La Jornada 21 de marzo de 1998

Llama el PRD al Ejército a no secundar la ``estrategia de confrontación''

Elena Gallegos y Matilde Pérez, enviadas, Oaxtepec, 20 de marzo Ť El PRD hará un llamado al Ejército Mexicano para que sus miembros no ``se dejen involucrar'' en la ``estrategia irresponsable de confrontación'' que para Chiapas pretende aplicar el gobierno, y convocará a la sociedad a que el sábado 4 de abril se exprese en las plazas públicas de todo el país y en el Zócalo de la ciudad de México, en el marco de una ``gran asamblea nacional en favor de la paz y los derechos de los pueblos indios''.

Lo anterior forma parte del resolutivo especial que mañana sancionará la plenaria del IV Congreso Nacional de ese partido, en el que también se ratificará que el perredismo sostendrá en el Congreso de la Unión que no se legisle en materia de derechos indígenas hasta que se restablezca el acuerdo político entre las partes en conflicto (gobierno y EZLN).

En este mismo sentido, el PRD reiterará su postura de que las cámaras no expidan ningún decreto hasta que se garantice que la resolución tomada contribuya verdaderamente a la paz con justicia y dignidad, ya que las resoluciones unilaterales ``sólo conducen al camino de la guerra''.

De la misma manera, se pedirá a la opinión pública internacional, a las organizaciones de protección y observación de los derechos humanos y a la Cruz Roja Internacional que continúen sus acciones para evitar nuevas agresiones contra los pueblos indígenas.

El documento que se adelanta, y que será aprobado mañana por la asamblea, contiene seis resolutivos, entre ellos el de solicitar a los medios masivos de comunica- ción que informen con objetividad de la situación que priva en Chiapas y no se hagan eco de las estrategias ``encaminadas a confundir a la opinión pública y a aislar políticamente a las fuerzas democráticas''.

La propuesta, cuyo texto se dio a conocer aquí por la tarde, está avalada por el líder nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador; el coordinador de la fracción parlamentaria en la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo; los miembros de la Cocopa, senador Carlos Payán Velver y diputado Gilberto López y Rivas, así como por el senador Mario Saucedo, los diputados Pablo Gómez y Jesús Martín del Campo; el delegado del CEN del PRD para Chiapas, Camilo Valenzuela, y el delegado del CEN del PRD para Veracruz, César Chávez, quien fuera miembro también, en la legislatura pasada, de la Cocopa.

Otro de los puntos será el llamado al gobierno federal para que regrese al camino del diálogo y la negociación a partir del cumplimiento de la ley para el diálogo y los compromisos contraidos en San Andrés.

En cuanto a la ``gran asamblea nacional'' del 4 de abril, se invitará a participar en la misma a las organizaciones políticas y sociales, a los organismos no gubernamentales, intelectuales e iglesias y al pueblo en general.

El objetivo es que todos esos sectores se manifiesten ``contra los planes de reanudación de la guerra en Chiapas y en favor del camino de las negociaciones, la distensión, las reformas sociales y políticas en la entidad''.

En los considerandos, se precisa que la propuesta de la Cocopa sobre derechos y cultura indígena fue realizada a solicitud de las partes en conflicto, es la expresión de un consenso entre los partidos políticos y tiene el respaldo del movimiento indígena nacional.

Por lo anterior, ``la propuesta no pertenece en exclusiva a ningún partido político o grupo de cualquier naturaleza, sino que es la carta de reconocimiento de los derechos fundamentales de los pueblos indios''.

Luego se refiere a la reciente iniciativa que sobre la materia el Ejecutivo envió al Senado. Apunta que ésta pretende constreñir la autonomía de los pueblos indios a las comunidades, cuestión que no se encontraba en las observaciones que el gobierno federal hizo al texto de la Cocopa del 20 de diciembre de 1996.

Agrega que tampoco estaban presentes en las cuatro objeciones que se dieron a conocer posteriormente por la Secretaría de Gobernación al EZLN, lo que ``ilustra la carencia de seriedad y la mala fe de las altas autoridades del país en el trato que han conferido a las demandas de reconocimiento de los derechos de los pueblos indios''.

Enseguida, se insiste en la argumentación de que la conducta del gobierno se aparta del pacto asumido por todas las fuerzas políticas del país en el sentido de que mediante negociaciones y el cumplimiento de los compromisos parciales firmados que se fueran firmando, se lograra un acuerdo de concordia y paz.

El perredismo reiterará su repudio al desconocimiento de los compromisos contraidos en San Andrés Larráinzar, porque ha generado un clima de incertidumbre política y de desconfianza hacia el gobierno de la República y hacia el PAN, partido que ha cambiado de posición al presentar su propia iniciativa, que le hace el juego una vez más a las maniobras del gobierno y que comparte con él la postura de reducir los derechos de los pueblos indios.

La resolución especial subraya que ``el PRD no admite las presiones gubernamental y panista que buscan sumarlo o hacerlo cómplice de los planes belicistas. Desde el inicio del conflicto armado en Chiapas, el PRD ha sido el partido de la paz, ha luchado y se ha comprometido por ella''.

Se aprovecha para puntualizar la posición de ese partido, en términos generales, frente a lo que ellos mismos llaman una campaña para identificarlo como el ``brazo político'' del EZLN: ``el PRD es el partido que ha buscado canalizar el creciente descontento popular a través de acciones apegadas a la legalidad y ha defendido ésta mediante una lucha no violenta''.