La Jornada 21 de marzo de 1998

Una puede tener orgasmos aun a los cien años: Carmen Montejo

Mónica Mateos Ť En sus ojos aparece una mirada coqueta cuando dice: ``¿sabes?, ayer me habló un ex novio, me invitó a tomar un café...''. Es Carmen Montejo, quien a sus 72 años asegura que ``una mujer puede tener orgasmos aunque tenga 100 años, se siente igual... pero los hombres ya entrados en años ¡sí que tienen un problema!'', y suelta la carcajada.

A pesar de que los achaques propios de su edad la hacen lucir cansada, su charla es la de una persona que lleva la juventud en el corazón. Vuelve a la anécdota de su recién aparecido ex galán: ``imagínate que yo ya ni me acordaba quién era. Debe tener como 80 años, y claro, como se quedó viudo, por eso me busca. Pero es muy lindo, me leyó un poema que dice que yo le regalé, tampoco me acuerdo, pero él hasta le puso música. Me va a dejar oír la canción cuando nos veamos y quiere que yo le diga quién me gustaría que la cantara. No es para una intérprete como Lupita D'Alessio, es un poema dulce, pero vigoroso... voy a pensar quién podría ser''.

El próximo 12 de abril concluirá la temporada en el Distrito Federal de Tres mujeres altas, obra de teatro en la que Carmen personifica a una mujer de 90 años. Después se irán de gira por el interior del país. Con este trabajo celebra sus 65 años como actriz: ``a Dios ya no le pido nada, siempre me ha dado regalos muy bellos, como este que ya no esperaba. Tenía por ahí dos libretos de teatro, uno de plano no me gustó; el otro era una pieza de vanguardia y yo ya no estoy para hacer esas cosas, ¿quién me va a ver haciendo cosas que no se entienden? Entonces Edward Albee -autor de Tres mujeres altas- me buscó para que yo estuviera en esta versión en español... por cierto, hace poco vino a verla y me dijo: ¡`wonderful', Carmen, `wonderful'!''.

Que Carmen Montejo dé vida -en este momento de su carrera- a otro personaje de Albee, es también significativo porque su más grande éxito profesional en teatro fue la interpretación de Martha, protagonista de ¿Quién teme a Virginia Woolf? que representó durante 10 años consecutivos en diversos escenarios mexicanos.

``Al público le encanta Tres mujeres altas, y la verdad yo no sé por qué, ¡De verdad! Cuando leí la obra dije: `no le va a gustar a nadie', porque cuando una pieza le gusta mucho a los actores, por lo general no le gusta al público, yo no sé por qué. En tantos años que llevo de carrera eso me ha pasado muy a menudo''.

Saber llevar el trabajo con la edad es muy difícil para una actriz que no conoce la palabra descanso. Por eso, considera a su geriatra ``medio bruja, medio sacerdotiza, porque me repara por aquí y por allá para seguir andando. El problema de la vejez es que va llegando al cuerpo poco a poco, lentamente, sin que una se dé cuenta. cuando lo haces casi ya no te puedes mover, aunque la mente siga igual: lúcida, joven. Da coraje, pero nadie tiene la culpa. Por cierto, mi doctora, que tiene casi 60 años, dice que anda con un chavo de 54. A ella los años no le preocupan.''

Por más de seis décadas Carmen Montejo ha participado en radio, cine, teatro y televisión, en la profesión de la que se enamoró desde que tenía seis años: la actuación. Cubana de nacimiento, mexicana por convicción, ha recibido premios al por mayor tanto en México como en el extranjero y está convencida de que ``la tierra de una es donde se encuentra la madre que nos parió. Por eso creo que nunca volveré a Cuba. Toda mi familia está en Miami, y mi madre está enterrada aquí, así que no le veo caso volver a la isla''.

A Emilio Azcárraga Vidaurreta le debe la invitación que la hizo dejar La Habana para venir a probar suerte a México como actriz de radionovelas, entonces se llamaba Muñeca Sánchez. Pero aclara que no vino de ``aventurera'' ni a jugársela. ``En Cuba tenía ya un prestigio, un nombre hecho por toda mi carrera de niña''.

Sin embargo, la Montejo confiesa que se quedó en el país por amor: ``me enamoré del primo de Rita Macedo, un piloto aviador guapísimo... ¡ah¡, pero mi gran amor fue Chano Urrieta ¡era un sinvergüencita! pero se me cayó la baba con ese hombre, claro que después me casé y tuve una hija, pero como dice la canción, el primer amor ni se olvida ni se aleja, siempre he tenido presente a Chano, lo quise mucho, aunque era un viejo loco, loco... después de que enviudé, me volví a casar, pero me divorcié porque me fue mal, luego tuve varios novios, muchos de ellos enamorados más de mí que yo de ellos... en fin, así ha sido mi vida. ¿Qué puede decir ahora de ella? Que es mentira que la vida sea fea, lo será para otros, pero a mí me ha dado sólo regalos, como el que me va a dar ese ex novio del que te platico el próximo domingo''.

De última hora se informó que por disposición médica, la actriz deberá guardar reposo absoluto, por lo que la obra Tres mujeres altas fue suspendida hasta nuevo aviso.