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Mamogramas a partir de los 40

Las sociedades de cáncer en varios países del mundo recomiendan a las mujeres comenzar a hacerse mamogramas cada año a partir de los 40, para detectar cánceres incipientes.

A mediados de los 80, 11 mil 724 mujeres de esa edad se hicieron el mamograma cada 18 meses, y 14 mil 217 fueron identificadas sin hacerles esa prueba hasta seis años después. Durante 1994, los doctores diagnosticaron cáncer en 144 mujeres del primer grupo y en 155 del segundo; no hubo, pues, una diferencia porcentual marcada. Sin embargo, la tasa de mortalidad sí cambió: 18 mujeres del primer grupo fallecieron de cáncer y 40 del segundo.

En otro estudio, la tasa de mortalidad fue de dos terceras partes de mujeres a quienes se aplicaron mamogramas desde los 45 años, respecto de aquellas que no lo recibieron.

Algunos investigadores arguyen que los exámenes regulares a partir de los 40 años se disparan en cuanto a costos, pues el cáncer de mama usualmente se diagnostica entre los 50 y 60 años. Sin embargo, 69 por ciento de las mujeres en ambos estudios comenzaron con cánceres incipientes hacia los 40, hecho que demuestra la utilidad de los exámenes justo a esa edad. Mamogramas aplicados a tiempo pueden, sin duda, salvar muchas vidas.

Efectos secundarios de la quimioterapia

También hay investigaciones relacionadas con la administración de dosis de quimioterapia y de una droga hormonal llamada tamoxifen. Se estudiaron tres grupos: a 34 mujeres se les administraron altas dosis de quimioterapia y la droga mencionada; 36 recibieron ambos tratamientos con dosis estándar, y 34 estuvieron sin radiaciones ni fármacos.

Tras dos años de terapia se aplicaron pruebas para medir funciones cognitivas a los tres grupos. Ninguna mujer había presentado dificultades en ese terreno antes, pero 32 por ciento de las mujeres del primer grupo tenían deficiencias que incluían laxus en memoria y dificultad para la concentración; 17 por ciento del segundo, y sólo 9 por ciento del tercero.

Los investigadores sospechan que la quimioterapia está detrás de ésas manifestaciones y que el tamoxifen puede jugar su rol. Altas dosis de quimioterapia se recomiendan de modo creciente a mujeres con cáncer en mama. Se sabe que no siempre se curan, aunque tienen más probabilidades de sobrevivir, pero los investigadores hacen la advertencia sobre esos efectos secundarios. (Rocío Incera)