No deben dividir al PRD las alianzas electorales, dice López Obrador
Georgina Saldierna y Matilde Pérez U., enviadas, Oaxtepec, Mor., 18 de marzo Ť Al inaugurar los trabajos del cuarto Congreso Nacional del PRD, el presidente de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a los delegados a no permitir que el polémico tema de las alianzas electorales y la postulación de ex priístas los divida. Les pidió también definir un plan de acción para detener la escalada gubernamental contra el EZLN y hacer que las partes en el conflicto de Chiapas vuelvan a la mesa de negociación.
De cara a las elecciones del 2000, advirtió que el presidente Ernesto Zedillo ``ya dio el banderazo para apuntalar al PRI a costa de lo que sea. A todos los caciques les dio la consigna de ganar a cualquier precio; les extendió una patente de corso para hostigar a la oposición, pisotear las leyes, actuar con impunidad, y sobre todo para que gobiernos municipales y estatales pongan los recursos públicos al servicio de las campañas priístas''.
También aclaró: ``En la disputa por el poder, el PRI busca intensificar la burda campaña que nos coloca maniqueamente como el brazo político del zapatismo; con ello pretende desgastarnos hacia los procesos electorales de este año, pero sobre todo hacia el 2000. El PRD no es la cuarta versión del PRI; jamás será una redición, copia o imitación de éste, tampoco es una oposición similar al PAN, imágenes con la que tratan de lucrar políticamente nuestros adversarios''.
Ante más de un millar de militantes reunidos en el Centro de Convenciones de Oaxtepec y en un extenso discurso, López Obrador fijó su posición frente a los problemas nacionales y la estrategia política que debe seguir el PRD. ``El partido no ha estado envuelto en escándalos de corrupción ni de asesinatos políticos ni de narcotráfico, por eso en el tema de las alianzas y las candidaturas externas debe cuidarse que quienes ingresen o sean postulados cuenten con buena fama pública, porque el principal capital político del PRD es precisamente su congruencia y su limpieza''.
Recordó que la política ``tiene una parte impredecible y siempre está cargada de incertidumbre''. Por eso en el tema de las alianzas y las candidaturas externas lo más recomendable es no pretender aplicar reglas generales, sino decidir de acuerdo con las circunstancias y las características concretas de cada caso, insistió.
Aclaró que el PRD jamás renunciará a luchar por sus principios fundacionales, pero la época de reacomodos sociales y políticos exige flexibilidad. ``Mal haríamos si ante el inminente derrumbe del PRI nos situáramos al frente de los acontecimientos sin sopesar la realidad y sin tomar las decisiones políticas que ameritan las circunstancias. No debemos confundir la oportunidad para actuar y transformar, con el oportunismo que implica prescindir de ideas en busca de provecho personal o de grupo''.
Pidió que al abordarse el tema de las alianzas se conserve la unidad partidista y traten de alcanzar consensos. ``Pero si ello no se logra, lo mejor es llevar el caso a los máximos órganos de dirección, democratizar la decisión, consultar a las bases y asumir entre todos la responsabilidad. No es fácil que todos nos equivoquemos''.
Destacó que el PRD a nadie le da apoyos incondicionales. ``Si se le cumple al pueblo habrá respaldo político, pero si se cae en desviaciones y en prácticas contra las que estamos luchando no vacilaremos en deslindarnos y en exigir las responsabilidades legales correspondientes''.
Acompañado por los fundadores y ex presidentes del PRD Cuauhtémoc Cárdenas -quien volvió a manifestar su rechazo a la postulación de Ignacio Morales Lechuga- y Porfirio Muñoz Ledo, así como por los integrantes del CEN, el dirigente tabasqueño profundizó en el caso de Chiapas: ``No vamos a regatear nuestro apoyo para lograr una salida pacífica, justa y digna al conflicto''.
Alertó que el gobierno aplica ``muy irresponsablemente la máxima de que para alcanzar la paz hay que hacer primero la guerra. Con ello no sólo arriesga la paz en ese estado, sino también la estabilidad política de toda la República''.
Reiteró el llamado al gobierno para que ``sin vacilaciones ni temores irracionales'' atienda las condiciones mínimas planteadas por el EZLN para reanudar el diálogo, ``que es lo más sensato y el mejor camino para alcanzar la paz'', entre ellas impulsar la iniciativa de la Cocopa, retirar al Ejército donde genera temor y fricción, conceder la libertad a los zapatistas presos, nombrar un representante con autoridad suficiente para asumir compromisos y formar una comisión de mexicanos imparciales que avalen los nuevos resultados al reanudarse el diálogo entre las partes confrontadas.
En el contexto del 60 aniversario de la expropiación petrolera, López Obrador remarcó la posición del PRD: rechazo al proceso de privatización de Pemex y la industria petroquímica básica; ante la caída de los precios del petróleo, advirtió que no se permitirá que el gobierno extraiga más crudo de los ya sobrexplotados yacimientos.
Precisó parte de la estrategia que durante los próximos cuatro días será afinada con miras al 2000: lucha por la total independencia de los órganos electorales, para evitar que la Secretaría de Gobernación opere soterradamente; establecer candados al presupuesto público para que no se trafique con las necesidades del pueblo y se garanticen elecciones limpias y equitativas; eliminar la nueva censura y lograr la equidad informativa. Asimismo, no rechazar la participación del país en los bloques comerciales, pero que sea de acuerdo con la realidad nacional para aprovechar sus beneficios.
En la apertura del congreso se brindó un homenaje a Heberto Castillo y Valentín Campa, y se reconoció la labor de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. También estuvo marcado por el comienzo de una huelga de hambre de tres tabasqueños, cuyos derechos fueron suspendidos, y un grupo de campechanos que no fueron aceptados por no ser delegados.