Letra S, 5 de marzo de 1998
Dos noticias alentadoras se anunciaron en febrero que beneficiarán a quienes viven con sida y no cuentan con recursos para adquirir los medicamentos de elevado costo: el inicio de operaciones del fondo que financiará los tratamientos, Fonsida A.C., y la organización de un foro internacional sobre sida en la Cámara de Diputados para aprobar propuestas legislativas relacionadas con ese propósito.
Dos procesos que aunque tienen el mismo fin son diferentes. El primero, impulsado por la Secretaría de Salud, recurrirá al apoyo privado para recabar sus fondos y dejará en manos de una asociación civil la responsabilidad de su manejo. Se dará prioridad, anunciaron, a niños y mujeres embarazadas. El segundo, articulado por la Comisión de Salud de la Cámara baja, busca garantizar la atención integral para todos los afectados.
Ambos proyectos no debieran ser excluyentes, sin embargo, al parecer, los criterios aplicados parecen serlo. Colocar a niños y mujeres gestantes en las prioridades de atención, como lo hace el Fonsida, divide a los pacientes en dos categorías diferenciadas: los que merecen atención inmediata y los que deben esperar indefinidamente. División que recuerda las desafortunadas e irresponsables declaraciones del presidente de la Cruz Roja Mexicana, José Barroso Chávez que colocó a miles de enfermos de sida en una categoría secundaria.
Los criterios para beneficiar a los pacientes deben ser exclusivamente clínicos, fuera de toda sospecha de discriminación, de lo contrario, el objetivo central, bien señalado por la Comisión de Salud, de cubrir las necesidades de tratamiento para todos quedaría sólo en la declaratoria de buenos propósitos.
Para elaborar propuestas legislativas que aseguren el acceso a los medicamentos de todas las personas que viven con sida, la Cámara de Diputados, a través de la Comisión de Salud, realizará el foro internacional ``El VIH/sida: reto social y desafío legislativo'' los días 25, 26 y 27 de marzo. En entrevista para Letra S, el diputado Santiago Padilla Arriaga, presidente de esa Comisión, dijo estar preocupado porque en México 50 por ciento de las personas con sida están desprotegidas y no tienen acceso a los medicamentos que prolongan su vida. ``Sabemos --comentó-- que muy posiblemente con 46 millones de dólares se puede dar tratamiento integral a esas personas. Si países de América Latina, como Brasil y Argentina, han logrado hacerlo, no veo por qué aquí no pueda hacerse''.
El presidente de la Comisión de Salud, quien llegó a proponer que cada uno de los miembros de la Cámara de Diputados se hiciera de manera voluntaria la prueba de detección de anticuerpos al VIH, porque ``solamente así se les puede sensibilizar'', puso como ejemplo a Argentina y Brasil, países cuyos Congresos aprobaron una partida especial para la compra de los excesivamente caros medicamentos contra el sida.
¿Qué ha hecho falta en México para que se tome una decisión similar a la de esos países?
Primero reconocer que el sida es el problema más complejo que tenemos. No hacer cuentas alegres de que el problema está cediendo. Mientras no se reconozca al sida como un problema prioritario que se tiene que acometer con una buena partida presupuestaria, con una buena legislación, con un buen marco jurídico, no vamos a hacer nada. Es decir, hace falta voluntad y sensibilidad políticas. Son 46 millones de dólares lo que se requiere para una atención integral.
¿Hay posibilidades de cubrir ese gasto?
Hay formas de hacerlo, como también formas de abatir costos. Algunos países latinoamericanos realizan las compras todos juntos y así abaratan los costos de los medicamentos. Pienso que toda Latinoamérica debería unirse, integrarse, unificarse, para hacer las compras de AZT y demás medicamentos.
Con un sistema de salud único, ¿se combatiría con mayor eficacia a la epidemia?
Estamos soñando, pero sería lo ideal. Tener un sistema único en el que convergieran el IMSS, el ISSSTE, Pemex, la Marina, la Defensa y la Ssa para dar un servicio unificado. Esa es una de las propuestas que hay, pero no lo veo posible a corto plazo.
A nosotros lo que nos preocupa mucho es que se vaya a privatizar la salud y que vayamos a tener seguros de vida, seguros de servicios médicos y que sólo la gente que pueda pagarlos sea la que se atienda.
¿Se tiene pensada alguna iniciativa de reforma para fortalecer el derecho a la salud?
Uno de los puntos más importantes es modificar el artículo 4 constitucional. Porque ahí es de donde se vale el ejecutivo para hacer argucias retóricas, escaramuzas discursivas, para decir que todo mexicano deberá tener protección del Estado a la salud, pero en ningún momento mencionan la palabra obligatoriedad. Nosotros queremos establecer esa obligatoriedad a la protección a la salud.