MURIO BARBARROJA
Pl, Afp, Ap, Dpa y Reuters, La Habana, 12 de marzo Ť El enigmático comandante cubano Manuel Piñeiro Losada, Barbarroja falleció esta madrugada a consecuencia de un accidente automovilístico, y fue sepultado esta misma tarde en una ceremonia a la que asistió el presidente Fidel Castro, y en la que se destacó que fue ``un valioso baluarte para las misiones del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara''.
La agencia Pl refirió únicamente que Piñeiro, uno de los gestores de los órganos de seguridad del Estado y de la Dirección General de Inteligencia, falleció a consecuencia de un accidente de tránsito. Trascendió que el accidente ocurrió anoche al filo de las 22:30 de la noche, en las calles séptima y 24, del exclusivo barrio habanero de Miramar.
El comandante Barbarroja, apodado así por la frondosa y pelirroja barba de su juventud, había abandonado la embajada mexicana, donde se ofreció una recepción de despedida al embajador mexicano saliente, Claude Heller, quien fue nombrado representante de su gobierno ante la Organización de Estados Americanos.
En un principio, fuentes diplomáticas indicaron que Piñeiro, quien desde su cargo como viceministro primero del Interior, estuvo encargado de la preparación logística y la retaguardia en Cuba de las guerrillas del Che en el Congo y Bolivia, sufrió un infarto mientras conducía su automóvil al dirigirse a su casa.
Pero familiares del comandante Barbarroja, citados por Reuters, señalaron que éste estrelló su automóvil aparentemente después de desmayarse mientras conducía. Fue trasladado al hospital, donde murió dos horas más tarde. Su cuerpo fue velado en una céntrica funeraria del barrio del Vedado y sepultado esta tarde en el Mausoleo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el cementerio Colón, en una ceremonia en la que el general del división y subjefe del ejército, Samuel Rudiles, sostuvo que con su muerte, el Partido Comunista de Cuba ``pierde a un activo militante y la revolución a un veterano soldado''.
Asistieron también al funeral el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, el canciller Roberto Robaina, numerosos oficiales de alto rango, intelectuales, sacerdotes, académicos, buena parte del cuerpo diplomático latinoameriano y gente del pueblo, así como un nutrido grupo de periodistas extranjeros.
Al destacar la trayectoria revolucionaria del comandante Barbarroja, Rudiles dijo que su ex compañero de armas ``con la misma responsabilidad y entrega, mantuvo relaciones con movimientos progresistas de este continente y fue un valioso baluarte para las misiones del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara''.
Al término del sepelio, el presidente Fidel Castro charló con la viuda de Piñeiro, la escritora chilena marxista Marta Harnecker.
Trayectoria de un viejo amigo de AL
Piñeiro, quien este sábado hubiera cumplido 64 años, figuró entre los fundadores del Movimiento 26 de Julio en la oriental localidad de Matanzas, su ciudad natal, donde desde 1954 se involucró en acciones de sabotaje contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Colaboró además en el envío de armas a la Sierra Maestra, bastión del ejército rebelde en el oriente del país, para incorporarse a ese frente en mayo de 1957. Fundador del II Frente Oriental Frank País, Barbarroja fue nombrado comandante del ejército rebelde a finales de 1958, y al triunfo de la revolución, el año siguiente, asumió la jefatura de la plaza militar en la antigua provincia de Oriente.
Estuvo al frente de la Dirección General de Inteligencia hasta su nombramiento como viceministro primero del Interior, en 1970, desde donde estuvo a cargo de la Dirección General de Liberación Nacional, desde su creación hasta 1974, cuando se constituyó el Departamento de América del Comité Central del Partido Comunista, que también encabezó hasta 1992.
El veterano comandante, quien fue miembro del Comité Central del Partido Comunista desde su constitución en 1965 hasta octubre pasado, fue considerado por los servicios de espionaje estadunidenses como una personalidad clave en lo referente al apoyo cubano a los movimientos de liberación nacional a través del mundo, pero en especial de América Latina, donde Cuba respaldó activamente a los grupos guerrilleros de Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Su influencia política pareció disminuir cuando a principios de esta década, tras el colapso de la URSS, el presidente Castro dejó en claro que Cuba no seguiría más su estrategia de ``exportar la revolución'' sino que se concentraría más, en cambio, en salvar la suya propia. Con ocasión del traslado de los restos del Che a la isla, Barbarroja rompió un silencio de más de tres décadas sobre su relación con el legendario guerrillero argentino-cubano y concedió varias entrevistas sobre el tema.
Apenas la semana pasada, la revista Intercontinental publicó un entrevista en la que Piñeiro señaló que el escritor francés Regis Debray no delató la presencia del Che en Bolivia, pero si dió información sobre ``el carácter continental del movimiento emprendido'' en esa nación sudamericana.
Expuso que el Che no tenía vocación mística ni de mártir, sino que ``era muy altruista y temerario, tanto que el compañero Fidel (Castro) calificó su audacia como su talón de Aquiles''.
Al rechazar la interpretación hecha por el mexicano Jorge G. Castañeda, Barbarroja señaló que el Che era ``un hombre que defendía su vida, consciente de lo que ella significaba para el proyecto revolucionario, y estaba decidido a venderla muy cara frente a nuestros enemigos''.
Al lamentar el deceso de Piñeiro, el ex comandante insurgente salvadoreño Shafick Handal recordó que éste apoyó desde la ONU los esfuerzos para poner fin a la guerra civil en su país, durante la cual también gestionó atención médica para los combatientes del FMLN, en tanto que el ex guerrillero tupamaro uruguayo José Múgica lo calificó como ``un viejo amigo de América Latina''.
En otros asuntos, con motivo del segundo aniversario de la ley Helms-Burton, con la que Estados Unidos pretende internacionalizar el bloqueo impuesto a la isla hace más de tres décadas, el representante anticastrista Lincoln Díaz Balart advirtió que ``no vamos a levantar el embargo porque estamos convencidos de que va a constituir un instrumento indispensable de presión tras la muerte de Castro''
Ante ello, el congresista Esteban Torres replicó, durante un debate en un subcomité del Congreso, que la Helms ``es una mala ley y ha llegado el momento de cambiarla''.