La Jornada 8 de marzo de 1998

Julio César Chávez y Miguel Angel González: empate y protestas

Carlos Hernández Ť La lluvia de cojinazos sobre el cuadrilátero de la Plaza México fue el resultado lógico de una decisión increíble: sólo a los jueces se les ocurrió dar empate a Julio César Chávez y a Miguel Angel González, luego que el viejo guerrero había realizado los méritos suficientes para ganar.

Así que los casi 40 mil aficionados que asistieron a la Plaza México (no se rompió el récord del Ratón Macías) reprobaron con silbidos, abucheos y baños de cerveza la decisión, con lo que continúa vacante el cetro mundial superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Fue otra noche negra para el boxeo, con esas decisiones absurdas que le restan credibilidad. El estadunidense Terry Smith dio 115-114 para Chávez, el inglés Larry O'Connell 116-114 para González y el estadunidense Chuck Hassett dio empate en 155, cuando la mayoría de los fanáticos ya festejaban el regreso al trono del mejor boxeador mexicano de todos los tiempos; el duelo terminó con gritos de ``¡rateros-rateros!'' Julio César Chávez se quedó con marca de 99 triunfos, 3 empates y una derrota. González 42 victorias, un empate y una derrota.

Y si ante Pernell Whitaker JC Chávez había sido favorecido por la alquimia de los jueces, ahora le tocó el otro lado de la moneda.

Chávez había dominado con potentes ganchos de izquierda y remates de derecha a la cabeza de Miguel Angel, que en forma dramática rebotaba como pera de gimnasio. Inclusive con jabs de izquierda lo había puesto en malas condiciones, pero la edad y su cuerpo disminuido le impidieron tirarlo.

En tanto, González sólo opuso valentía y la fortaleza de sus 27 años: nada aprendió de defensiva en sus entrenamientos secretos y nunca pudo quitarse la izquierda de JC, además de que sus golpes fueron apenas marcados, como cachetadas que no hicieron mayor mella en el sonorense.

Con el público a su favor, Chávez impuso condiciones desde el principio. Sus movimientos fueron lentos, a sus 35 años, pero sus impactos más sólidos y tuvo a su rival al borde del nocaut en los rounds cuarto, quinto, octavo, décimo y undécimo, pero no lo pudo rematar.

Miguel Angel terminó de pie gracias a su juventud y a su concentración de seis semanas. Contra lo que se esperaba, no pudo imponer su rapidez, ni su mayor alcance, ni la movilidad de sus 8 años menos. Se limitó a la pelea en corto, donde siempre fue dominado.

Observador de primera fila, De la Hoya dijo que el resultado fue injusto, porque Chávez había ganado ``por uno o dos puntos''. Y de la posible revancha a JC dijo que sí se la concederá, ``pero mejor yo le aconsejo que se retire''.

González, con el ojo izquierdo casi cerrado y moretones en el rostro, señaló que se impuso en los primeros y en los rounds finales y calificó de ``justo'' el empate. Se quejó de que el réferi Guadalupe García tuvo mucho respeto por JC, quien dijo le abrió sus cortadas con cabezazos y le permitió dar golpes bajos, además de que el público influyó. ``Estoy contento, nunca me sentí lastimado y no me pudo rematar. Con gusto peleamos otra vez''.

``Fue un robo total'', expresó JC con el ojo izquierdo casi cerrado, ya que se sonó la nariz al final de la pelea. ``Ustedes juzguen, nunca me lastimó y el público es el que decide. Claro que estoy dispuesto a darle la revancha, pero en Las Vegas''. Chávez afirmó que sólo peleó a 50 por ciento de su capacidad, que se sintió fuera de distancia, que se le inflamó la mano derecha y por eso no pudo rematar a su rival, además de que su codo izquierdo, recién operado, resultó con gran inflamación.

--¿Por qué te robaron?

--Así es el boxeo.


Pedro Aldana Aranda Ť Las protestas del público, los objetos lanzados al cuadrilátero y los gritos de ¡rateros! fueron la respuesta del público al controvertido fallo de los jueces que vieron empatado el combate entre Julio César Chávez y Miguel Angel González.

Oficialmente no hubo ganador, aunque todos vimos a Chávez dominar el encuentro a partir del segundo episodio. Es más, uno ya sólo esperaba el momento de ver caer al Mago.

JC no llevaba prisa. Sabía que tenía dominado a su rival. González no demostró nada. Sus armas secretas se quedaron guardadas. Nadie las vio a lo largo de los doce episodios. Quizás su mayor virtud fue resistir los izquierdazos del viejo Chávez que de vez en vez lo sacudierron a lo largo de la pelea.

Fue extraño que el ex triple monarca no usara su mano derecha más que para defenderse e inmovilizar al Mago. Casi no la lanzó contra su oponente.

Chávez no fue contundente, el tiempo ya no lo dejó ser el noqueador de antes, pero parecía que no había ninguna duda de su superioridad. Por eso sorprendió tanto la decisión de los oficiales. Uno vio ganar a JC, otro al Mago y el tercero decretó un empate.Verdaderamente increíble.

Un empate que sin duda fue una victoria para el Mago.

Un empate que deja a Chávez nuevamente sin el título mundial.

Decisión que posterga la revancha contra Oscar de la Hoya.

Un resultado que no deja satisfecho a nadie, excepto al Mago, que cantará este resultado como una hazaña, pero si analiza la pelea se dará cuenta que le regalaron el resultado.

Apenas hace una semanas José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, dijo que había que seguir luchando para limpiar la imagen del boxeo. Pero decisiones como éstas dejan manchas indelebles.

Ya se habla de un nuevo encuentro entre los dos mexicanos, ahora en Las Vegas, y que dejará enormes ganancias a Don King, a la televisión y al CMB.

El boxeo nunca tendrá seriedad mientras los intereses comerciales predominen sobre el deporte.

Chávez fue despojado del triunfo. No hay duda. Pero tampoco hay duda de que Julio está en su última etapa y que lo mejor para él sería que ya se retirara.

Otro empate

Para el Finito su empate fue como una bendición. Un cabezazo accidental en el séptimo episodio le provocó un profundo corte en el párpado derecho. La pelea siguió unos segundos más, pero ya no lo dejaron salir en el octavo asalto. Y después de un conteo excesivamente lento, el resultado fue un empate. El nicaragüense Rosendo Alvarez estaba decepcionado. De nada le sirvió haber enviado a la lona a López en el segundo round.

¿Qué tal si hacen la revancha en la misma cartelera que la de JC-Mago?