La Jornada 15 de marzo de 1998

Propondrá la Barragan Foundation firmar un convenio con México

Adriana Malvido Ť Con el ánimo de ``unificar esfuerzos'' para emprender una difusión completa y mundial de la obra de Luis Barragán, la Barragan Foundation de Suiza, nueva dueña de los derechos de autor y del archivo profesional del arquitecto tapatío, así como de la colección de fotografías que realizó sobre su obra Armando Salas Portugal, propondrá a México un convenio.

Así lo informa en entrevista Ernesto Canales Santos, recientemente nombrado por la empresa suiza como su apoderado y representante en México, quien asegura: ``El convenio tiene como finalidad una difusión de mayor alcance internacional de la obra de Barragán, en la que tanto México como Suiza participen''.

Asimismo, la Barragan Foundation cuenta ya con la asesoría legal de sus abogados en México. Se trata del conocido especialista en derechos de autor Gabriel Larrea Richerand, quien advierte: ``Estamos en un terreno de arena movediza y ya no es hora de lamentaciones sino de poner más atención a los derechos de autor como la columna vertebral de nuestro patrimonio cultural''.

Canales Santos, quien reside en la ciudad de Monterrey, accede a la entrevista, vía telefónica. En estos días vendrá a México para plantear su propuesta a la Fundación de Arquitectura Tapatía (FAT), heredera del archivo personal, la biblioteca y la Casa-Museo Luis Barragán.

``La Barragan Foundation realiza una obra monumental para difundir los trabajos de Luis Barragán; en ese sentido planteará a la FAT un amplio convenio de colaboración'', dice Canales Santos.

La primera parte del convenio, informa, propone que ambas fundaciones tengan acceso a lo que cada una posee. La Barragan Foundation quiere conocer lo que tiene la FAT y le otorgaría un ``derecho espejo'' correspondiente a ellos para que, a su vez, conozcan lo que está en Suiza.

La segunda parte, continúa, es que personas expertas designadas por cada fundación procedan al análisis de ambos archivos -el profesional en Suiza y el personal en Guadalajara-, para llegar a un acuerdo respecto del reconocimiento de la titularidad de los derechos y la autorización para su publicación. Es decir, ``un convenio que propone esclarecer los derechos de ambas partes''.

Claros, los derechos de los suizos

Para Larrea, los derechos adquiridos por la Barragan Foundation, cuando compró, son claros. Luego de analizar el testamento de Luis Barragán y los contratos de compra-venta, firmados en calidad de ``irrevocables'', llegó a la conclusión de que ``esta empresa o institución suiza es titular de los derechos autorales, tanto del maestro Barragán como del maestro Salas Portugal, y no sólo de los archivos contenidos en lo que ellos compraron, sino de los derechos de toda la obra del arquitecto, la posibilidad de reproducirlos y explotarlos con propósitos de lucro. Lo mismo en lo referente a las fotografías de Salas Portugal sobre el trabajo de Barragán''.

Es, advierte Larrea, ``como si fueran los herederos'', lo que infiere ``que tienen titularidad para autorizar o no la utilización de dichos acervos con fines de lucro o no''.

Cuando Federica Zanco, directora de la Barragan Foundation, vino a México el año pasado, solicitó a Larrea un análisis sobre la situación legal de los derechos de autor que había adquirido y sus alcances.

El resultado es un documento enviado a la Barragan Foundation, firmado por Gabriel y Manuel Larrea -sobrino del primero-, que dice en el segundo párrafo: ``El arquitecto Luis Barragán, mediante testamento público abierto y por legado específico, decidió legar en favor del señor Raúl Ferrera Torres todos sus derechos de autor y documentos, películas, dibujos, diseños, croquis, maquetas y originales de sus obras'', y por esto interpretan los abogados ``todo lo relativo al uso de su nombre artístico, imagen fotográfica, documentos y cartas -de los cuales es autor original- referentes a su vida privada y actividad artística''.

Más adelante citan la Ley Federal de Derechos de Autor, la cual establece que los derechos morales son inalienables, inembargables, imprescriptibles e irrenunciables; sin embargo, subrayan, la ley establece también que el ejercicio de dichos derechos corresponde al propio creador de la obra y a sus herederos y, por ello, agregan, ``el ejercicio de los derechos morales corresponde únicamente a la Fehlbaum Company, representada por la Barragan Foundation''.

En cuanto al archivo fotográfico Arquitectura de Luis Barragán, de Salas Portugal, en el documento se asegura que, al venderlo junto con los derechos de autor, se autoriza y encomienda ``en forma exclusiva el uso y explotación de todos estos derechos a la Barragan Foundation''.

--¿Qué derechos tienen los suizos con respecto al archivo personal de Barragán, cuya heredera es la FAT?

-La FAT tiene la propiedad física de ese archivo, pero los derechos de autor, la posibilidad de reproducir los documentos o de exhibirlos, son ya de la Barragan Foundation. Sin embargo, si los suizos quieren acceso a dicho acervo es necesario que la FAT los autorice. Y si la FAT quiere exhibirlos o reproducirlos no podrían hacerlo sino con la autorización suiza. Esto limita a las dos instituciones y por eso es necesario que lleguen a un acuerdo.

Lo mismo, advierten, se aplica a las casas creadas por Barragán, algunas de ellas con prestigio internacional, como la suya en Tacubaya, la Casa Gálvez, la Casa Gilardi, la Casa Rodríguez Luna o la Casa Prieto. ``Es decir, los dueños tienen la propiedad física de la casa, pero eso no los hace titulares de los derechos de autor, de manera que si quieren fotografiarla y vender las imágenes o difundirla, deben llegar a un acuerdo con la Barragan Foundation''.

-La Casa-Museo Luis Barragán fue declarada monumento artístico, patrimonio nacional, ¿no es un caso distinto?

-No. El decreto de patrimonio nacional no implica la expropiación de los derechos de autor.

El propio Canales Santos advierte en este sentido que el caso sería diferente sólo si ``hubiera una expropiación de los derechos de autor. Pero nadie habla de eso ni existen precedentes. Barragán fue libre al tomar su decisión''.

Respetar derechos de terceros

Continúa la entrevista con los Larrea.

-Si a Barragán lo hubieran declarado patrimonio nacional, como a Orozco, Rivera o Siqueiros, ¿hubieran podido salir sus archivos y sus derechos autorales?

-Difícilmente.

-¿Puede declararse a Barragán y a toda su obra monumento artístico?

-Se puede, pero tendrías que respetar derechos de terceros. Ahora ya sería hacia adelante.

-Si los dueños de la casa de Barragán, la FAT y el gobierno de Jalisco desean fotografiar, manejar la imagen, publicar folletos como cualquier otro museo...

Responde Manuel Larrea: ``Mientras esa fotografía sea tomada desde la calle, pueden hacerlo como con cualquier monumento, pero si son interiores, como para un libro que finalmente tendrá un lucro, si habría limitación''.

Por eso, insiste Gabriel Larrea, ``es necesario que firmen un convenio''.

-¿Qué ley se está aplicando?

-El Convenio de Berna en sus artículos sustantivos, firmado por 120 países, incluidos Suiza y México, así como las distintas leyes mexicanas, en este caso la Ley Federal de Derechos de Autor anterior, cuando se hicieron los contratos. El espíritu de estas leyes es la defensa del autor, sea nacional o extranjero; se trata de proteger el acervo mundial de obras. A eso vamos.

El Convenio de Berna, sin embargo, también maneja excepciones, como ``los derechos de cita'' aplicables -``siempre y cuando no interfieran con el mercado natural de la obra''-, por ejemplo, a periódicos o estudios académicos.

-¿No es una contradicción que la Barragan Foundation hable de difusión internacional a la obra y al mismo tiempo cierre el acceso al archivo hasta 1999? -se le pregunta a Canales Santos.

-Lo es. Y no es que esté cerrado, sino que, a falta de una amplia explicación legal, esto se ha prestado a interpretaciones. El magno trabajo que hace la fundación en Suiza requiere de una investigación que no ha podido realizarse completamente hasta llegar a un convenio con México, con la FAT.

Gabriel Larrea lanza un cuestionamiento: ``No hay que lamentarnos, sino capacitarnos. ¿Hasta dónde el Estado mismo no ha dejado de hacer un esfuerzo real o tener un mejor cuidado del patrimonio cultural? Dicen que el mejor lugar para estudiar la historia de México está en Austin, Texas. Son asuntos graves que merecen más atención. El fundamento de nuestra ley es cuidar el patrimonio vía el derecho autoral. Sin embargo, hay artistas, como Barragán, cuya creación es de alcance internacional, ¿cómo lo limitas?''

Se le pide una opinión personal. Responde: ``No me preguntes si estuvo bien o mal. Así está''.