La Jornada jueves 19 de marzo de 1998

Fernando Benítez
La verdad sobre Chiapas

Según informe de la Comisión Internacional de Observación de los Derechos Humanos (CIODH) presentado en Madrid el martes pasado, la situación de los derechos humanos en Chiapas es de gravísimo deterioro. El informe recoge las conclusiones de 155 observadores internacionales que visitaron México el pasado mes de febrero.

Citaré algunos asertos que me parecen de gran importancia: ``El estado de Chiapas vive las consecuencias de una situación de profunda descomposición política y de preocupante desestructuración social. Desde todos los niveles se percibe cómo las estructuras institucionales son incapaces de asegurar la vigencia del estado de derecho y cómo la sociedad chiapaneca, y especialmente las comunidades indígenas, sufren las consecuencias de una situación generalizada de violencia y de impunidad''.

El informe enumera siete factores que han contribuido a generar dicha situación: la intensa militarización de la zona, la presencia de grupos paramilitares, la situación generalizada de impunidad, los obstáculos para el acceso a la justicia, la situación de miseria estructural que sufren las comunidades, la represión hacia las formas de organización de la sociedad civil y la falta de voluntad política para la búsqueda de una solución respetuosa con las demandas indígenas.

Son preocupantes las palabras de un miembro de la CIODH, Paloma Martín, en entrevista con El Universal, en el sentido de que la situación de las comunidades indígenas es de ``alerta roja''. Denunció que estas comunidades están recluidas en la selva, cercadas militarmente y sus miembros son detenidos, torturados y asesinados.