Carrillo Castro: Saramago, libre de ir a Chiapas; ``no hay delito de opinión''
José Gil Olmos Ť En México no existe el ``delito de opinión'', aseguró ayer el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Alejandro Carrillo Castro, al referirse a la presencia en el país del escritor lusitano José Saramago, quien ha manifestado su deseo de viajar a Chiapas una vez que concluyan sus conferencias en Guadalajara y el Distrito Federal.
Por otra parte, de los dos militares hondureños detenidos en la frontera con Guatemala y que pidieron asilo a México, el funcionario de la Secretaría de Gobernación informó que ya se encuentran en la ciudad de México y se analiza si se les otorgará dicha calidad migratoria.
Mientras tanto, informó que se les otorgó una visa que les permite trabajar para sostener sus propios gastos, y rechazó las versiones ``imaginarias'' de que sean instructores del EZLN o de los grupos paramilitares en Chiapas.
Entrevistado luego de una reunión que sostuvo con el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, el funcionario dijo que es muy ``satisfactorio'' para el país la visita del escritor portugués Saramago, quien a su llegada fue advertido por el propio Carrillo de que tendría que respetar las leyes en sus conferencias o en su estancia en Chiapas.
Saramago, al llegar a Guadalajara el pasado día 8, en una entrevista declaró que ``no debía más respeto al gobierno de México que a los indios de Chiapas'', y cuestionó los criterios oficiales de injerencia al preguntar si un embajador, o el presidente del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional al dictar las condiciones (económicas) a un país, no se inmiscuye más que un ciudadano que tiene la obligación de preocuparse por lo que pasa en su derredor.
``Nosotros --dijo Carrillo-- queremos ser muy claros al respecto. No existe ninguna persecución por delitos de opinión, no existe el delito de opinión para efectos del Instituto Nacional de Migración. Los extranjeros que nos visitan tienen y gozan de todas las prerrogativas, las libertades y garantías que nuestra Constitución establece en su artículo primero''.
Indicó que es muy satisfactorio que un literato como Saramago esté en el país para dar conferencias, y que tiene todas las libertades, si así lo ha decidido, para viajar a la zona de conflicto de Chiapas, aunque tenga visa de turista.
Argumentó ``que ha sido más bien el interés de algunas personas o de algunos grupos el señalar al Estado mexicano de ponerles cortapisas a quienes nos vienen a visitar, precisamente para realizar tareas culturales, con la visa de turista que están autorizados, y los equiparen a quienes cometen una violación a nuestras leyes''.
En este sentido, advirtió que no constituye ningún delito dar opiniones sobre lo que está ocurriendo en el país al dictar las conferencias.
``Quienes han inventado el conflicto son los que quisieran magnificar, o no entiendo cuál es la razón por la cual quieren inventar problemas donde no existen'', respondió cuando se le recordó que Saramago viajará a Chiapas en los próximos días.
En este contexto, dijo que los autores del libro Marcos, la genial impostura, Bertrand de Lagrange y Maite Rico, también pueden emitir su opiniones sobre México porque tienen su visa de corresponsales.
Respecto de los diez extranjeros que se investigaba si habían tenido actividades políticas en Chiapas, insistió en que no existen ``listas'' preparadas sobre los extranjeros que vayan a ser expulsados, y que sólo quedan ocho de éstos, de los cuales cuatro ya comprobaron su calidad migratoria.