Retira EU agentes de la fuerza fronteriza bilateral; ``no hay seguridad''
David Aponte Ť Las operaciones de inteligencia de los agentes de la DEA, el FBI y el Servicio de Aduanas, en las Fuerzas Bilaterales de Tarea Fronterizas, fueron canceladas por razones de seguridad física de sus miembros y por ``sospechas'' de que sus contrapartes, algunos comandantes mexicanos, no son lo suficientemente confiables, de acuerdo con reportes de la agencia antinarcóticos y la embajada de Estados Unidos en México.
Los 22 agentes estadunidenses dejaron de colaborar en las Bilateral Border Task Force (BTF) -ya no entran a territorio mexicano-, debido a que el gobierno de México no les ha ofrecido las suficientes garantías de seguridad y sus enlaces mexicanos no tienen ``experiencia'' o algunos podrían tener nexos con los cárteles de la droga, indican.
La suspensión de los trabajos de inteligencia de los agentes antinarcóticos estadunidenses en la zona fronteriza con México ha sido confirmada por el propio administrador de la DEA, Thomas Constantine, y la senadora Dianne Feinstein ante el Congreso de estadunidense.
De acuerdo con los reportes de la DEA y de la representación diplomática de Washington en nuestro país, los elementos la agencia antinarcóticos, del FBI y del Servicio de Aduanas no volverán a las Fuerzas Bilaterales de Tarea Fronterizas hasta que las autoridades mexicanas ofrezcan garantías para la seguridad de los 22 agentes autorizados.
La semana pasada, el encargado de la embajada de Estados Unidos, Charles Brayshaw, dijo a la prensa que los encargados de la lucha contra las drogas de ambos países continuaban con las consultas y negociaciones sobre el tema de la seguridad de los agentes referidos, fundamentalmente de los que participan en las Task Force.
``Tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos estamos (sic) muy preocupados, muy preocupados, por el peligro que corren los agentes de policía estadunidenses y mexicanos que están afrontando este tráfico de drogas, y estamos hablando constantemente sobre cómo podemos mejorar la seguridad en los dos lados de la frontera'', expuso.
El diplomático no quiso dar más detalles sobre las pláticas y las medidas orientadas a la protección de los agentes de su país.
Las Fuerzas Fronterizas no funcionan desde principios del año pasado
En los hechos, las Fuerzas Fronterizas no han funcionado desde principios del año pasado, cuando tuvieron que ser desmanteladas por la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien fue acusado de tener vínculos con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes.
Los grupos trabajaban a lo largo de la frontera, principalmente en el intercambio de información e inteligencia sobre los movimientos de los cárteles de la droga que operan en ambos lados de la frontera. Los grupos de la BTF fueron ``reconstruidos'' en 1997, fundamentalmente en tres grandes oficinas con el apoyo de cinco ``satélites'': Tijuana, con enlaces en Mexicali, San Luis Río Colorado y Nogales, y Ciudad Juárez y Monterrey, con nexos en Reynosa y Matamoros.
La parte mexicana seleccionó, entrenó y asignó a 46 agentes en las tres unidades, con la posibilidad de ampliar el número hasta 70. La parte estadunidense destinó a 22 agentes de la DEA, el FBI y el Servicio de Aduanas.
El gobierno de México concedió a los elementos estadunidenses el estatus de no residentes, y les ofreció inmunidad consular para desarrollar sus tareas en el territorio nacional.
Recientemente, el Departamento de Estado informó que la parte mexicana había aceptado la participación de 150 militares, entrenados en ``reacción especial'', en las tres principales oficinas de las BTF. Los elementos del Ejército mexicano participarán en acciones de inteligencia antinarcóticos.
La embajada de México en Washington intentó desvirtuar la información con el argumento de que los militares mexicanos no formarían parte de los operativos, aunque sí tendrían posibilidades de colaboración con las fuerzas fronterizas.
Sin embargo, las agencias antidrogas de Estados Unidos decidieron que sus 22 agentes no participarán en las BTF hasta que el gobierno mexicano ofrezca las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de los mismos. Así, los elementos de la DEA, el FBI y el Servicio de Aduanas no cruzarán la frontera con México, como estaba planeado.
El administrador de la DEA, Thomas Constantine, dijo el pasado 26 de febrero ante el Senado que las Fuerzas Fronterizas representan una promesa en los programas de cooperación bilateral antidrogas. Desafortunadamente, las BTF no han sido puestas en marcha y los agentes estadunidenses dejaron sus lugares en las mismas, debido a que el remplazo de los agentes mexicanos corruptos ha sido lento y los nuevos que han sido designados no tienen capacidad suficiente.
``La experiencia de la DEA en Bolivia y Colombia muestra que, cuando los agentes locales trabajan lado a lado con los agentes estadunidenses, ambas partes resultan beneficiadas con la cooperación'', agregó en su testimonio.
El día 3 de este mes, la senadora Dianne Feinstein expresó que la cooperación bilateral ha sido afectada por la suspensión de los trabajos de las BTF, principalmente por la falta de confianza de los agentes de la DEA hacia sus contrapartes mexicanos -algunos de ellos han sido arrestados por tener nexos con el crimen organizado.
Con motivo de una iniciativa para desaprobar la certificación antidrogas del ejecutivo estadunidense, explicó que las Fuerzas de Tarea no operan ``porque algunos agentes mexicanos, regularmente comandantes, han estado bajo sospecha o han sido arrestados por tener nexos con organizaciones criminales''.
El gobierno de México no ha dado muestras de interés para reconstruir los referidos grupos, y la DEA cargó con el total de los costos hasta septiembre de 1997, dijo.
``Adicionalmente, el tema de la seguridad personal de los agentes de Estados Unidos -los elementos que trabajan en las BTF en México- no ha sido resuelto y, como resultado, las Fuerzas de Tarea no están en operación y no lo estarán hasta que el asunto de la seguridad sea resuelto'', expresó.
La legisladora agregó que otro problema es el que guarda relación con la baja calidad de los reportes de inteligencia entregados por la parte mexicana. ``Esta situación no ha permitido que las policías mexicanas ofrezcan un nivel adecuado de inmunidad y garantías de seguridad personal a los agentes especiales de Estados Unidos que trabajan en México''.