``Precaria'', la mayoría opositora en la Cámara, dice Muñoz Ledo
Mireya Cuéllar /I Ť Inmersa en una profunda reforma administrativa, pero sin agenda legislativa y con la ``sensación de parálisis'' en algunas áreas, la Cámara de Diputados comenzó ayer su segundo periodo ordinario de sesiones. Ser un contrapeso al poder del Ejecutivo -el sueño de la oposición- es un paso que no se ha podido dar; la mayoría opositora es ``precaria y está poco cohesionada''.
El diagnóstico es de Porfirio Muñoz Ledo, el nuevo presidente de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP), quien lo ofrece a pedazos, renuente. Quisiera que en la balanza se le diera un mayor peso a los logros, que no se desacreditara ``el esfuerzo que se está haciendo''.
Asume que el Poder Legislativo sólo podrá convertirse en un contrapeso con ``la cooperación del PAN y no estoy seguro de que la vayamos a tener. El proyecto del G4 era estratégico y ha sido muy vulnerado...es muy difícil el manejo de un órgano parlamentario en donde no hay mayoría''.
Porfirio Muñoz Ledo mira de reojo a cada momento su reloj. No sólo porque otro reportero está en la antesala -20 minutos, no más, advierte cuando empieza a correr la cinta de la grabadora-, parece incómodo en una oficina que hoy no es de nadie. Es el espacio que tradicionalmente correspondió al pomposamente llamado ``líder'' de la Cámara. Los libreros vacíos, las paredes blancas, las mesas excesivamente lustradas -ni un papel en ellas-. Nadie aporta un estilo a un lugar que se usa pasajeramente, por seis meses.
-¿Cuál es la agenda para este periodo de sesiones?
-La agenda está por definirse entre las fracciones parlamentarias. Necesitamos inventar un sistema de trabajo. La agenda legislativa la hacía el gobierno. Elaboraba las iniciativas independientemente de que algunas veces las presentara el PRI.
-¿Es delicado que inicie el periodo sin materia, sin saber bien qué van hacer?
-Eso ha ocurrido siempre, lo que pasa es que antes la sorpresa la daban el primer día. Vamos a legislar, pero todavía tenemos que armar un sistema y lo estamos haciendo sobre la marcha. Se debe entender que es la primera Cámara autónoma en la historia de este siglo. Todo está por inventarse.
Lo que no se vale -sube el tono de la voz, se pone de pie, pero regresa inmediatamente a la mesa donde la cinta recoge sus palabras- son las campañas de descrédito en contra de la Cámara. ¿De qué se trata? ¿Hay que decir que una Cámara dominada por la oposición no puede funcionar? ¡No lo van a lograr! Nosotros vamos a demostrar que una Cámara con mayoría opositora puede ser más funcional, más honorable y responder mejor a las iniciativas populares. Puede, sobre todo, representar un sistema de control.
-Hay en los pasillos de San Lázaro la impresión de que esta Cámara no camina. Las comisiones apenas están aprobando sus programas de trabajo, existe la expectativa de desaparecer algunas, los juicios políticos están detenidos... ¿Será que viven un pluralismo que todavía no saben cómo manejar?
-De saber, sí sabemos. Seguro que sí sabemos. El problema es que no se han creado todavía las condiciones políticas para que avancemos en un pluralismo funcional.
Que ``ya no mande el PRI'', gran avance
Voy a decir en qué se ha avanzado: es algo intangible; se dirá es poco, pero para mí, que he estudiado la historia del país, lo más importante que hay en un cambio es el sistema de toma decisiones y aquí ya no manda el PRI. Eso que parece muy fácil -dice en tono de reproche- ya lo logramos en 70 por ciento. Hay ciertas inercias, pero en casi todas las áreas, ¡ya no manda nadie!
Establecimos por vez primera un órgano de gobierno colegiado. Es un avance inmenso en la historia parlamentaria del país. Quien diga lo contrario falta a la verdad. Tenemos un programa consensado de modernización de la Cámara: remodelación física, nuevo sistema informático, sistema electrónico, una administración civil de carrera. Lo hemos hecho en seis meses y en medio de muchas broncas.
-Hay que convertirlo en realidad.
-¡Vamos a convertir eso en realidad! Pero para eso necesito el concurso de los partidos, solo no lo puedo hacer, tengo el apoyo de los diputados de mi fracción, pero aquí todo se tiene que consensar.
El proyecto de Ley Orgánica que elaboró Pablo Gómez contiene una reducción sustantiva de Comisiones, y yo estoy de acuerdo, pero la discusión todavía se está dando. Como nadie manda hay que consensar. Se tiene que lograr dignidad , independencia y funcionalidad. Ya establecí contactos con el Ejecutivo para un encuentro con la Cámara, ya se me transmitió la anuencia. Hay una agenda de relación con el Senado.
-¿Se hará la reducción de comisiones durante está legislatura? (Hay más de 60, cuando en otros parlamentos del mundo no llegan a 25).
-Vamos a discutirlo. Tengo que decir con toda franqueza que no sé. La propuesta de Pablo Gómez es de 19 comisiones (hay un espacio en blanco para una más) y cinco comités. Incluso en el PRD hay un debate porque algunos no quieren. Los que son presidentes de comisión no quieren que la suya desaparezca, eso en PRD, PAN y PRI.