Orive ha tejido un pacto entre Francisco Labastida Ochoa y Felipe Calderón Hinojosa, presidente nacional del PAN.
No deja de ser irónico que después de luchar en la izquierda maoísta contra la izquierda leninista del Partido Comunista Mexicano y contra la izquierda trotskista del Partido Revolucionario de los Trabajadores --apoyado en todas sus batallas por oscuros elementos del régimen--, hoy Adolfo Orive sea el artífice de un pacto que une a las derechas: el PRI y el PAN contra el cardenismo y contra el zapatismo. Y alegremente montado en este brioso caballo, el PAN ha caído redondo en la trampa.
El jueves, mientras dos diputados del PRD permanecían en un hospital de la ciudad de México, heridos por un grupo de maleantes que los atacaron como parte de la guerra total del PRI contra el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, Felipe Calderón ofreció una conferencia de prensa para condenar ``la violencia'' del PRD, un partido que en los últimos 10 años, bajo el gobierno de Salinas de Gortari y lo que va de este sexenio, ha perdido a más de 500 militantes, víctimas de la violencia del PRI.
En una acción increíble por el cinismo que contiene, Felipe Calderón ha subido al podio para ``exigirle'' al PRD que se deslinde abiertamente de la lucha armada, acusando a Andrés Manuel López Obrador de hacer una ``exaltación de la guerra''. En las palabras del dirigente panista, pronunciadas con la máscara dura de la total desfachatez, asoma la punta de un hilo argumental unido a la madeja del autoritarismo.
El PAN se ha hecho corresponsable de una iniciativa política que ha excluido al sujeto histórico del conflicto en Chiapas: los pueblos indios, habitantes originarios de las montañas y las selvas que decoran el escenario de la guerra. Pero también ha excluido a la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), una instancia creada por el Poder Legislativo. Pero también ha excluido a la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), integrada por mientros del propio Poder Legislativo.
Y ahora, en la cima de la audacia, los operadores de esta iniciativa excluyente han inaugurado una campaña para marginar del conflicto al PRD, cuyos diputados constituyen la tercera parte del Poder Legislativo en la Cámara baja. ¿Cuál es el pretexto? ¿Situar al PRD fuera de la legalidad constitucional, así como sacaron al EZNL del territorio legal del diálogo? Y si ese es el pretexto, ¿cuál es el objetivo?
Para anunciar la ``solución definitiva'' a la guerra en Chiapas, la administración federal concitó el apoyo de las cúpulas empresariales. Pero no tomó en cuenta la opinión de las bases empresariales, que también son eso que llaman sociedad civil, nacional o internacional, da lo mismo: son todos humanos.
El miércoles 18, en el patio de la Universidad del Claustro de Sor Juana, se llevó a cabo un desfile de modas, y en una pasarela gigantesca, con pretensiones de Broodway pero con el realismo típico de Tecamacharco, durante dos horas vimos pasar a más de 90 modelos con trajes hechos de juguetes mexicanos.
Las marcas patrocinadoras fueron: American Film, Baraima Importado Citrus, Cine-Concepto Los Angeles-Miami-México, Displays Fireworks, Eau d'Evian, Facia Modelos, Fashion Café, Grupo Argos, Havanna Club, Smax, JP Morgan, Luna Films, Magnum, Millenium, Nervion Pinturas, Radiactivo, Sal y Pimienta, Sico, Soloaudio, Control Bureau, Cuatro y Medio, Cydei, Diesel for Successfull Living, Festival Centro Histórico de la Ciudad de México, Fomento Cultural y Deportivo Covarra, Fonca, CB Asociados, J. Walter Thompson, L.Carrillo I., LMI, Luis Suaste y asociados, Núcleo Radio Mil, Profoto, Rojas Queta Modelos y Talento, Quitani, Sushi Itto, Viceversa, Zeta Film y Zeta Audio.
Y todo el dinero que se recaudó fue entregado a Ofelia Medina, quien se encargará de llevarlo, convertido en alimento, a los niños de las comunidades zapatistas.
Si el Cuarto Salón de Hilvanado Nacional y Corte Universal dicta la tendencia que regirá en la temporada primavera-verano, la moda indudablemente serán los ositos de peluche llamados también Teddy Bear. Al menos, cuatro vestidos fueron confeccionados con este elemento, si bien los trajes a base de canicas o los collares de matatenas prometen dar la pelea por imponerse en el gusto del público.