Jaime Zabludovsky: somos una economía ``despetrolizada''
David Aponte y Patricia Muñoz Ť Las representaciones comerciales de México, Estados Unidos y Canadá negocian la segunda aceleración del Tratado de Libre Comercio (TLC), fundamentalmente la desgravación arancelaria de algunos productos, con la anuencia de los sectores productivos nacionales, informó ayer el subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secretaría de Comercio, Jaime Zabludovsky.
Actualmente las partes exploran ``algunos productos que pudiesen desgravarse más rápidamente de lo que está previsto en el calendario originalmente negociado e instrumentado en el TLC'', mencionó.
El funcionario explicó que las representaciones comerciales de los tres países han iniciado conversaciones internas y externas. De hecho, hubo una convocatoria en el Diario Oficial de la Federación para que los sectores productivos mexicanos expresaran sus puntos de vista sobre la eventual aceleración del acuerdo.
``En su momento, cuando tengamos el paquete para una probable negociación, volveremos a hacer consultas con el sector productivo mexicano. El principio es muy claro: éste es un esfuerzo voluntario y sólo se acelerará la desgravación de algunos productos si contamos con el consenso del sector productivo mexicano; es decir, que no haya oposición de los productores mexicanos'', expuso.
Zabludovsky agregó que en unas semanas las partes tendrán los resultados de la evaluación y éstos se publicarán.
Noventa y cinco por ciento de la desgravación total prevista en el TLC terminará en el año 2000, según el texto pactado. Los gobiernos ya realizaron una primera aceleración de la desgravación de productos nacionales a mediados de 1996.
En entrevista, Jaime Zabludovsky aseguró que ni el conflicto en Chiapas, ni la inseguridad ni otros problemas obstaculizarán las negociaciones entre México y la Unión Europea para lograr un acuerdo comercial.
Sin embargo, dijo que la Unión Europea tiene una posición ``contradictoria'', pues por una parte busca firmar con México un acuerdo que promueva los flujos de comercio e inversión, y por otro toma posiciones proteccionistas en el Acuerdo Multilateral de Inversión (AMI), actitudes ``sospechosas'' que se valen de argumentos de ``supuesta'' protección laboral y ambiental.
Señaló que México ``ve con desconfianza'' que se pretenda incluir en negociaciones internacionales asuntos que competen individualmente a cada país, como los derechos laborales.
No es lógico --según Zabludovsky-- que los países ricos estén preocupados por el ambiente y los derechos laborales de las naciones en desarrollo.
Se trata más bien, dijo, de pretextos proteccionistas disfrazados, y el mejor ejemplo de ello ya lo vivió México con el embargo al atún. Con el argumento de evitar la captura del delfín se impidió la exportación de atún mexicano al mercado estadunidense, lo que casi provocó la extinción de esta industria.
Precisamente para evitar acciones proteccionistas, señaló, es necesario llevar a cabo las negociaciones del acuerdo comercial con la Unión Europea a fin de que los productos mexicanos accedan a ese mercado sin barreras, aunque reconoció que será un proceso difícil que ``puede durar un par de años''.
En conferencia de prensa efectuada en Tlatelolco, el subsecretario de Comercio y el subsecretario para América Latina y Asia-Pacífico, Carlos A. de Icaza, anunciaron que México y Chile firmarán un nuevo acuerdo de libre comercio que sustituirá y ampliará al protocolo que entró en vigor en enero de 1992.
Durante la visita de Estado del presidente Ernesto Zedillo a Santiago de Chile, programada del 15 al 17 de marzo, los negociadores de ambos países presentarán los textos definitivos. El mandatario mexicano y el Ejecutivo chileno, Eduardo Frei, signarán el documento. Posteriormente, éste se enviará a las correspondientes legislaturas.
Jaime Zabludovsky comentó que el acuerdo comercial de 1992 tuvo resultados importantes, pero estuvo limitado a la desgravación de aranceles.
El nuevo protocolo incluirá apartados en el área de liberalización de servicios, flujos de inversión y reglas para la protección intelectual.
Paralelamente a la visita presidencial, empresarios mexicanos y chilenos tendrán un encuentro para explorar posibles negocios y proyectos de coinversión, agregó.