Los mexicanos tenemos mal oído. Tal vez por eso el Presidente al volver a desdecirse de la ``sana distancia con el PRI'', nos insistió: ``Oiganme bien''.
Parece que en todo el debate del presupuesto de la nación, tampoco oímos bien. Los mexicanos creímos oír que la posición dura del Ejecutivo en contra de las iniciativas para reducir el IVA, era para que llegara más dinero a los municipios. Los panistas razonaron su acuerdo con el Ejecutivo, con este argumento.
Se insistió en que habría un aumento en el gasto social, y una guerra a la pobreza. Pero, una vez más, oímos mal; se puso de manifiesto nuestra cortedad de entendederas para saber oír lo que en verdad se nos quiere decir.
Si hubiéramos oído bien, hubiéramos entendido que se nos dijo ``guerra a los pobres''. Así la distribución del presupuesto a los municipios se hizo de tal forma que queda patente la política de exclusión en este país. Un ejemplo: en Veracruz los fondos para desarrollo municipal bajaron de 888 millones en 97, a 832 millones para 98. Esto sin contar la inflación.
La distribución del presupuesto entre los municipios es abiertamente excluyente. Nos permitimos presentar la siguiente tabla, tomando los municipios que están en los extremos en la clasificación de marginalidad, según el estudio de Conapo (ver cuadro).
Por una parte se disminuye el presupuesto global de fondos de desarrollo municipal para todo el estado de Veracruz.
Pero es mucho más grave el criterio con que se distribuye el presupuesto entre los municipios. Los números que se presentan en la tabla son elocuentes por sí mismos. A los municipios más pobres del estado se les disminuye su presupuesto a la mitad de lo que tuvieron el año pasado; en cambio a los municipios más desarrollados, y en los que la calidad de vida, según el estudio de Conapo, es más alta, se les aumenta entre 25 por ciento y 100 por ciento; llegando a casos extremos como San Andrés Tuxtla en que se le aumenta en 400 por ciento (desde 5 hasta 20 millones de pesos).
La política gubernamental manifiesta claramente su tendencia excluyente. Los pobres no tienen cabida en este mundo globalizado y rico al que México pertenece. Afean nuestra patria. Desaparezcan.
La verdadera palabra del gobierno federal no está en sus discursos, muchas veces contradictorios; y menos en los anuncios en los medios, como los que acompañaron la campaña para la aprobación del presupuesto que el Ejecutivo quería. La verdadera palabra del gobierno federal se expresa en la real política de exclusión que implanta inmisericordemente.
Tal vez por eso moleste tanto a las autoridades federales la presencia de extranjeros en tierras indígenas. Es obvio que después de cuatro años de conflicto abierto en Chiapas, el gobierno sabe que el EZLN no está formado por extranjeros. La molestia es que en el mundo bonito de los capitales financieros, de las cenas en Suiza, Bélgica, en donde se puede hablar de que la crisis es cosa del pasado, los pobres, los indios, afean la imagen del México de la OCDE.
La fidelidad del presidente Zedillo con el PRI --subrayado por el ``óiganme bien''-- deja de manifiesto que el apoyo que espera seguir recibiendo del partido oficial es para traicionar la causa de los excluidos de su sociedad.
Comparativo del fondo de desarrollo municipal
(ramos 0026 y 0033) en miles de pesos
municipio marginalidad 1997 1998
Tehuipango 1 5,072 5,730
Mixtla de Altamirano 2 4,876 2,783
Texcatepec 3 4,492 2,582
Llamatlán 4 4,470 3,517
Astacinga 5 4,282 1,513
Veracruz 205 9,128 20,000
Xalapa 204 8,507 16,692
Poza Rica 202 6,509 9,132
Boca del Río 201 6,509 9,132
Coatzacoalcos 199 7,307 16, 41