Pluralidad, plataforma al futuro: Zedillo
Rosa Elvira Vargas, enviada, Campeche, Camp., 5 de marzo Ť Aquí, donde el gobierno estatal que entró hace seis meses no ha logrado zanjar los enconos de la fase electoral y donde las divergencias políticas se mantienen en la polarización, el presidente Ernesto Zedillo instó a ver a la pluralidad no sólo como una etapa plena de la democracia, sino también como una plataforma ``de acuerdos y unidad para construir el futuro''.
La divisa presidencial a su arribo a Campeche en la sexta visita de su gestión --y primera con el gobernador José Antonio González Curi-- fue la de iniciar una nueva etapa de crecimiento económico, generación de empleos y dotación de recursos suficientes para dar educación y salud a la población, en la que ``derrotemos la pobreza y la miseria''.
Una nueva etapa, insistió, donde impere el estado de derecho y los ciudadanos puedan sentirse seguros en su persona y en su patrimonio, y donde sea posible que ``la fuerza y el orgullo'' de cada municipio, región y cada estado sean, sumados, la base del desarrollo nacional.
Premeditación, coincidencia o derivación del conflicto poselectoral campechano, lo cierto es que hoy la militancia del PRI se mostró aquí más abierta que en ninguna otra entidad y desde hace muchos meses. Reaparecieron mantas cenecistas, ruidosos y beligerantes grupos de colonos cenopistas y dirigentes municipales del tricolor que viajaron hasta la capital para traer el saludo de sus bases.
De entre estos últimos, un hombre entrado en años, de impecable guayabera y antigua militancia, saludó emocionado a Zedillo con un ``¡Bienvenido señor y, después de ayer, compañero Presidente!''
Con un calor que apenas preludia cómo estará el verano, Campeche --la capital fortificada-- recibió al Presidente para el cumplimiento de actos previamente pactados y uno que otro sin el menor viso de improvisación, pero que no figuraban en agenda.
Zedillo llegó a inaugurar una guardería del ISSSTE en la que, sobre todo los niños más pequeños, de plano ni se enteraron de la presencia del ilustre visitante porque a esa hora --diez de la mañana-- dormían la siesta sobre unos frescos colchones tendidos al piso.
Posteriormente, rumbo al teatro Francisco de Paula Toro, el mandatario tuvo su primer encuentro con los ``espontáneos'' que lo esperaban en el local de la CNC. Fue ahí donde empezó a escuchar los primeros gritos de ``¡fuera Layda!'', que más tarde, en otra larga valla ``improvisada'' sobre la avenida San Martín, se tornarían en francas ofensas para la senadora y ex candidata del PRD a la gubernatura. Estas provenían de ardorosas mujeres que lo mismo lanzaban porras y besaban efusivas al Presidente que insultaban a su adversaria política.
--Señor Presidente, a nombre de todo el pueblo queremos pedirle por favor que se acabe ya con La Chacala de Campeche; que nos deje vivir en paz --gritó Aurea Elena García, una madura señora que rompió la formación y se plantó frente a Zedillo, quien por respuesta, sólo la saludó.
En el lento recorrido a través de la multitud, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, no dejaba de festejar la algarabía y enjundia de los campechanos y sobre todo de las mujeres. Al inicio de la gira, el funcionario --uno de los tres miembros del gabinete que no tienen militancia priísta-- fue interrogado, sin embargo, por su ausencia en el aniversario del tricolor. De buen humor y entre veras y bromas, comentó: ``Es que hasta ayer decidieron quitar los candados y los tapados''.
Y José Antonio González Fernández, director del ISSSTE y siempre político, definió lo ocurrido el miércoles en su partido como un ``parteaguas en la vida política del país''.
Pero aunque acotadas con varias estrategias, las fuerzas de apoyo a Layda se dejaron ver tanto en Campeche como en Ciudad del Carmen, sobre todo a través de mantas en las que se pide al presidente Zedillo solucionar el conflicto electoral de la entidad.
A su vez, José Antonio González Curi, Tony, ahora sí que no sólo para los amigos sino para todos los que este día fueron llevados a participar en los ``espontáneos'' saludos, no perdía detalle de las peticiones que le hacían al Presidente. Y cuando habló en la ceremonia de firma del Convenio de Desarrollo Social, fue claro que aún no logra la tranquilidad política que sin duda desea para gobernar.
``Desde mi campaña para la gubernatura --dijo en larguísima alocución-- he convocado a la unidad política. Ahora en el gobierno, ante la nueva pluralidad del estado, he sido profundamente tolerante. No guardo rencores ni animadversiones personales en contra de nadie. Es mi convicción que en la tolerancia los campechanos tenemos la oportunidad de una gran reconciliación histórica''.
Luego ratificó su oferta al diálogo con todos los grupos, aseguró tener vocación y voluntad para ``un ejercicio ético de la política'' y reiteró su llamado ``a la reflexión y al entendimiento'' porque la entidad, apuntó, debe llegar al próximo siglo sin los rezagos sociales y económicos que padece y ``sin las prácticas políticas equivocadas que detuvieron su avance''.
En ese mismo acto destacó el testimonio de Obdulia Can Chan, madre de cinco hijos --``como escalerita''-- y beneficiaria del Progresa, quien a partir de su propia experiencia de analfabetismo y miseria confió en que con los apoyos educativos que otorga el gobierno, las niñas que hoy se quedan en su casa ``a buscar novio y a echar ojitos por ahí, se olviden de eso, porque tienen que estudiar''.
El presidente Ernesto Zedillo llegó al mediodía al municipio de Carmen, donde en la comunidad Candelaria encabezó una reunión sobre la Alianza para el Campo, a cuyos programas ofreció un incremento de 50 por ciento en las aportaciones federales en 1998 para que la inversión sea de 100 millones de pesos y 95 millones adicionales por la vía del Procampo. Asimismo, destacó que para este año se espera colocar una ``bandera blanca'' en Campeche para simbolizar que existe cobertura de cien por ciento en materia de salud. Aquí mismo, además, inauguró un hospital general.
Los de Candelaria pidieron al Presidente interceder en su añejo sueño de ser un municipio aparte. El les respondió que no puede intervenir en un asunto interno del estado. Se supo más tarde que por razones de aportación económica a Carmen, provenientes en su mayoría de los candelarienses, no se puede cumplir esa demanda.
Zedillo fue también a Ciudad del Carmen, donde visitó las obras educativas a cargo del Capfce en la preparatoria de la universidad. Ahí bromeó con los estudiantes y los comprometió a cumplir su parte y que el gobierno haga la suya en materia de apoyos e infraestructura.
Por último, antes de viajar a Acapulco --donde esta noche cenó con los asistentes a la Convención Nacional Bancaria-- Zedillo comió con miembros de la sociedad campechana. En este último acto, se encontraron viejos compañeros de la 55 Legislatura federal: Fernando Lerdo de Tejada, Manuel Jiménez Guzmán, el gobernador González Curi y el alcalde de Ciudad del Carmen, Luis Alberto Fuentes Mena.
Entre otras cosas, comentaban si ellos podrían haber disuadido a Layda Sansores de irse a la oposición.