La Jornada 20 de marzo de 1998

En tanto, los indios de Chiapas no pueden encontrar refugio en su país, dice Saramago

Palabras de José Saramago durante la firma del convenio entre el gobierno del Distrito Federal y el Parlamento Internacional de Escritores, ceremonia encabezada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, titular de la administración del DF:

Estoy aquí en representación del Parlamento Internacional de Escritores, para firmar el acuerdo que convierte a la ciudad de México en ``Ciudad Refugio'' para escritores que en sus países tienen problemas de inseguridad propia; algunos más que eso, diría también amenazados en su integridad física y en su derecho moral a escribir, a pensar y opinar según su conciencia.

Que México, con su civilización, y cuando hablo de civilización de México estoy hablando de algo muy amplio que viene de lo más antiguo hasta el día en que estamos, como algo que o si ya está integrado en la conciencia ciudadana, o hay que integrarlo, porque todo el pasado en México es todo el presente en México.

El honor que se me hace, ¿cómo? Nada más que eso, un escritor que aquí está representando su Parlamento; es un poco extraño que nosotros los escritores, o quizás no lo sea tanto, que nosotros los escritores nos hayamos reunido en un Parlamento no como una especie de organismo de presión, pero algo que tiene que ver mucho más con eso, que es la reivindicación del derecho a pensar, a escribir y a opinar en cualquier circunstancia.

Qué la firma de usted en este papel es algo que me da una satisfacción muy grande, porque, en primer lugar, esa firma mía es la firma de todos los escritores que están en el Parlamento Internacional de Escritores y, diría más, es la firma de todos los escritores que en este momento piensan que hay que defender esto, que es la inteligencia, la sensibilidad, el derecho a estar con los demás.

Y si se me permite una injerencia más, yo, que he sido en estos últimos días acusado de injerencia sistemática, no me gustaría olvidar que si es cierto que a partir de este día los escritores en circunstancias como estas que he resumido, pueden llegar aquí, encontrar vivienda y encontrar amistad, encontrar condiciones de trabajo y encontrar libertad, yo diría que los indios de Chiapas no pueden encontrar refugio en México.

Hay un problema, hay problemas, y no estaría bien que injustamente pensáramos sólo en la seguridad de los escritores que pueden llegar aquí y quedarse, sin pensar en aquéllos que en México, aunque parezca oír a las puertas de la ciudad de México, si la ciudad de México tiene puertas, para decir: pedimos refugio, no puede tenerlo.

Pensemos en ello. Muchas gracias.