Iván Restrepo
Un mapa agrícola sin agua

Los campesinos de la otrora rica comarca lagunera, este año sólo podrán sembrar una hectárea, cuando en tiempos normales pueden hacerlo en dos y media. Según el alcalde de Matamoros, Jesús Contreras, los bajos niveles de almacenamiento de agua que hay en las presas de la región, colocan a miles de campesinos y sus familias en situación crítica pues no hay alternativas de trabajo en otras áreas. Si no se establece un programa especial de empleo, hasta el maíz y el frijol faltarán en los nueve municipios de Durango y Coahuila que conforman La Laguna, sostuvo Contreras. El ejemplo anterior se repite en otras partes del país (Sonora, Sinaloa, Tamaulipas), también beneficiadas con obras hidráulicas y demás insumos requeridos por la agricultura comercial.

Y si por falta de agua hay problemas en los distritos de riego, es fácil imaginar lo que sucede en el resto del mapa agrícola donde las cosechas dependen de las lluvias del ciclo primavera-verano. Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero, parte del estado de México, Hidalgo y Tlaxcala, así como algunas regiones de Michoacán y Nayarit, figuran destacadamente entre las que requieren de buen temporal para cultivar maíz, frijol, calabaza y otros productos que conforman la dieta básica nacional. Si estas y otras cosechas no son exitosas, los efectos negativos son enormes en la vida de millones de familias rurales, y también en la de los marginados de las ciudades.

Aunque el edil lagunero no lo dice, quienes más resentirán otro mal año agrícola serán los niños. Precisamente en las entidades arriba mencionadas la desnutrición es uno de los problemas más graves. Diversos estudios señalan cómo existe una clara relación entre ingestión dietética y nivel socioeconómico. Y una de las limitantes para obtener una dieta suficiente en calidad y cantidad radica en los bajos ingresos que reciben millones de habitantes del campo y la ciudad. En la parte más baja del termómetro que mide las peores condiciones de miseria, figura casi toda la población indígena del país, los habitantes de las zonas desérticas y los jornaleros agrícolas que van de un lado a otro dedicados a levantar las cosechas de caña de azúcar y legumbres, café y cítricos. Igualmente los que se refugian en las áreas marginadas de las ciudades y que se ocupan en lo que pueden, como en el área metropolitana de la ciudad de México, donde cerca de 4 millones de personas no cuentan con ingresos suficientes para adquirir los productos que integran su canasta básica de alimentos.

No hay que olvidar que la desnutrición hace a los niños más susceptibles a infecciones, a una mayor duración y severidad de las enfermedades que llegan a contraer; que inhibe su crecimiento y desarrollo y afecta su capacidad de aprendizaje. En los adultos, se expresa vía ciertos padecimientos clásicos, como la anemia, y en baja capacidad física y de trabajo. Así que, a la carencia de alimentos y calidad de vida aceptable, se agrega deficiente salud, educación y empleo productivo.

Con suficiente tiempo se supo que en México se podrían agravar los desajustes que se tienen en el agro debido a las variaciones climáticas. Precisamente 1997 figura como el año más cálido en lo que va del siglo. El aumento de la temperatura muestra una tendencia progresiva desde 1900 y los expertos la atribuyen en buena parte a las actividades del hombre vía la quema de carbón y petróleo. Un factor adicional es el fenómeno de El Niño. Uno de los efectos de esos cambios climáticos es la falta de agua.

Si viviéramos en un país donde la prioridad fuera reducir los niveles de pobreza y la creciente desigualdad existentes, el gobierno adecuaría sus programas económicos y sociales, y atendería realmente las nuevas circunstancias ambientales. No es así: el modelo neoliberal seguirá inalterable pues es el mejor para los banqueros, los grandes empresarios y para quienes desde el exterior intervienen y deciden la política macroeconómica. No hay duda entonces: para que el PRI conserve el poder, deben seguir perdiendo los pobres y el patrimonio natural de México.