La Jornada 7 de marzo de 1998

De la Barreda: intervenir llamadas, acto ``terrible'' contra la vida privada

Claudia Herrera Beltrán Ť El ombudsman capitalino, Luis de la Barreda, consideró ayer al espionaje como un crimen que debe castigarse porque se trata de una práctica ``deleznable'' que violenta el derecho a la vida privada.

Al participar en el cierre del Primer congreso nacional de investigación en violencia social, que se llevó a cabo en la UNAM, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del DF dijo que quien coloca micrófonos, intercepta la correspondencia sin orden de un juez o escucha una llamada telefónica sin el consentimiento del propietario de la línea esta cometiendo un acto ``terrible''.

Cuestionado acerca del espionaje, De la Barreda respondió que es reprobable cuando traspasa la frontera que hay entre la vida privada y la vida pública de los individuos; ``quien rompe esa cortina que permite proteger la integridad es un criminal y debe ser castigado'', añadió.

Explicó que es admisible tener derecho a que un agente policiaco acuda a un mitin público a dar cuenta de lo sucedido ahí porque se trata de un evento abierto, pero es reprobable que se invada la vida privada sin una orden judicial.

A pregunta expresa de qué opinaba del nuevo gobierno de la ciudad en relación al combate a la impunidad, dijo que ``no hay milagros en la vida social, sería prácticamene imposible que en tan pocos meses la presente administracion de la capital del país hubiera logrado revertir los altos índices de delincuencia''. Dijo que uno de los obstáculos para lograr la seguridad en la ciudad de México es la impunidad, que en la sociedad es sumamente alta, ya que de los delitos que llegan a denunciarse, sólo en 4 por ciento de los casos el presunto responsable es puesto a disposición de un juez.

En referencia a lo que llamó rumor de que en las comisiones de derechos humanos se defienden delincuentes y obstaculizan la labor de la policía, dijo que socialmente sería ``demencial'' la creación de una institución que tuviera ese objetivo.

Sobre las acusaciones en contra de los ombudsman, dijo que estamos ante un fenómeno donde hay una coartada, con la cual se pretende cubrir la ineficiencia de otras instancias; por ejemplo, mencionó que el Ministerio Público nunca ha logrado obtener más del 10 por ciento de eficacia en el combate a la impunidad.

Luego de señalar que la policía mexicana se distingue por impreparada, corrupta y autora de abusos cotidianos, destacó la urgente necesidad de instituir una carrera policia seria, donde uno de los requisitos para ingresar sea el de tener como mínimo estudios de bachillerato.

Explicó que en los países como el nuestro el descenso del producto interno bruto (PIB) va a compañado por un aumento de la criminalidad, ya que la delincuencia organizada utiliza a personas desempleadas y de escasos recursos para incrementar el número y la eficacia de sus bandas delictivas.

El defensor propuso que se asignen mayores recursos a la seguridad pública, la profesionalización de los cuerpos policiacos y del Ministerio Público y una remuneración digna para estos sectores como los factores indispensables para tener una ciudad segura.