La Jornada 19 de marzo de 1998

Se aparta la Conai de su labor mediadora, acusa Emilio Rabasa

José Gil Olmos Ť La Conai ``incumple'' con su función mediadora al promover las posiciones del EZLN y al asumir una posición ``francamente parcial'' en el conflicto de Chiapas, señaló el gobierno federal en una carta enviada ayer al presidente de esta instancia, el obispo Samuel Ruiz García, firmada por el coordinador para el diálogo, Emilio Rabasa Gamboa.

En respuesta a la evaluación crítica de la comisión sobre el papel del gobierno en el proceso de paz, y en la que habla de ``un proceso de desmantelamiento'' del marco jurídico del diálogo y de la posibilidad de una escalada militar en contra de los zapatistas, el gobierno señala que dicha instancia ``pierde la posición de objetividad, neutralidad y equidistancia que es consustancial a cualquier tarea de mediación''.

Asegura que ``lejos de ayudar al proceso de paz lo hace más complejo e incluso lo obstruye''. Sin embargo, a pregunta expresa, Rabasa estimó que por el momento el gobierno no piensa en desconocer a la Conai y rechazó contundentemente que siga una estrategia de provocación o ``acorralamiento'' para que el EZLN responda con las armas, o de propiciar una crisis en el diálogo de paz en Chiapas.

Al responder a los reporteros sobre si el gobierno sigue una estrategia de descalificación y provocación al EZLN, a Conai, Cocopa y PRD, Rabasa dijo: ``No es esto una provocación, es brindar y ofrecer objetividad a la información, a la opinión pública (...) No son descalificativos a un partido político o a la instancia mediadora. No los estamos descalificando, simple y sencillamente estamos precisando expresiones que tienen diversos actores en el conflicto, cuando consideramos que no están apegadas a la realidad. Decir que se prepara una salida de fuerza militar está totalmente desapegado de la realidad''.

En conferencia de prensa, Rabasa señaló que ``lamentaba profundamente'' que la comisión pusiera en entredicho su carácter mediador por el comunicado emitido el pasado martes. ``La Conai entiende de manera incorrecta las disposiciones constitucionales y legales que regulan el proceso de reforma constitucional, ya que la iniciativa del presidente Ernesto Zedillo cumple con los acuerdos de San Andrés. Consecuentemente, resulta temeraria y sin fundamento alguno la especulación de la Conai en el sentido de que la iniciativa presidencial abre la posibilidad de la derogación política y jurídica de la negociación y de acciones policiaco-militares...''.

En lo que catalogó como una ``invitación a la reflexión'' para que la comisión retome su papel de mediadora, el funcionario hizo un extrañamiento de la forma en que ésta evaluó la función gubernamental en el proceso de pacificación. ``Extraña que la Conai omita el señalamiento del incumplimiento por parte del EZLN de dichos acuerdos (de San Miguel), sobre todo en lo que se refiere a la continuidad del diálogo y a la suspensión y condicionamiento unilateral del mismo''.

Según el gobierno federal, la comisión ``se aparta de su función intermediadora'' porque lejos de acercar a las partes en conflicto, atrayéndolas hacia su espacio de reconciliación y paz, ``imputa indebidamente a una de ellas la responsabilidad de la crisis del diálogo olvidando todas las ocasiones en que el EZLN, unilateralmente, lo suspendió''. Aseguró que esta instancia ``carece de autoridad'' para indicar que las cuatro observaciones gubernamentales a la iniciativa elaborada por la Cocopa ``son una interpretación diferente de los propios acuerdos de San Andrés''.

Así, en relación al contenido de la iniciativa presidencial, el funcionario aseguró que la Conai ``se aparta de su función intermediadora al pretender erigirse en juez sobre el alcance y contenido de la iniciativa presidencial. De ninguna manera puede aceptarse la valoración que haga la Conai en su calidad de instancia mediadora. Menos aún si esa valoración está sesgada a favor del EZLN, al tomar como referencia el proyecto de la Cocopa sólo aprobado por dicha parte en el conflicto''.

Por ello, indica en la misiva que es improcedente de una instancia de intermediación ``desvirtuar la naturaleza de la Cocopa, expresamente definida en una ley del Congreso de la Unión como instancia de coadyuvancia, con funciones expresas''. Esto es, que sin facultad alguna, la Conai le atribuye a la Cocopa ``una calidad arbitral que en ningún lado la ley le ha señalado''.

A través de la carta enviada al obispo Ruiz, el negociador insiste en que dicha comisión ``se aparta'' de su función cuando omite ``deliberadamente'' todo el esfuerzo del gobierno federal para llegar a un consenso con el EZLN antes de presentar su iniciativa al Congreso. Sobre los puntos del incremento de militares en Chiapas y la existencia de los grupos paramilitares, que presagian una escalada de violencia, Rabasa Gamboa estima que la Conai omitió la propuesta gubernamental del ``reposicionamiento y redimensionamiento'' del Ejército Mexicano en la zona de conflicto a condición de que el EZLN acepte el diálogo ``mediante un procedimiento recíproco y bilateral de distensión y no como carácter unilateral, sin incluir medidas de distensión de la contraparte''.

Esto es, que se moverían las tropas de las comunidades simpatizantes del EZLN, si el grupo rebelde acepta no seguir con la instalación de ``municipios autónomos'', exigir pago de peaje en algunos caminos y conviene en reiniciar el diálogo con base en las cuatro observaciones del gobierno a la iniciativa elaborada por la Cocopa en materia de derechos y cultura indígenas. Mientras que de los grupos paramilitares, reitera la decisión de desarmar a los ``que alteran violentamente y con armas el orden vigente'', pero sin limitarse a un determinado grupo con exclusión de otros.