Hace dos semanas, en Chiapas, la Secretaría de Gobernación, las estructuras locales del PRI, los maestros afiliados al PRI, las agrupaciones de empresarios, abogados y ``agricultores'' priístas y, desde luego, el gobernador sustituto del ex gobernador interino (Roberto Albores Guillén), iniciaron una ``consulta popular'' --con mariachis, cantantes y grupos de baile, y cientos de campesinos acarreados, como en aquellos tiempos...--, con el propósito de someter a plebiscito, que no se atreve a decir su nombre, un Acuerdo Estatal para la Reconciliación...
Los puntos básicos del acuerdo que presuntamente busca la reconciliación de los chiapanecos son cuatro: 1. Aplicación de la ley; 2. Seguridad ``en todos los rincones del estado''; 3. Reactivación económica; 4. Elecciones limpias (las municipales de octubre).
--Se trata de un curioso acuerdo de reconciliación, en el que no aparece la palabra ``diálogo'' --dice el tonto del pueblo--. ¿Cómo te puedes reconciliar sin diálogo?
--Luego te explico --dice Emma Thomas. Y exhala un anillo de humo azul.
Hace dos semanas la Secretaría de Gobernación, los miembros del gabinete de seguridad nacional y del gabinete económico del doctor Zedillo, las agrupaciones nacionales de empresarios y comerciantes, y en diversos momentos el propio doctor Zedillo en persona, iniciaron una serie de encuentros nocturnos en Los Pinos.
Dos fueron los temas predominantes: el fantasma del desastre financiero que se cierne sobre México, pero sobre todo la necesidad de tomar ya una decisión ``definitiva'' acerca de Chiapas.
En medios legislativos se dice que otras reuniones de la misma índole se llevaron a cabo en diversos estados de la República.
El tonto del pueblo desconoce a qué tipo de acuerdos llegaron en lo referente a la economía, pero en lo que respecta a Chiapas, la consulta privada fue por demás fructífera. En consecuencia, en un banquete que le ofreció ayer la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el presidente Ernesto Zedillo anunció que mañana, domingo 15 de marzo --fecha que abre una nueva etapa en la historia de México--, enviará al Congreso su proyecto de reforma constitucional sobre derechos y cultura indígena.
Mañana, en una solemne ceremonia que tendrá lugar en el Polyforum de Tuxtla Gutiérrez --en el mismo recinto donde el 8 de diciembre de 1994 tomó posesión Eduardo Robledo--, en horas de la mañana y en presencia de las fuerzas vivas que lo hicieron ``realidad'', el gobernador sustituto Roberto Albores Guillén, sin mecanismos legales de por medio, pondrá en marcha su Acuerdo Estatal para la Reconciliación y la Paz en Chiapas.
De este modo, Albores Guillén entregará con la mano izquierda y recibirá con la mano derecha el supuesto ``mandato popular'' de reprimir a los zapatistas. ¿Cómo? Invocando los puntos primero y segundo del ``acuerdo''.
Uno: ``Aplicación de la ley'', o lo que es lo mismo, ``se impedirá la toma de oficinas, el bloqueo de carreteras y el cobro de peajes''.
Y, dos: Llevando ``seguridad a todos los rincones del estado''.
El punto número uno alude a los 38 municipios autónomos, creados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a los cuales una insistente propaganda culpa de violar la libertad de tránsito, exigiendo cuotas a los indígenas del PRI que deseen pasar por ``territorios zapatistas''. El argumento, como se ve, sirve para ilustrar los cacareados ``peligros'' de la autonomía que según esto ``amenaza con balcanizar al país''. El problema que atenta contra la credibilidad de esta tesis es que nadie ha presentado una sola evidencia que pruebe lo dicho.
No obstante, a partir de mañana el ``gobierno'' de Chiapas tendrá ya un pretexto --que no se apoya en base jurídica alguna-- para llevar ``seguridad a todos los rincones del estado''.
--O más bien --dice el tonto del pueblo--, para tener un agente de Seguridad Pública en cada uno de los rincones del estado.
--¡Ay! --dice la Thomas--, ¿qué no los tienen ya?
--No, señora: todavía les faltan los cinco Aguascalientes y La Realidad...
Mañana el Ejecutivo federal enviará al Congreso su propia iniciativa de ley sobre los acuerdos de San Andrés, que desplaza, y de hecho cancela, el anteproyecto de reforma constitucional de la Cocopa. Y al mismo tiempo, excluye a la Cocopa, la vuelve inútil.
De acuerdo con especialistas consultados por el tonto del pueblo, el borrador de la Ley Labastida entrará por el Senado de la República, porque es allí donde el PRI cuenta con mayoría absoluta. Y una vez aprobado bajo el peso de la aplanadora priísta --y con las observaciones que tengan a bien incorporarle los patricios de Acción Nacional--, el texto bajará a la Cámara de Diputados, en donde la alianza del PRI, del PAN y del Partido Verde Ecologista no alcanzará a reunir 66 por cientos de los votos que exige la ley para que se pueda modificar el texto de la Carta Magna.
El PRD, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, votará en contra de la Ley Labastida, pero no podrá impedir que el régimen la promulgue como ley. Y cuando el régimen efectivamente la promulgue como ley, dejará de tener vigor la Ley para el Diálogo, que reconoce al EZLN como un interlocutor válido, acepta la legitimidad de sus demandas y mantiene en suspenso las órdenes de aprehensión que pesan sobre sus dirigentes.
¿Y entonces?
Hace unos días --consigna El Financiero de ayer en sus páginas 42 y 43--, un elemento del Ejército Mexicano tuvo en la mira telescópica de su rifle al vocero principal de los zapatistas. ``El índice firme del militar esperaba una sola instrucción para jalar el gatillo y asestar un impacto letal en el cuerpo de un personaje histórico: el subcomandante Marcos. Por algunos momentos, el soldado acariciaba la idea de convertirse en uno de los actores principales del desenlace del conflicto en el sureste mexicano'', escribe el reportero Alejandro Suverza, y agrega: ``La orden nunca llegó, pero ese entorno permanece''.
En la misma edición de ese diario, el relato de Suverza es comentado con elogios por el periodista Javier Ibarrola, que en su columna ``Fuerzas Armadas'' habitualmente maneja información privilegiada del Ejército.
El testimonio de marras coincide con reportes de organismos no gubernamentales, destacados en Chiapas, que en las últimas semanas han constatado la presencia de comandos especiales en las montañas cercanas a La Realidad, en donde los servicios de inteligencia militar estiman que se desplaza el subcomandante Marcos.
Por otra parte, desde Oslo, capital de Noruega, la organización Jane's Intelligence Review comunicó al Frente Mexicano pro Derechos Humanos que en Chiapas, el 12 de febrero de este año, las tropas del Ejército Mexicano que pasaron por La Realidad ``llevaban máscaras antigás y tubos para lanzar gases tóxicos, lo que indica que desde esa fecha han sido emplazadas esas armas para una ofensiva en contra del EZLN'' (nota de Triunfo Elizalde, La Jornada 13/III/98).
Para Jane's Intelligencie Review, los cañones de largo alcance que también fueron vistos en aquellos lugares sugieren que aparentemente ``va a ser bombardeada la zona donde se encuentran los guerrilleros, y van a ser masivas las descargas área por área''. Además, añade, ``al paso de las tropas por La Realidad se detectaron vehículos para control de la población civil (instrumentos que lanzan gases lacrimógenos y chorros de agua), lo que indica que se teme que la población civil proteste cuando se inicie la ofensiva''.
Para los estrategas gubernamentales, el EZLN ``cuenta con 300 tropas de élite, dos mil milicianos (población civil dispuesta a tomar las armas) y diez mil indígenas de base social'', según fuentes de inteligencia que hablaron con el enviado de El Financiero. ``De las 300 tropas de élite, se estima que un grupo de 20 efectivos zapatistas permanecen al lado del subcomandante Marcos'' y que en la táctica empleada por el EZLN, los zapatistas ``se distribuyen en microcélulas con una distancia entre sí de dos kilómetros''.
El anónimo informante precisa:
``Los desplazamientos son sincronizados de tal forma que si una célula se mueve, las otras también lo hacen para quedar ubicadas a la misma distancia y así poder agruparse rápidamente en una situación de enfrentamiento''.
Pero en todos los diagnósticos oficiales la conclusión es la misma: el EZLN no representa un problema militar. Su cuerpo de élite se reduce a 300 combatientes, armados de AK-47 (cuerno de chivo), R-15 (fusil de asalto), M-1 (rifle de largo alcance) y escopetas, mientras que los milicianos, que no pasan de 2 mil, portan rifles calibre 22 (El Financiero, Idem).
Mientras tanto, la campaña contra los extranjeros continúa viento en popa y los paramilitares han comenzado a actuar como voluntarios del Instituto Nacional de Migración.
Este jueves, en San Cristóbal de las Casas, un turista italiano llamado Massimo Boldrini denunció que en fecha reciente fue detenido en San Jerónimo Tulijá, norte de Chiapas, por ``jóvenes paramilitares del grupo Chinchulines'', quienes le amarraron los brazos con una cuerda, lo llevaron al campamento militar de la localidad y, por instrucciones de un oficial del Ejército Mexicano, lo condujeron finalmente al puesto de Migración ubicado en Chancalá, cerca de Palenque.
Pero el mismo jueves, mientras el turista relataba su aventura en una conferencia de prensa, los agentes de Migración en el propio ejido de San Jerónimo Tulijá atraparon a tres mujeres: una turista estadunidense, una suiza y una francesa. Las tres fueron trasladadas a Tuxtla Gutiérrez, en donde las metieron en un avión, las trajeron a la ciudad de México y, antes de ponerlas en libertad, les dieron cinco días para salir de ``nuestras'' fronteras.
En la playa de Puerto Madero, simultáneamente, la migra detuvo a un bañista de nacionalidad francesa, Ahmed Bakoura, a quien de acuerdo con la Secretaría de Gobernación se le buscaba porque en 1996 ``invitó a las comunidades indígenas a participar en un encuentro internacional contra el neoliberalismo'', y más tarde ``fue visto en una manifestación de indígenas en Oaxaca'', teniendo en su poder ``únicamente documentos migratorios de turista, que sólo le permiten realizar actividades culturales, artísticas o deportivas''.
Entonces, ¿qué sigue, cuál será el próximo movimiento de la administración del doctor Zedillo, cuando la Ley Labastida forme parte del cuerpo de la Constitución? Para algunos especialistas, en ese momento el régimen solicitará la rendición del EZLN, expidiendo una ley de amnistía que podría beneficiar sobre todo a los paramilitares, a aquellos paramilitares que ya son perseguidos por la Procuraduría General de la República.
Para las voces consultadas por el tonto del pueblo --``y no por cierto mediante la ouija'', me dice--, la ``autoridad'' podría combinar ambas variantes: atacar a los soldados de élite del EZLN, y en particular al subcomandante Marcos, y abrir alguna vía de escape legal para los milicianos y las bases de apoyo, a fin de estimular la desbandada.
Una combinación de variantes, en pocas palabras.
Lo malo del caso es que ninguna de las alternativas trazadas por Gobernación y aprobadas por el Ejecutivo resolverá la profunda crisis de Chiapas.
¿Y entonces?
Pasado mañana, el Frente Zapatista de Liberación Nacional comenzará una caminata de cien horas continuas en el Zócalo para establecer un punto de confluencia pública entre todas aquellas personas y organizaciones interesadas en emprender un último esfuerzo más --nótese el matiz: ``un último esfuerzo más''-- por evitar lo que se vislumbra.