La Jornada 10 de marzo de 1998

Migrantes mexicanos en EU envían 7 mil mdd anuales, afirma el Consejo de la Raza

Rosa Elvira Vargas Ť Anualmente, los mexicanos que radican en Estados Unidos envían hasta siete mil millones de dólares a sus familiares que radican aquí, reveló Raúl Izaguirre, dirigente del Consejo Nacional La Raza, conjunto de organismos hispánicos más grande de aquel país.

Dicho monto -muy cercano por cierto al total de inversión que por ocho mil millones de dólares anunciaron para este año las grandes empresas nacionales- es ``muy importante para la economía de México'' y de muchos municipios, dijo el dirigente social. Añadió que los efectos de la mano de obra mexicana son también palpables en Estados Unidos, cuyo crecimiento económico histórico y sin inflación, ``se debe, casi exclusivamente'' a la actuación del trabajador de habla hispana.

Es decir, debido a que ha podido absorber a este gran número de personas, es que Estados Unidos ha mantenido su tasa de inflación muy baja. Y es que, de acuerdo con datos de La Raza, el hispánico, especialmente el mexicanoestadunidense, tiene la participación laboral más alta; trabaja más, participa más en el sector laboral que ningún otro grupo; trabaja más horas y entra al sector laboral más joven y sale más anciano.

Luego de una reunión con el presidente Ernesto Zedillo en Los Pinos, Izaguirre habló en conferencia de prensa sobre la ola antiinmigrante que hoy se vive en Estados Unidos y que definió como ``una especie de racismo'', porque esa es la condición de quienes la impulsan a través de sus organizaciones.

Tal actitud, expresó, se centra sobre todo contra los mexicanos. Estos son 50 por ciento de los indocumentados en Estados Unidos, pero representan 95 por ciento de los arrestados, ``y eso lo vemos nosotros como un tipo de racismo que queremos evitar'', pues cada vez que hay un debate sobre migración, afecta los derechos civiles de todos los latinos.

En el caso del migrante indocumentado, estableció que La Raza trabaja principalmente en Arizona, donde se han incrementado las redadas contra los latinos, pues si bien el Servicio de Inmigración y Naturalización tiene la autoridad para llevar a cabo tales actos, ``están haciendo blanco contra el hispánico y no se están enfocando en ninguna otra población que tiene también a esos inmigrantes ilegales en el país''.

Expuso que el flujo de Migración entre Estados Unidos y México responde a una tradición, a fuerzas económicas globales y a factores que no son fáciles de revertir, por lo que una política del país vecino para tender una cerca que detenga ese tránsito, resultará ineficaz en última instancia.

Admitió que en ese fenómeno, el problema no es de ideología con el gobierno estadunidense, sino de implementación. Estados Unidos como cualquier otro país, indicó, tiene que proteger sus fronteras y puede decidir quién puede o no llegar, y para ello establece procedimientos rigurosos de entrada. ``Eso es adecuado'', aclaró, ``pero si acaso esa política se aplica de una manera racista, o que no proteja los derechos humanos de los mexicanos o de cualquier otro grupo, entonces tenemos problemas''.

Comentó también que en el caso del presidente Clinton, la postura de su administración ha sido buena, pues se ha pronunciado contra la ola antimigratoria, ``nos ha ayudado en varias otras cosas, a veces no en lo que esperábamos, a veces no con el mismo entusiasmo que quisiéramos, pero en total yo creo que ha sido un socio en esta batalla''.

Raúl Izaguirre estuvo acompañado por Clarisa Martínez de Castro. Ella expuso que este viaje a México representa una especie de exploración para desarrollar proyectos productivos y de infraestructura urbana en los que la comunidad latina pueda tener un papel relevante, sobre todo en términos de aportación económica. Estos, se aplicarían en las comunidades expulsoras de mano de obra, ``para prevenir que la gente tenga que irse; esto es, no detenerlos en la frontera y crear un `embotellamiento' allí, sino ayudar al desarrollo de sus localidades''.

Izaguirre dio el ejemplo de la comunidad de Zacatecas que radica en Los Angeles, California la cual ha creado ya un Fondo Estatal de Apoyo a los Zacatecanos Ausentes, y en él los gobiernos federal y estatal han aportado, respectivamente, un millón de pesos y los migrantes podrían participar hasta con 40 por ciento del monto de los proyectos los cuales serían de diversa índole.

Entonces, resumió el dirigente, se trata de ver la factibilidad de tener una programación en ambos lados, porque existe un número muy grande de personas de origen mexicano en Estados Unidos que envían recursos aquí y que tienen lazos familiares, ``y se nos ocurre que sería bueno comenzar a ser socios en el desarrollo de ambos países''.

Raúl Izaguirre se refirió también a la posibilidad de que los residentes en Estados Unidos puedan votar allá en los sufragios mexicanos del año 2000.

Hizo algunas consideraciones que tienen que ver con la doble nacionalidad y el doble sufragio y que podrían causar problemas políticos en aquel país, sobre todo si incluye a quienes ya han optado por la nacionalidad estadunidense. Sin embargo, cortó el tema al mencionar que se trata de un asunto que ``le pertenece a México, que es un país soberano y tiene el derecho de decidir quién vota y quién no''.