La obra de Luis Barragán es un asunto de soberanía cultural: FAT
Adriana Malvido/ II Ť El término ``tensa calma'' que se aplica a los conflictos que se debaten entre la guerra y la paz, hoy se extiende a los terrenos culturales entre la Barragan Foundation, de Suiza, que compró los derechos de autor y el archivo profesional de Luis Barragán, y la Fundación de Arquitectura Tapatía (FAT) que, creada a voluntad del arquitecto mexicano, conserva con devoción la casa, la biblioteca y el archivo personal del artista fallecido hace 10 años.
Las cosas se ven de manera distinta en México y en Suiza. Mientras que para Juan Palomar Verea, presidente de la FAT, ``este es un asunto de soberanía cultural'', para Federica Zanco, la Barragan Foundation, que dirige, se reserva ``todos los derechos al nombre y la obra de Luis Barragán''.
Para dar idea clara de lo que la Fehlbaum Company adquirió recientemente por 3 millones de dólares para integrar la Barragan Foundation, hay que visualizar en la memoria: toda, íntegra, la exposición de Barragán realizada en el Museo Tamayo en 1985 y todos los derechos autorales de su obra. Hay que imaginar que estamos en el Palacio de Bellas Artes en 1989 y que todas las fotografías que Armando Salas Portugal realizó durante más de 40 años sobre la obra del arquitecto y que ahí se exhiben, así como sus derechos autorales, se esfuman repentinamente.
Contribuir a la sensibilidad estética
¿Quién compró a ``Luis Barragán''?, y ¿por qué?
Zanco lo cuenta en un documento enviado a este diario --dirigido a Angélica Abelleyra cuando la reportera de esta sección iniciaba el presente reportaje-- fechado en septiembre de 1997: ``Luis Barragán es bien conocido y apreciado en Europa, básicamente mediante publicaciones sobre sus trabajos más espectaculares. Algunas de las más prominentes personalidades europeas involucradas en el arte, el diseño y la arquitectura se han inspirado en su obra y su contribución a la sensibilidad estética moderna. Sin embargo, las preciosas imágenes que usualmente ilustran su trabajo, rara vez son acompañadas por un acercamiento historiográfico capaz de llenar la más profunda curiosidad de arquitectos, académicos y el público especializado''.
Zanco se presenta: ``Como arquitecta, y habiendo hecho una tesis doctoral en historia del arte, especializada particularmente en la conservación de archivos, en 1994 tuve la oportunidad de visitar sus obras (de Barragán) en México con la idea de enriquecer mi conocimiento sobre su arquitectura. A finales de ese año, después de discutir la posibilidad de realizar una exposición y una publicación de su trabajo con el director del Museo Vitra de Diseño, regresamos a México para localizar y posiblemente comenzar a estudiar su documentación original.
``Ahí, supimos que una galería de arquitectura en Nueva York tenía ese material a su cargo. Pensamos en la posibilidad eventual de un préstamo. La calidad y lo completo de los materiales es tal, que la hipótesis de que se dispersara entre varios coleccionistas nos parecía inapropiada. Entonces, gracias a la sensibilidad de un grupo de patronos cercanos al Museo Vitra, promovimos la adquisición de los archivos con el propósito de preservarlos unidos y la intención de difundir este legado cultural.''
Según Zanco, la misma intención los llevó a comprar las fotografías de Salas Portugal sobre la obra de Barragán.
Desde que los archivos llegaron a Suiza, informa Zanco, han sido sometidos a una revisión sobre sus condiciones físicas y a una rigurosa restauración por un laboratorio de reputación internacional. Agrega que la catalogación y reproducción de las obras ha comenzado bajo la supervisión de un comité científico internacional, integrado entre otros por: Kenneth Frampton (EU); Vittorio Magnago (Suiza); Marco de Michelis (Italia); Wim van Der Bergh (Holanda), y otros personajes e instituciones.
En junio de 1966, informa, el Museo Vitra y la GTA ETH Zurich, organizaron el simposio internacional Luis Barragán: una investigación que progresa, donde, según advierte, ``se subrayó la importancia de la figura y la obra de Barragán en el contexto internacional del Movimiento Moderno'' y ``se hizo evidente que el estudio de la arquitectura de Barragán debería integrarse necesariamente por un análisis científico de fuentes documentales que hasta hoy no están al alcance''.
Y es que esas fuentes documentales, aún inalcanzables, se conservan en Guadalajara junto con la biblioteca de Barragán, y también se encuentran en catalogación por manos expertas contratadas por la FAT.
Más adelante, Zanco advierte la necesidad de contar con ``el aparato biográfico y bibliográfico (...) herramientas esenciales'' de ese trabajo ``que ya hemos asumido''.
La Barragan Foundation, asegura su directora, es una institución independiente, no lucrativa, establecida bajo las leyes suizas y sujeto de supervisión por parte del gobierno federal suizo, cuyo propósito principal es la conservación, estudio, difusión y conocimiento de la obra de Barragán, además de estimular la investigación, establecer relaciones culturales e intercambios con instituciones internacionales, recaudar fondos para el mantenimiento de los archivos, así como preservarlos.
Muestra en el Museo Vitra de Diseño
Zanco concluye anunciando que la Barragan Foundation, en cooperación con la ETH suiza, prepara un catálogo razonado de Barragán y una gran exposición itinerante programada para el otoño de 1999 en el Museo Vitra de Diseño, que tendrá itinerancia por Europa y Estados Unidos.
A continuación hace una advertencia clave: no será hasta después de estos dos años que la fundación permita el acceso a la información y a los archivos. ``Sin embargo, tanto como podamos, responderemos a peticiones específicas, como ya lo hemos hecho'' con varias instituciones mexicanas.
La amabilidad en el tono de Zanco contrasta con las consecuencias de su determinación de no abrir los archivos hasta que se lleve a cabo la exposición que proyectan para 1999.
Hasta ahora, la máxima autoridad moral para consultar, reproducir o estudiar la obra del Premio Pritzker han sido la FAT, y la Casa-Museo Luis Barragán. Sin embargo, para la Barragan Foundation las cosas cambiaron al adquirir los derechos autorales y así lo han hecho saber a México.
En carta dirigida a Norma Soto, directora de la Casa-Museo Luis Barragán, en septiembre del año pasado, Zanco sentencia con claridad: ``Apreciamos su información y le deseamos éxito en sus iniciativas. Desde luego, estamos felices de tener la oportunidad de compartir con ustedes algunas de sus esperanzas y deseos con respecto a la preservación y difusión del legado cultural de Barragán. Sin embargo, a pesar de nuestros objetivos comunes (...) les confirmamos que nos reservamos todos nuestros derechos al nombre y a la obra de Luis Barragán''.
En otro documento, dirigido a la FAT, reiteran la ``estricta prohibición de reproducir cualquier dibujo o documento relacionado a la actividad profesional de Barragán sin previa autorización expresa y por escrito de la Barragan Foundation''.
Mientras se aclaran los derechos legales de cada una de las instituciones y se estudian mejores alternativas de relación o intercambio, múltiples proyectos han sido detenidos.
La Asociación de Arquitectura del Paisaje quería montar una exposición de Barragán en Argentina y nunca recibió respuesta de Vitra con la autorización. La BBC de Londres solicitó filmar la obra de Barragán para un documental sobre México, pero por la falta de claridad sobre cuestiones legales no pudo hacerlo. La FAT recibió el año pasado una invitación de Francia para realizar una exposición de Barragán en octubre de 1997, que tampoco fue posible. El Museo Watari de Japón envió a México a sus representanes en tres ocasiones; proponían una gran exposición en Tokio sobre la obra del arquitecto, que haría énfasis en la casa de Barragán, que no pudo concretarse por temor a una demanda.
La FAT, que ha apoyado todos los proyectos serios de investigación sobre la obra de Barragán, está en un impasse, y la amenaza de una demanda por parte de Vitra ha limitado también los proyectos académicos. Otro ejemplo: la investigadora Danielle Poli, de Estrasburgo, Francia, quien ha viajado a México en repetidas ocasiones para completar un profundo estudio sobre la obra del arquitecto, se topó con una ``prohibición'' cuando llamó a Vitra para pedir datos que requería, y como respuesta recibió una carta de advertencia, en la que se decía que por el momento no podía hacer publicación alguna ni reproducir tampoco material del archivo personal que se encuentra en Guadalajara. El proyecto de un gran libro se quedará en un pequeño ensayo.
Uno de los medios de difusión más importantes de la obra de Barragán son los libros, una decena de ellos han sido publicados en varios idiomas y han dado la vuelta al mundo. Uno de los más recientes, Luis Barragan, Mexico's modern master, 1902-1988 escrito por Antonio Riggen Martínez, fue publicado por la editorial Electa de Milán, en italiano, y luego reditado por Monacelli en inglés. Electa, considerada como una de las editoriales más importantes en Europa, publicó este libro en 1996. Ya fue demandada por Vitra.
Lo mismo sucedió con Luis Barragán: obra completa, editado en 1995, en Madrid, por el Colegio de Arquitectos de México con motivo de una exposición realizada en España. La edición, ilustrada con fotografías de Salas Portugal, fue demandada primero por la viuda del fotógrafo, debido a que el contrato que firmó establecía la edición de un catálogo y no de un libro que se tradujo a varios idiomas. Con los derechos y el archivo de Salas Portugal, Vitra adquirió también la demanda.
Una de las obras maestras de Luis Barragán es la capilla de las Capuchinas en Tlalpan. La edición Luis Barragán. Capilla en Tlalpan/México de Sirio Editores, con texto de Raúl Ferrera y fotografías de Salas Portugal, solía venderse a los visitantes en la misma capilla o en las librerías de esta ciudad. Eso ya no es posible debido a que junto con el archivo y los derechos autorales de Barragán, se fueron a Suiza el resto de los ejemplares que quedaban.
Ya tiene los derechos autorales y el archivo profesional de Barragán y de Salas Portugal. Hoy, la Barragan Foundation tiene los ojos puestos en el archivo personal del arquitecto y en los archivos de quienes trabajaron con él. ¿Cuál es la postura de la FAT?