La Jornada 8 de marzo de 1998

El desarrollo económico no es un fin, sino ``medio para lograr justicia social'': Zedillo

Alonso Urrutia Ť Al inaugurar el 13 Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores de México, el presidente Ernesto Zedillo sostuvo que el crecimiento económico ``no es un fin en sí mismo, no es el fin, simplemente es el medio para alcanzar la justicia social''. En su discurso, el mandatario afirmó que un ``movimiento obrero progresista alienta el progreso del país''.

Zedillo aseveró que crecimiento económico deberá expresarse en más empleos y mejores salarios. Ante la dirección cetemista, líderes sindicales de otros países y funcionarios de gobierno, Zedillo aseveró que ``nadie podrá romper la alianza histórica'' entre el Estado y el movimiento obrero.

En tanto, Juan Moisés Calleja, presidente del 13 Congreso cetemista, señaló que el movimiento obrero ha participado en la superación y ``enmienda de los desajustes, se han soportado salarios desequilibrados con los precios, lo que ya se torna imposible, así como revisiones contractuales restringidas, en ocasiones con reducción de personal''.

La CTM advierte ``nubarrones por la competencia que de fuera inician quienes ya están extremando la explotación de los trabajadores para bajar precios como solución a sus crisis económicas'', aseveró Calleja.

Al hablar en nombre de la CTM ante el presidente Zedillo, el líder obrero señaló que ``no queremos caer en soluciones asiáticas con devaluaciones catastróficas y salarios miserables''. Demandó por tanto frenar algunos casos de competencia desleal mediante el establecimiento de aranceles para impedir la importación ilegal de mercancías.

En su participación, el presidente Zedillo dijo que el gobierno y la CTM han logrado consolidar una ``alianza firme y dinámica''. Apuntó que el Congreso que inauguraba tenía un significado muy especial por las ``decisiones fundamentales'' para consolidar esta relación.

Tras destacar el papel del movimiento obrero para enfrentar la crisis de inicios de sexenio, Zedillo aseveró que el crecimiento económico alcanzado hasta ahora no es un fin en sí mismo, sino que habrá de traducirse en mejores salarios y empleos.

``Este crecimiento económico nos permitirá que el gobierno cumpla con sus funciones verdaderas: asegurar la salud y educación suficientes y de calidad para todos, llevar buenos servicios básicos a las familias y las comunidades, garantizar la justicia y la seguridad de las personas, combatir la pobreza en el campo y la ciudad''.

Finalmente ofreció continuar el fortalecimiento de las conquistas obreras, tanto el Infonavit para elevar la construcción de viviendas, como el IMSS para mejorar la atención al público.

A su vez, Calleja aseveró que México está superando las ``sacudidas financieras que al parecer se mostraban insalvables'', para abatir los niveles de desempleo e inflación.

Destacó que las modificaciones a la ley del IMSS se realizaron para evitar quebrantos y al mismo tiempo se contribuyó a fortalecer el ahorro interno para que el desarrollo económico no dependa de la volatilidad del capital externo.

El dirigente obrero dijo que se avanza, pero advirtió ``que de tiempo atrás se confronta una actividad desestabilizadora'' por las tentativas de reformas a la Ley Federal del Trabajo que pretenden eliminar o reducir derechos laborales y prestaciones. Esos propósitos generan intranquilidad''.

Juan Moisés Calleja destacó entre las reformas previstas aquellas que pretenden una flexibilidad y movilidad indiscriminadas en el empleo: relaciones de trabajo sin posibilidad de permanencia, separaciones sin reposición, salarios por horas, desempleo a discreción del patrón, contratos colectivos reducidos, limitar el derecho de huelga y sustituir las Juntas de Conciliación y Arbitraje por jueces unitarios.

Tras señalar que la CTM sí quiere reformas, siempre y cuando no se retroceda en las conquistas, apuntó que las tentativas actuales sólo pretenden trasladar la ``tutela equilibradora en favor del trabajador hacia quien no lo necesita por su poder económico''.

Calleja dijo que la reforma a la legislación laboral no puede modificarse por ``caprichos políticos e intereses de grupo''.