La Jornada 17 de marzo de 1998

Nuevos requisitos a activistas extranjeros de derechos humanos para viajar a la zona de conflicto

Blanche Petrich Ť Los activistas extranjeros de derechos humanos que pretenden viajar a México e incluir a Chiapas en su itinerario encuentran --desde hace poco más de un año-- obstáculos, nuevos requisitos y criterios dispares para la obtención de sus visas FM- 3.

Entre las sorpresas figura un cuestionario que pide al viajero informar con todo detalle a dónde piensa desplazarse, con quién planea entrevistarse y dónde y cuándo se realizarán estas entrevistas.

Se requiere también que la organización no gubernamental (ONG) esté registrada ante Naciones Unidas (ONU), cuando la mayoría de los organismos que operan en el mundo no lo están.

Los anteriores son ``requisitos sorprendentes, onerosos y sobre todo peligrosos para nuestros interlocutores en México cuando se trata de labores de derecho humanitario'', señala a La Jornada Joel Salomon, responsable de las investigaciones sobre México de Human Rights Watch.

Cuatro miembros del no gubernamental Latin American Workgroup de Estados Unidos tuvieron que cancelar un viaje de trabajo a México a partir del lunes 9 de marzo, con un itinerario que incluía Chiapas, debido a que el consulado mexicano en Washington les notificó que su solicitud de visa FM-3 había sido rechazada.

En la víspera de la fecha prevista para la salida del grupo, el viernes de la semana pasada, las autoridades consulares mexicanas les notificaron que ``siempre sí'' recibirían sus documentos de viaje, pero hasta el mes de abril. Por tanto, la gira ha quedado en suspenso.

El director jurídico de Human Rights Watch, Wilder Tyler, viajó el año pasado a México en misión oficial. Al tramitar su visa FM-3, el consulado en Nueva York le solicitó no sólo la habitual carta de acreditación de su institución, sino información precisa y detallada sobre su itinerario, agenda de trabajo y nombres de las personas con las que planeaba entrevistarse. José Miguel Vivanco, director para América Latina de la institución, tramitó su visa en Washington y no fue requerido de tantos detalles.

Meses después de este incidente Ana María Méndez, del Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), solicitó visa en Costa Rica para realizar labores de derechos humanos. La entrega de la visa FM-E (especial) que solicitó al consulado de San José con semanas de anticipación, se demoró hasta dos horas antes de la salida de su vuelo.

Exigen a las ONG estar registradas ante la ONU

En fechas recientes otro organismo estadunidense, Global Exchange, fue notificado por el consulado mexicano en San Francisco, que para obtener una visa FM-3 por sólo 30 días --a diferencia de las visas anuales que habitualmente se emiten--, los solicitantes tendrían que proporcionar su número de registro como ONG ante la Organización de Naciones Unidas.

En febrero de este año, Georges Bartoli, fotógrafo del diario francés L'Humanité, solicitó en París visa de periodista y advirtió que en su viaje de trabajo --que incluía Brasil y Argentina-- se trasladaría también a Chiapas. En París le informaron que ya que el trámite demoraría, el viajero podría pasar a recoger su visa en Brasil, antes de llegar a México.

Bartoli se reportó a los consulados mexicanos de Sao Paulo, Río de Janeiro y Buenos Aires, y en ninguno tenían conocimiento alguno de su trámite. Finalmente tuvo que ingresar y realizar su trabajo --sin problemas-- con visa de turista.

``No sabemos --comentó Joel Salomon, directivo en Latinoamérica de Human Rights Watch-- si las reglas para la obtención de visas para los grupos de trabajo humanitario han cambiado o si los consulados están actuando por su cuenta. No ha habido información oficial alguna en este sentido. Pero lo que podemos ver es que no hay criterios fijos y desde luego cada funcionario consular hace uso discrecional de los requisitos y las solicitudes''.

La diversidad de reglas, según la ciudad y el consulado, varían incluso en el precio. Mientras que en Nueva York una visa FM-3 cuesta 65 dólares, en San Francisco piden 71. Hasta haste poco, el documento era gratuito.

En Washington, los funcionarios consulares requieren verbalmente a los solicitantes que si su itinerario en México incluye Chiapas, lo hagan saber, ya que para ello ``se necesita un permiso especial''. Pero lo que más ha sorprendido y preocupado a los organismos humanitarios es el requisito de informar con todo detalle con quién se van a entrevistar los viajeros y a qué sitios, con fechas precisas, piensan trasladarse.

``Son requisitos no sólo onerosos sino peligrosos en las labores de derecho humanitario'', aclara Salomon.

``Nosotros no podemos exponer así a nuestros informantes'', señala.

En el caso de Wilder Tyler, jefe del jurídico de HRW, ``un poco de presión'' de la prestigiosa organización resolvió el problema. ``Pero mucho me temo que otros organismos menos influyentes no tengan los mecanismos de defensa que tenemos nosotros'', concluye Salomon.

A su vez, desde San Francisco, Ted Lewis, coordinador del proyecto México de Global Exchange, que organiza grupos de trabajadores voluntarios para el estudio y el monitoreo de la situación democrática y humanitaria en terceros países --además de realizar labores de defensa de los trabajadores migrantes en Estados Unidos-- señaló que sin previo aviso ni notificación oficial, el consulado mexicano les hizo saber que las FM-3 ya no serán de un año sino sólo para tres meses.

Lewis señala haber recibido una notificación del consulado, con fecha de julio del año pasado, enlistando los requisitos para la obtención de FM-3, entre ellos el de proporcionar el número de registro del organismo ante la ONU. ``Eso es insólito. En ningún país solicitan eso. Además, como es sabido, son muy pocas los organismos con representación en Naciones Unidas'', indica.

Especial vigilancia a las organizaciones religiosas

La no pertenencia a la ONU como ONG reconocida, fue esgrimida por el consulado en Washington como razón para negar las visas FM-3 del Latin American Working Group. Joey Olson, coordinadora de la frustrada gira de esta agrupación de más de 40 organismos estadunidenses interesados en América Latina --con grupos tan influyentes y diversos como el WOLA (de corte académico), la Iglesia Luterana estadunidense o School of the America's Watch--, explica que en la notificación inicial de que las visas para cuatro miembros de su grupo habían sido rechazadas, la representación consular mexicana argumentó que el grupo no tenía representación ante la ONU y que el gobierno mexicano consideraba al LAWG como una organización religiosa. Por lo tanto, su asunto debería ser tratado previamente por la dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.

``Nosotros les aclaramos que aunque algunos organismos del grupo son religiosos, como los luteranos, la organización en sí no tiene ese carácter. Después de entregarles un informe sobre nuestro plan de actividades en México, con qué instituciones tendríamos encuentros y a qué partes del país nos desplazaríamos, el consulado volvió a notificarnos que sí nos entregaría las visas pero que no sería en lo inmediato'', explicó Olson.