Solución, hasta donde lo permita la tolerancia, dijo el Presidente
Rosa Elvira Vargas, enviada, Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Concepción, Chile, 17 de marzo Ť El presidente Ernesto Zedillo negó que exista una guerra entre el Estado y la población indígena de Chiapas. Ante editores de diarios chilenos expuso que se trata de un problema social, un conflicto de carácter histórico que debe solucionarse ``dentro de los alcances que permitan la tolerancia y el buen sentido''.
Al término de un desayuno que cinco directores de medios impresos sostuvieron esta mañana con el mandatario mexicano, antes de partir hacia la sureña ciudad de Concepción, el editor de La Tercera, Fernando Paulsen, relató que Zedillo hizo énfasis en que no existe la más mínima intención del Estado mexicano de someter por la violencia a los indígenas de Chiapas.
Voceros presidenciales mexicanos ha-bían rechazado en primera instancia que Zedillo hubiese sido interrogado sobre el conflicto chiapaneco. Más tarde, sin embargo, accedieron y señalaron que el tema fue abordado y que el mandatario detalló el contenido de la iniciativa sobre derechos y cultura indígenas que envió el pasado fin de semana al Congreso. Dijo que ésta tiene como objetivos mejorar los derechos políticos, económicos, culturales y sociales de los 10 millones de indígenas que habitan en México.
Más tarde, en Concepción, donde junto con el presidente chileno Eduardo Frei inauguró la carretera de Itata, realizada por la compañía mexicana Tribasa, que ganó la licitación, el mandatario mexicano se refirió a las relaciones diplomáticas, comerciales y de inversión que hoy existen entre los dos países.
Esto es posible ahora, dijo, después de un periodo ``realmente oscuro y triste entre las relaciones de México y Chile como estados, mas nunca como pueblos''.
Con el viaje a esta ciudad, Zedillo puso fin este mediodía, tiempo de México, a la visita de Estado de dos días. Sin embargo, en un mes más estará de regreso para asistir a la Cumbre de las Américas que tendrá a Santiago como sede.
La reunión de mandatarios en abril estará marcada, como en mucho esta estancia de Zedillo, por el tema del libre comercio. Los ministros del ramo inician mañana una reunión en San José de Costa Rica para hacer los trabajos previos y lograr que en la cumbre se anuncie la determinación de iniciar negociaciones para un tratado continental de apertura comercial; ello, independientemente de que el presidente estadunidense Bill Clinton no consiguió el llamado fast track de parte del Congreso de su país.
En siete horas de conversaciones estrictamente privadas y sin testigos, ambos mandatarios aprovecharon para fijar criterios políticos en temas económicos y una posición común para lograr hechos concretos durante la segunda Cumbre de las Américas los días 18 y 19 de abril.
Encuentro con editores
Por la mañana, antes de volar a Concepción, Ernesto Zedillo tuvo un desayuno con los directores de los principales diarios de la derecha y la ultraderecha de este país, hecho que desconcertó a los demás medios, especialmente a los influyentes canales de televisión.
Según el director de Información Internacional de la Presidencia, Antonio Ocaranza, fue un desayuno para reanudar lazos de amistad con ``amigos personales'', entre ellos los directores de El Mercurio, su vespertino La Segunda, el rotativo La Tercera, el diario financiero Estrategia y la revista Qué Pasa.
De acuerdo con la agencia mexicana de noticias Notimex, Fernando Paulsen comentó que Zedillo respondió a preguntas relacionadas a la lucha contra el narcotráfico y la certificación estadunidense. En el primer punto, hizo énfasis en la posición mexicana en defensa de la soberanía nacional, así como la disposición a la cooperación internacional en la lucha antidroga.
``El Presidente fue `muy taxativo', agregó el periodista, en afirmar que a los estadunidenses siempre les había señalado que `el límite de la cooperación' con ellos era que no se metieran en los principios básicos del Estado mexicano''.
Particularmente, apuntó el mismo informante, el mandatario se refirió al rechazo mexicano a la violación de sus espacios territoriales con el pretexto de la búsqueda de droga, y a la portación de armas por los agentes de la DEA en territorio nacional.
Viaje a Concepción y despedida
En la carretera construida por Tribasa en Concepción se invirtieron alrededor de 250 millones de dólares, informó el director de la empresa, David Peñaloza Sandoval. Agregó que la constructora mexicana tiene los contratos para dos carreteras más, con concesiones de explotación por 25 años.
En conjunto, indicó, las tres obras requerirán una inversión de 750 millones de pesos y sólo una porción importante del Programa de Concesiones Viales puesta en ejecución por el gobierno chileno.
Al hablar bajo una gran carpa puesta al pie de la caseta de peaje, el presidente Zedillo dijo que hace pocos años hubiese sido impensable que inversionistas mexicanos, y para el caso chileno en México, se hubiesen aventurado a realizar inversiones tan importantes como esta carretera.
Por su parte, el mandatario chileno consideró a esta vía como otro puente más de la amistad con México. Son obras que cambian el rostro físico del país y dan ``mayor dignidad a la gente''.
``México y sus empresarios tienen confianza en Chile. Es más, con este país tenemos una visión similar del mundo'', estableció Frei.
Tras tomar parte en la ceremonia en Concepción, Zedillo, su esposa y su comitiva --entre quienes estaban los secretarios de Relaciones Exteriores y de Comercio, Rosario Green y Herminio Blanco, así como dirigentes empresariales-- iniciaron de inmediato el regreso a México, siendo despedido por Frei en Carriel sur, el aeropuerto local.