La Jornada 20 de marzo de 1998

Explosión en una subestación de la CFE dejó a cinco millones a oscuras

De los corresponsales Ť Una explosión ocurrida ayer a las 8:47 de la mañana en la subestación Casabella-San Nicolás, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) --en la zona conurbada de Monterrey--, provocó la caída del sistema que abastece de energía eléctrica al noreste del país, hecho que provocó un apagón que dejó sin suministro a más de cinco millones de personas en los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.

Según la CFE, se quedaron sin suministro de energía eléctrica un millón 300 mil usuarios (contratos), de los cuales unos 800 mil correspondieron a la zona metropolitana de Monterrey.

También fueron afectadas las áreas metropolitanas de Saltillo, Ramos Arizpe, Monclova y Piedras Negras, en Coahuila, así como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Ciudad Victoria, en Tamaulipas.

Por lo que hace a Nuevo León, únicamente se libraron del apagón los municipios rurales de Doctor Arroyo y Mier y Noriega, que dependen de las redes alimentadoras de San Luis Potosí. Asimismo, se reportó falta de energía en algunos municipios de Chihuahua y Zacatecas.

El gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, ofreció una conferencia de prensa diez horas después del percance y seis horas después de que los medios cuestionaran su ``falta de sensibilidad por no dar la cara''. El mandatario dijo que lo positivo del apagón fue la civilidad y madurez que demostró la ciudadanía, ``porque no hubo pérdida de vidas que lamentar, solamente algunos insolados que salieron de las instalaciones fabriles mientras se restablecía el servicio''.

Corto circuito, causa del accidente

El director general de la CFE, Rogelio Gasca Neri, informó a la prensa que el ``disturbio'' ocurrió a las 8:47 horas en la distribuidora de potencia de San Nicolás de los Garza, por un corto circuito en un transformador que se incendió y explotó.

Admitió que un percance de esta magnitud no se presentaba en México desde hacía 14 años, y alegó que no fue un signo de vulnerabilidad del sistema eléctrico nacional, ``sino más bien, la pronta normalización del servicio fue un signo de fortaleza''. Asimismo, recordó que hace un año en Estados Unidos se suscitó un problema similar, donde durante nueve horas no hubo energía eléctrica en 14 estados.

El funcionario explicó que el apagón de este jueves duró nueve horas, y que la CFE está protegida por la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica para no responder por daños causados en equipo o instalaciones industriales o privadas a raíz de un caso ``fortuito'', como el que hoy se presentó.

Argumentó que estaba descartado totalmente un acto de sabotaje o que existieran fallas de mantenimiento, ``porque la subestación afectada apenas tiene unos 18 meses que se construyó''. El dictamen final, según Gasca Neri, será ofrecido en dos o tres semanas, una vez que acudan al sitio del percance los fabricantes del equipo y las instalaciones junto con los técnicos de la CFE, para elaborar el peritaje. Expuso que toda la subestación vale aproximadamente cien millones de pesos, y sólo fue una parte lo que se habría de reparar.

Al explicar el efecto en cadena del apagón, Gasca Neri dijo que ``como la energía no se puede almacenar, una vez que ocurre un evento de este tipo el sistema interconectado nacional envía señales para que las plantas dejen de generar energía a un lugar que no la estaba consumiendo''. Mientras se hacían puenteos eléctricos para aislar la falla, se pararon automáticamente las plantas de San Jerónimo, Monterrey y Huinalá, en Nuevo León, además de Carbón II, Río Bravo, Río Escondido y Altamira, de Coahuila y Tamaulipas, dejándose de generar 2 mil 785 de los 30 mil megawatts que se producen a nivel nacional.

La capital neoleonesa vivió un caos

Nunca se vio un caos similar en la historia de la zona metropolitana de Monterrey, habitada por más de tres millones de personas. No funcionaron los semáforos, lo que provocó 25 accidentes automovilísticos; se paralizaron las industrias; las estaciones de radio y televisión dejaron de emitir señales; quedaron fuera de operación los sistemas de cómputo y seguridad de los bancos; estuvo varado el Sistema Colectivo Metro; las gasolineras no pudieron operar, y se debieron poner en marcha plantas de emergencia en el Aeropuerto Internacional Mariano Escobedo y en los hospitales.

El general de división Felipe Bonilla Espinobarros, comandante de la Séptima Zona Militar, informó que se puso en marcha el Plan DN-III y se acordonaron las instalaciones federales que se siniestraron por la explosión.

Las autoridades fueron rebasadas por la población, pues muchos civiles solidarios suplieron a los agentes de tránsito en los cruceros conflictivos, mientras los oficiales fueron concentrados en sus oficinas para recibir instrucciones ante la emergencia.

A la una de la tarde, José Luis Coindreau García, secretario estatal de Gobierno, hizo un balance de la situación e intentó justificar el que el gobernador panista Fernando Canales Clariond no se presentara en el lugar del siniestro ni informara a la población sobre los alcances del problema y las acciones que se tomaron para enfrentar la emergencia.

``¡El gobernador no es apagafuegos ni es electricista; él estaba en su oficina viendo que todos trabajáramos bien y a tiempo!'', dijo Coindreau. ``Creo que es más su función de liderazgo, que de andar con la manguera apagando fuegos'', dijo.

Rechazó que haya sido falta de sensibilidad de Canales Clariond el no dar la cara en esos momentos. ``Lo importante fue que se actuó rápido, es decir, si estamos acostumbrados a que el gobernador ande apagando fuegos, pues estamos mal acostumbrados; en mi opinión, lo que tiene que funcionar es la maquinaria del gobierno en favor del ciudadano'', recalcó.

Se le preguntó a Coindreau García por qué Canales Clariond no ofreció la conferencia de prensa y respondió: ``Bueno, porque fue un incidente que afortunadamente no llegó a mayores, porque todo funcionó bien, porque él tiene otros compromisos y pues yo con gusto la doy''.

Recuento de los daños

La interrupción del suministro eléctrico paralizó las actividades productivas y de servicios en las regiones fronteriza, centro y sureste de Coahuila, durante casi medio día. Esto causó pérdidas millonarias en empresas y desfase en las labores de los sectores público y privado.

Tan sólo en Ramos Arizpe, donde se asientan 37 de las principales empresas de Coahuila, el sector industrial calculó las pérdidas en más de un millón de dólares, mientras que en Saltillo, la capital coahuilense, el paro afectó a 25 mil obreros.

La CFE realizó maniobras para conectarse a la planta ubicada en la presa Amistad, de Ciudad Acuña, con el fin de restablecer la energía eléctrica en el norte de Coahuila. El suministro logró estabilizarse de forma parcial en Piedras Negras poco después del mediodía, debido a que el servicio se conectó con bajo voltaje en virtud de que fueron más de diez municipios afectados.

El sector industrial de la región también se paralizó, puesto que el voltaje suministrado no resultó suficiente para realizar sus procesos de producción.

La CFE precisó que hasta las 6 de la tarde quedaría restablecido el servicio en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, estados que resultaron afectados por la explosión del transformador con una carga de 4 mil 230 kilovoltios, lo cual también afectó el servicio telefónico en la región.

En la capital de Durango, el servicio eléctrico se afectó de forma esporádica y dispersa, ``aunque se superó el incidente, al conectarse a las líneas del Pacífico'', informó la jefatura del área operativa de la CFE en la entidad duranguense.

El servicio eléctrico se suspendió durante una hora en los 43 municipios de Tamaulipas, a partir de las 10:35 horas. Para el mediodía, la electricidad se había restablecido en 60 por ciento de las poblaciones tamaulipecas.

Hasta las 18:00 horas del jueves, aún no se restablecía la electricidad en el poniente y sur de Nuevo Laredo, localidad que quedó en 90 por ciento sin agua potable, debido a que la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) suspendió el bombeo del líquido por la falta de luz. (David Carrizales, Antonio Pérez C., Martha Patricia Castro, Carlos Figueroa, Emmanuel Salazar, Martín Sánchez y la corresponsalía en Piedras Negras)