La Jornada 8 de marzo de 1998

Necesario, equilibrar principios y eficacia, expresa López Obrador

Georgina Saldierna Ť Al fijar su posición ante la polémica que registra el PRD por la postulación de ex priístas, y de cara a las próximas elecciones presidenciales, Cuauhtémoc Cárdenas dijo estar dispuesto a establecer alianzas para derrotar al régimen de partido de Estado, pero ``no podemos ir con un pragmatismo o un oportunismo en exceso''. Advirtió: ``si nosotros fuésemos a constituirnos en el vehículo para que al poder llegara el oportunismo y un pragmatismo sin límites, es preferible que el PRD no gane la elección del año 2000''.

A su vez, el presidente nacional perredista, Andrés Manuel López Obrador, expresó: ``En el PRD no hay oportunismo ni lo vamos a permitir nunca, porque oportunismo es prescindir de principios con el propósito de sacar provecho personal o de grupo, y eso no lo hay ni lo habrá en el partido'', subrayó.

Ambos pronunciamientos se dieron a conocer en uno de los salones del World Trade Center, donde el PRD efectuó el quinto y último Foro Regional de Análisis y Discusión, previo al cuarto Congreso Nacional que se efectuará en Oaxtepec.

Como tercer orador de la mañana, Cuauhtémoc Cárdenas, jefe de gobierno de la ciudad de México, habló de los logros que ha tenido el PRD durante su existencia. Se refirió a su crecimiento como fuerza electoral, a que se le identifica como una organización ``que lucha por el auténtico cambio democrático'' y a que pudo mantenerse como partido político ``leal a sus principios, pese a los intentos de aniquilamiento que hubo en su contra y que le costó la muerte de más de un centenar de militantes''.

Fue en este último punto donde centró su intervención. ``No podemos olvidar la cadena de muertos que cayeron por haberse entregado a la lucha por la democracia'', subrayó, y destacó: ``Quienes cayeron en estos años no lo hicieron para que algunos llegáramos a los cargos electorales... o a los cargos de dirección del partido, sino para avanzar en las transformaciones democráticas del país, en mayor justicia y en mayor equidad''.

Cuidar las alianzas

Luego del intenso debate que horas antes protagonizaron los integrantes de la dirigencia perredista para determinar si se aceptaba o no la postulación del ex priísta Ignacio Morales Lechuga como candidato al gobierno de Veracruz, Cárdenas pidió a los militantes de su partido ``cuidar las alianzas'', que deben constituirse con base en principios, programas y objetivos.

``Cuando eso esté claro, cuando se haya valorado qué le significa al partido ceder y conceder o que nos cedan y nos concedan, podremos pensar en las personas que tienen que ver necesariamente en un acuerdo político con esas alianzas'', señaló Cárdenas.

El jefe del gobierno capitalino consideró que los acuerdos con otras organizaciones y otras personas que no sean perredistas deben acrecentar los avances partidistas y, sobre todo, permitir conservar la autoridad moral que se ha ganado.

De esa manera, agregó, a las alianzas no se puede ir con un pragmatismo o con un oportunismo en exceso. Si los perredistas aspiran a una victoria electoral en el 2000 y quieren ser uno de los vehículos para poder efectivamente transformar democráticamente al país, deben garantizar que al poder lleguen las fuerzas efectivamente comprometidas con esa transformación democrática, sostuvo.

Fue entonces cuando Cárdenas soltó: ``Si nosotros fuésemos a constituirnos en el vehículo para que al poder llegue el oportunismo y un pragmatismo sin límites, es preferible que el PRD no gane la elección del 2000''.

Señaló que la marcha del PRD hacia las próximas elecciones presidenciales debe construirse con la confianza de la gente y la autoridad moral que se ha ganado.Con respecto a los señalamientos de Krauze, dijo que los militantes de su partido tienen claro que deben pugnar por un reparto equitativo de la riqueza, ``aunque es cierto que deben decir los cómo y trabajar con más detalle sus posiciones al respecto''.

Equilibrio entre principios y eficiencia

Al clausurar los trabajos del foro, el dirigente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que es necesario buscar el equilibrio entre principios y eficacia. ``Nosotros desde luego que vamos a ir a las alianzas, nada más que tenemos que saber con quién, y ése es el tema del congreso'', añadió.

Insistió en que no hay oportunismo en el PRD ni se va a permitir nunca, porque ello implica prescindir de principios, y ``eso no lo hay ni lo habrá en este partido'', aseguró. ``No vamos a hacer a un lado los principios en la búsqueda del poder político; lo podemos discutir mucho, pero es la obligación del PRD evitar que haya oportunismo'', reiteró.

Luego de ser interrumpido mediante una rechifla por quienes se oponen a la postulación de ex priístas, manifestó: ``El mejor método para ventilar estos asuntos es la democracia; que se discuta a fondo sin cortapisas y usando mucho la tolerancia, aunque no estemos de acuerdo''.

López Obrador aseguró que su partido va a vencer el reto de lograr un equilibrio entre principios y eficiencia. ``Yo creo que vamos a lograr los equilibrios, vamos a salir bien, vamos a caminar bien por la cuerda floja, porque también eso es la política, y vamos a llegar al 2000, vamos a ganar la Presidencia con estos equilibrios'', expuso.

Rechazó luego que su partido no tenga un programa económico alternativo y que se diga que el PRD es el otro PRI, porque este último se caracteriza por su verticalidad y por ser manejado desde Los Pinos, mientras el primero se maneja desde abajo.

Al participar como ponente especial, el filósofo Luis Villoro propuso al PRD que regule su vida interna con la aplicación de tres principios fundamentales: pluralidad, democracia y equidad. Reconoció que su propuesta puede chocar con algunas ideas, pero ello evitaría caer en disputas ideológicas que conducirían al fracaso.

Para que ese partido pueda ofrecer vías de liberación que todo oprimido por el poder pueda reconocer, sostuvo que debe primero liberarse a sí mismo de las ataduras del doctrinarismo ideológico y la intolerancia; la atadura de la obsesión por el poder para sí mismo. ``En resumen, queremos un partido que ofrezca una esperanza frente al desencanto''.

El PRD, acotó el filósofo, es un partido nuevo que ``nació en el momento de la crisis de ideologías y utopías; tiene por lo tanto una herencia y un destino''.

Por lo anterior, expuso que dicha agrupación política tiene que aprender a respetar las variadas creencias que expresan de distinta forma una negativa a pactar con la injusticia. ``Tiene que aprender lo que tanto ha costado a los doctrinarios y tanto mal ha causado su ausencia a la izquierda reciente: la tolerancia hacia todas las ideas y la colaboración en propósitos comunes con quienes no comparten del todo nuestras posiciones''.

Villoro subrayó que la tolerancia tiene un límite; el PRD no sería un partido si no logrará la unión en una acción común de los que, aun sustentando ideas divergentes, luchan en una práctica dirigida por objetivos comunes de transformación social. La unión tendría que expresarse entonces en ciertos principios generales de carácter ético y político que se tradujeran en cada caso concreto en programas de acción dirigidos a objetivos precisos.

También señaló que un partido de izquierda moderno no puede verse como representante de una sóla clase: ``Responde al interés de todos los grupos sociales que no detentan el poder y que, por eso mismo, tienen interés en defenderse de él o en cambiarlo. Por lo tanto no es vanguardia de ningún grupo, sino voz de todos los que sufren un poder impuesto''.

Cárdenas, precandidato natural a la Presidencia: Krauze

Ante militantes de la ciudad de México y la zona conurbada, Enrique Krauze dijo que el PRD tiene en Cuauhtémoc Cárdenas el ``precandidato natural'' a la Presidencia de la República, pero aclaró que los perredistas no deben engañarse: ``Las estructuras del partido, sobre todo las mentales y las programáticas, padecen de vastas limitaciones e inadecuaciones que, de no corregirse a tiempo, podrían convertir un eventual triunfo en el 2000 en una derrota histórica para ellos y para el país''.

En su crítica, el historiador les señaló que la izquierda no está a la altura de los tiempos. ``La nota más sobresaliente es su infinita capacidad de indignación ante los males de México y su no menos infinita incapacidad de discurrir métodos prácticos para combatirlos''.

De acuerdo con Krauze, la izquierda carece de sentido práctico. ``Lo práctico les suena a pragmático, a capitalista, lo capitalista a neoliberal, lo neoliberal a demoniaco. En cambio, la indignación les sugiere idealismo, desinterés, compromiso. Lo cierto es que indignarse en marchas, mítines, cartas a la redacción o congresos sirve para tener buena prensa y buena conciencia, pero es un método dudoso para cambiar la realidad. Por eso la izquierda necesita menos predicadores y más ingenieros cívicos''.