Continúa el debate entre pragmáticos y principistas
Elena Gallegos, enviada, Oaxtepec, Mor., 19 de marzo Ť En el marco de un debate central al que no han entrado de lleno --``¿cómo encontrar el justo medio en lo que se refiere a las candidaturas externas?''-- y al comenzar aquí a redefinir su estrategia política, la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) recibió un buen número de llamadas de atención de los delegados al IV Congreso Nacional.
Las advertencias fueron para que no se reproduzcan --``como comienza a ocurrir''-- las prácticas clientelares del priísmo; se atiendan las graves insuficiencias en la formación de cuadros; se busque subsanar la inexperiencia de sus militantes en puestos de gobierno ``ahora que ya somos opción'', y se aprenda a sacar ``jugo'' a las alianzas.
Por lo pronto y no obstante que en ninguna de las mesas el affaire Morales Lechuga ha saltado como tal, la posibilidad de su postulación sigue polarizando posiciones al interior del PRD. Tanto, que ésta noche comenzó a perfilarse la salida: el ex procurador no será postulado candidato en Veracruz.
Puertas abiertas, pero no a cualquiera
Sin embargo, esto no cancelará la estrategia de alianzas y candidaturas externas del perredismo --la propuesta del Consejo Nacional es que su número se reduzca-- y sí se enviará con ello un mensaje muy claro: ``Las puertas están abiertas, aunque no para cualquiera''.
A lo largo del día, el temor persistente era que ese debate no sólo se trasladara de ``Morales Lechuga sí o no'' a ``candidatos externos sí o no'', sino que incluso se etiquetara como ``pragmáticos'' a los que defendieran lo primero y ``principistas'' a los que sostuvieran lo segundo, y eso los metiera en un pleito interminable.
Quizás a ello se debió que en la mesa número 2, precisamente en la que se debate la Estrategia --el documento base elaborado para su discusión fue sujeto a severas críticas por sus omisiones--, el secretario general del partido, Jesús Ortega, alertó:
``No caigamos en falsas disyuntivas. No está en disputa si somos un partido cerrado o abierto; tampoco hay una confrontación entre pragmáticos y principistas.
``La política de alianzas nos ha dado muy buenos resultados y éstas no nos han hecho perder nuestra identidad, ni por ella hemos dejado de ser congruentes con nuestros principios partidistas''.
Casi al mismo tiempo, pero en la mesa 1, en donde se revisan los estatutos, el dirigente en el Distrito Federal, Armando Quintero, cuestionó no la política de alianzas, ``porque no podemos confundir la estrategia correcta de tener un partido abierto a la sociedad civil'', pero sí ``la de entregar el PRD a ex priístas conversos de última hora''.
Sin comentarios: Gámiz
Después se fue duro contra lo sucedido en Durango. ``Ahí primero postulamos al señor Gámiz y luego renunció al PRI. Lo que no podemos hacer, es aceptar a los priístas que de manera súbita se convierten en simpatizantes del PRD, sólo hasta que el dedazo presidencial no los favorece''. Por ahí andaba Máximo Gámiz Parral, quien a cualquier pregunta que se le hacía contestaba con lacónicos ``no tengo comentario''.
Lo cierto es que las posturas se multiplican. Hay una corriente que, aprovechando el caso concreto de Ignacio Morales Lechuga, busca cancelar cualquier posibilidad de alianza, ``todo para los internos''; algunos más consideran realmente que aceptar a ex priístas como candidatos externos es tanto como violentar los principios y atropellar los derechos de sus compañeros; otros creen genuinamente que sus años de militancia, sus aportaciones, sus riesgos, les ha ganado el derecho a ``tener mano'' sobre los de fuera.
Pero también hay casos en los que en la supuesta defensa de los principios subyace un interés menos idealista. ``Entre menos seamos, más grande será la tajada que nos toque'', se burlan quienes ponen en entredicho estas últimas posturas.
La Hoja Lechuga
Para rematar el cuadro, se hizo circular un impreso al que se le denominó Hoja Lechuga, y en el que se pregunta con sarcasmo: ¿Qué es más grave? ¿Que el partido decida el futuro de la candidatura de Veracruz o que la candidatura de Veracruz decida el futuro del partido?
Se hizo además circular una carta --a la que conforme pasaba el tiempo se iban sumando los delegados-- en la que se dejaba claro que la bronca no era contra las candidaturas externas sino contra el pasado del ex procurador.
Incluso, cuando el dirigente oaxaqueño Saúl Vicente criticaba en la mesa de Estrategia la llegada de fuereños al partido, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar le dijo al líder estatal de Sinaloa, José Luis Duarte:
--¡Lo de Morales Lechuga nos está causando mucha confusión! ¡Están llevando un asunto particular a lo general! ¡Eso es muy peligroso!
--Eso hay que enfrentarlo en concreto --secundó López Duarte--, que digan ya que Morales Lechuga no va a ser postulado y se acabó. ¡Qué mal se ha manejado todo esto, ya ni la...!
Yo no soy de Veracruz, aclara Porfirio Muñoz Ledo
Al mediodía y en conferencia de prensa, Porfirio Muñoz Ledo convino en que las candidaturas externas ``han sido extraordinariamente útiles para el partido''. Dio cifras para apoyar sus dichos.
Le preguntaron entonces sobre Morales Lechuga: ``Soy partidario de que este congreso no se envenene con discusiones de este tipo, con cuestiones que puedan dividirnos, porque no es la instancia competente... hay órganos en Veracruz. No podemos discutir casos ni personas, salvo cuando el congreso sea la última instancia'', señaló.
--¿Usted apoyaría la candidatura de Morales Lechuga?
--Yo no soy de Veracruz --astuto como es se sacudió--, no opinaré de candidaturas que no son de mi jurisdicción.
Adelantó que durante su intervención, anunciada para el sábado, hará un llamado a los congresistas ``para que no violentemos los derechos estatutarios de los compañeros de los distintos estados. Votar en un solo caso en vez, en sustitución o en contra, cualquiera de las tres hipótesis de los órganos estatutarios de un estado, me parece que es abrir una línea totalmente contraria a la legalidad democrática que profesamos''.
También Amalia García abonó en favor de las alianzas, en una intervención que le ganó muchísimos aplausos entre los delegados. Señaló que uno de los caminos a la transición es el de las rupturas. Enumeró, uno tras otro, los movimientos sociales que se sucedieron en el país y que no lograron romper el bloque duro del gobierno, no como lo consiguió la escisión del PRI registrada en 1987, precisamente cuando abandonaron ese partido Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador e Ifigenia Martínez, entre muchos otros.
``¿Qué hubiera pasado si ellos no hubieran roto?'', les dejó Amalia la pregunta para la reflexión. Pero hubo otros delegados que a lo largo del día estuvieron impugnando el pragmatismo en la política de alianzas y el desplazamiento de los militantes de los cargos de elección y de gobierno, en aras de privilegiar a los de afuera.
Aprendan a hablarle al pueblo
También en la mesa de Estrategia --una de las cuatro en las que se dividieron los congresistas--, en la que los perredistas, entre otras cosas, fijarán sus posiciones frente a Chiapas, PRI, PAN, el equilibrio de poderes, la transición, delegados de distintos puntos del país hicieron varios apuntes sobre las prácticas del perredismo. Antes, escucharon las reflexiones de Víctor Flores Olea, quien calificó al PRD como la organización que encarna ``una enorme promesa de democracia''.
Les dijo que en la etapa en la que vive el partido, es inevitable ``una dosis de pragmatismo'' y les comentó insistente sobre la importancia definitiva que en estos momentos tendrá para el perredismo su programa. ``Los principios tienen una profunda importancia en la oposición y también en el gobierno, pero no son suficientes para diseñar programas alternativos que le den consistencia a un partido de oposición que se convierte en gobierno. Esta es pues, (la elaboración de esas opciones alternativas), la tarea fundamental del PRD hacia el 2000''.
Estructura orgánica y cuadros
Después los delegados se metieron ya a la discusión de la Estrategia. Algunos alertaron sobre el clientelismo; otros más urgieron a que se consolide la estructura orgánica del partido; muchos se refirieron a la necesaria formación de cuadros, y otros más criticaron el hecho de que el PRD no se preocupe por capacitarlos para acceder a puestos de gobierno.
Un delegado de Nezahualcóyotl, Francisco Mora Molina, puso en entredicho incluso los métodos de elección de delegados. ``No quiero decir nombres, pero con votos ganamos nuestro lugar aquí y resulta que a quienes derrotamos también están aquí. ¡Eso no es democrático!''
Pero fue Severino Lora, del norte de Nayarit, el que sacudió al auditorio cuando pidió a los oradores que tanto su lenguaje como sus propuestas los pusieran al nivel de la gente, del pueblo:
``Nosotros no somos sabios ni conocemos de dialéctica ni manejamos al dedillo la historia universal. Tampoco leemos La Jornada ni hablamos como he oído aquí. Yo les pido a los sabios de la política que usen un lenguaje que responda a las necesidades del pueblo''.
Punzante terminó: ``Porque si no se responde, si se falla, hasta hasta la misma vieja, a pesar de los años juntos, lo termina dejando a uno''.