Letra S, 5 de marzo de 1998
Desabasto en el IMSS
El 20 de febrero se llevó a cabo una reunión de ``amigable composición'' en las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) entre el Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH/sida (FrenpaVIH) y representantes del IMSS, según informó Georgina Gutiérrez, integrante del comité coordinador del FrenpaVIH, quien interpuso 467 quejas por desabasto de medicamentos antirretrovirales ante ese organismo. Según señala la quejosa, la CNDH aceptó las quejas documentadas e investigó la situación en los hospitales, encontrando efectivamente desabasto, por lo que las quejas proceden y pueden ser objeto de una recomendación por parte del Ombudsman nacional. 437 quejas corresponden al Hospital General de Zona ``Gabriel Mancera'' y 30 al Hospital General de Zona No.25. En la reunión mencionada, el representante del IMSS admitió la existencia del desabasto, señalando que obedece a un mal cálculo de fin de año y al ineficaz abasto de los laboratorios privados. Para resolver esta situación, el funcionario de la seguridad social se comprometió a atender los casos presentados y a adoptar las medidas administrativas necesarias para regularizar el abasto. En este tipo de casos, la CNDH funciona como intermediadora para solucionar los problemas invitando a una ``amigable composición'' a las partes, antes de proceder a una recomendación. (Asesoría para quejas: Georgina Gutiérrez, FrenpaVIH. Tel.: 515-7913 / Fax: 272-3807.)
Reclusorios
El 23 de febrero se logró un acuerdo de trabajo con la Dirección General de Reclusorios y Centros de Readaptación Social del D.F., encabezada por el licenciado Carlos Tornero, el FrenpaVIH y la Fundación Mexicana para la Lucha Contra el Sida, A.C., en cooperación con Salud y Justicia, A.C., el Conasida y la CNDH. Dicho convenio implica el desarrollo de un modelo de atención en el Penal de Santa Martha Acatitla, inicialmente para la población que vive con VIH y posteriormente para el total de la población de reclusos. El trabajo específico consiste en la instrumentación de un taller de capacitación integral con información básica sobre sida, aspectos de cuidados para la salud y apoyo emocional, entre otros. (Proyecto de Asistencia en Reclusorios Fundación Mexicana para la Lucha contra el Sida, A.C. Tel.: 515-7913)
Algo huele podrido en las entrañas de la Cruz Roja. Algo muy mal debe estarse fermentando en el cofre de los valores morales que sustentan la alta imagen de humanismo de esa institución. En lugar de ejemplar ética, un macabro espantajo reparte estupideces y justifica el crimen. Qué sucede allí donde nunca debió existir la duda ¿es cruz roja o cruz gamada?
A pesar de los aullidos de exterminio entonados por el presidente de la Cruz Roja Mexicana contra los que padecemos sida, ciertamente aún tengo la certeza de que si el hado me avienta a las llantas de algún pesero, vendrá en mi auxilio por lo menos alguna de sus ambulancias.
Con todo y el riesgo de que la funesta sangre de un ``pobrecito señor X'' como yo pudiera malograr al prójimo, aún así salgo a las calles y me meto donde quiero y puedo.
Mis enemigos odiarán lo que escupe mi pluma o escribe mi lengua, pero nunca me han deseado mal de muerte más allá de esta peste que me amenaza desde dentro. ¿Por qué usted sí llegó a ese extremo, señor presidente de la Cruz Roja?
Podría excusar al Papa cuando me pincha con el santo báculo, porque bueno... él reivindica almas, no vísceras; pero lo que ha dicho usted no se deja así nomás. Entienda señor, que muy por encima de sus personales fobias y furias, su función estriba en socorrer a los que --aún debiéndola y temiéndola-- caen víctimas de accidentes o catástrofes. El sida es una de las más terribles que han acontecido a la humanidad. Si en su intimidad y en el resguardo familiar no requiere del condón para proteger sus flancos vulnerables, para millones --en medio de este desastre-- es de vital urgencia utilizarlo, es la diferencia entre la vida y la muerte. ¿Se atrevería usted a prohibir los cascos en medio de una lluvia de plomo?
Nomás por no dejar quiero que entre todos reflexionemos sobre otra cuestión que me quema la lengua: ¿Qué les sucederá a los guantes de látex que por miles se utilizan a diario en su Institución? Porque usted no quiere bajarle: si tan seguro está de que el látex de los condones no detiene al minienemigo, por favor, sea al menos consecuente: deshágase de los guantes y acabe por meter en la cámara de exterminio a cada uno de sus voluntarios.
La locura de los fundamentalistas no tiene límites. Al menos que alguien los juzgue y los detenga a tiempo.