La Jornada 14 de marzo de 1998

``Problema del EZLN'', si no la acepta: fuentes de Gobernación

Jesusa Cervantes Ť La iniciativa sobre derechos y cultura indígenas, que el Ejecutivo federal enviará este domingo al Congreso de la Unión, contiene las cuatro observaciones que hizo el gobierno a la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), algunos puntos que ésta estableció en su propuesta y es un reflejo ``fiel'' de los acuerdos de San Andrés, informaron fuentes de la Secretaría de Gobernación.

Agregaron que dicho documento ``no contiene las propuestas'' de los cinco partidos políticos (PRI, PAN, PRD, PT y PVEM), y que fue luego de escuchar las opiniones de todas las dirigencias que se procedió a elaborar la propuesta gubernamental.

Luego de que el presidente Ernesto Zedillo envíe la iniciativa al Congreso de la Unión, ésta será dada a conocer en el transcurso del domingo por Labastida Ochoa en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación.

Las cuatro observaciones del gobierno se enmarcan en los temas autonomía, comunicaciones, educación y administración de recursos naturales. La propuesta incluye además párrafos textuales de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, comentaron las fuentes.

De acuerdo con ellas, ``las pláticas que se realizaron desde la semana pasada con miembros de las dirigencias de los partidos políticos, y las opiniones de éstos, originaron que el gobierno no incluyera sus propuestas y se basara únicamente en la propuesta de la Cocopa y las cuatro observaciones gubernamentales''.

Las pláticas con el PRD se realizaron la semana pasada, fuera de las oficinas de Gobernación; ahí asistieron el secretario general de ese partido, Jesús Ortega; el coordinador de los diputados perredistas, Porfirio Muñoz Ledo, y los senadores Amalia García y Carlos Payán. El dirigente nacional perredista Andrés Manuel López Obrador nunca asistió a los encuentros, según comentaron las fuentes.

Explicaron que la iniciativa concentra también parte del discurso que el Presidente de la República pronunció el 22 de mayo de 1996, durante la lectura de las conclusiones de la Consulta Nacional sobre Derechos y Participación Indígena, misma que duró tres meses.

Sobre el concepto de autonomía, se establece que ésta ``no atente contra la soberanía de la nación ni contra su unidad. Un concepto que no entrañe un retroceso a fueros anacrónicos, ni a excepciones al estado de derecho''.

Esto significa que las comunidades podrán elegir a sus representantes conforme a su cultura, usos y tradiciones para dirimir y conciliar los asuntos que les competen.

El concepto de autonomía así entendido, establece el gobierno, guarda afinidad con los principios constitucionales que dan origen al municipio libre como unidad política del Estado nacional, y también dan sustento al ejido y a la comunidad agraria.

La presentación de la iniciativa presidencial ante el Congreso de la Unión, señalaron las fuentes, no significa un riesgo político para el gobierno, y en todo caso ``será un problema del Ejército Zapatista de Liberación Nacional si no la acepta, al igual que el de sentarse a la mesa de las negociaciones''.

Si el grupo armado no acepta --añadieron las fuentes-- no será un problema para el gobierno, ni siquiera hacia el exterior, porque ``el EZLN no es un escándalo; escándalo el de Acteal''.

Fallaron los operadores

Las fuentes explicaron que la intención de presentar la iniciativa presidencial prácticamente estaba anunciada en el discurso de toma de posesión de Labastida Ochoa como secretario de Gobernación, luego de que comentó que el Ejecutivo lo había instruido para presentar una nueva estrategia para Chiapas.

Los operadores políticos de la anterior administración en la secretaría --dijeron-- fallaron. En cambio, nosotros logramos elaborar ``la ofensiva política por la paz'' hacia el EZLN, que es la iniciativa de ley. ``El Presidente pidió una nueva estrategia, nosotros los operadores opinamos y finalmente el Ejecutivo nos dio nuevas instrucciones''.

Las mismas fuentes expresaron que ``si Sebastián Guillén, alias Marcos, se sienta un día en la noche con sus ramitas y piensa en términos realistas, no de revolucionario sino de luchador social, en las reformas constitucionales que proponemos, que implementaremos y en los beneficios que traerán a los indígenas, seguramente estará de acuerdo con ellas''.

Aunque el EZLN no acepte la reforma, consideraron, el gobierno insistirá en que se siente a dialogar, ``y si no lo quiere hacer, el problema es de él''. Comentaron que en todo caso el conflicto continuaría, pero ``lo mismo ocurre en algunas partes de Europa (donde tienen focos de conflicto sin resolver desde hace algunos años)''.

Luego, las fuentes se preguntaron: ``¿Pero cuál es el problema de Marcos? ¿Qué es lo que le preocupa? ¿Cree él que representa realmente a los 10 millones de indígenas, a las 56 etnias? No'', se respondieron, para insistir en que los indígenas de Chiapas no son los de todo el país y que la ley beneficiará a todos.

Finalmente, las fuentes dijeron: ``El gobierno cumplirá los acuerdos de San Andrés Larráinzar, no va a aplicar la fuerza contra el EZLN, no atacará a sus miembros porque hay una ley que los respalda y vamos a hacer que el estado de derecho funcione en Chiapas''.