La Jornada 11 de marzo de 1998

Protestan en la colonia Del Valle por la remoción de un agente de la SSP

Bertha Teresa Ramírez Ť Vecinos de 15 calles de la colonia del Valle salieron en defensa del policía de barrio Miguel Sánchez Alvarez, quien fue removido de esa zona hace una semana por la Secretaría de Seguridad Pública sin explicación alguna.

Los vecinos dirigieron un escrito a Cuauhtémoc Cárdenas, en el que solicitan al jefe del gobierno capitalino les sea devuelto el policía tercero, ``ya que realizó una enorme labor para combatir el robo de autopartes y automóviles''.

Agregaron que hasta antes de que él llegara a trabajar a esa zona, en sus calles se cometían un promedio de cinco robos de automóviles al día, además del hurto de accesorios.

En el documento que firman 150 personas, los inconformes --encabezados por la señora Ethel Rodríguez Aguilera, coordinadora vecinal de seguridad de la calle López Cotilla-- señalaron que como parte del programa Policía de Barrio, que impulsaron los propios vecinos ante la ola delictiva que se desató en la colonia Del Valle en 1994, el jefe del sector de ese entonces comisionó a Sánchez Alvarez para que conjuntamente con la comunidad aplicara el programa, comisión que realizó hasta el pasado 3 de marzo.

El policía cumplió con efectividad y honestidad su labor de vigilancia y prevención del delito, al grado de que el 1o. de julio pasado fue premiado con el diploma al mérito policial, ascenso, medalla y gratificación en efectivo; posteriormente, el 29 de enero de 1998 los vecinos le hicieron un reconocimiento al alto valor civil, distinción que le fue concedida de manera oficial ante el secretario de Seguridad Pública, Rodolfo Debernardi Debernardi y el delegado en Benito Juárez, Ricardo Pascoe Pierce, lo que acredita su valor, eficacia y esmero.

Los vecinos dijeron que la comunidad tuvo la necesidad de organizarse ante la incapacidad del gobierno para frenar la ola delictiva ``que azota a la comunidad en que vivimos''. Era necesario tomar acciones para proteger las viviendas, ya que sólo en la calle de López Cotilla, las 40 familias que ahí viven fueron asaltadas en sus viviendas o robados sus automóviles. Ante esto, consideraron la necesidad de ``hacerse amigos del policía para impulsarlo a mejorar la vigilancia que le tocaba realizar en esa zona''.

Sin embargo, el atraco que sufrió una familia a finales de 1994, a quien los delincuentes mantuvieron secuestrada en su casa durante cinco días --tiempo que ocuparon para empacar todo lo que allí había-- sin que alguien se percatara, provocó que la comunidad se organizara para tomar medidas de protección.

El valor que al paso del tiempo obtuvo el uniformado, motivado por la confianza de la comunidad, es incuestionable, dicen; además de que es muy conocido por la gente. Añadieron que debido a su integración con la comunidad puede detectar la presencia de personas extrañas en las calles donde realiza sus rondines, conoce perfectamente bien a los repartidores de leche, de gas y otros servicios, pero de manera ``inexplicable ha sido removido de su adscripción por el actual jefe del sector, Luis Núñez Ibañez, en unión con el secretario de Seguridad Pública, quien sin tomar en consideración el valor del policía lo han cambiado sin ninguna razón''.