La Jornada 5 de marzo de 1998

Comtinúan combates entre el ejército y la guerrilla colombianos en selvas de Caguán; 50 soldados muertos, 35 heridos y 40 prisioneros

Reuters, Ap, Dpa y Afp, Santafé de Bogotá, 4 de marzo Ť Cruentos combates entre la guerrilla y el ejército colombiano se desarrollan desde el domingo en las selvas del Caguán, donde se estima que han muerto hasta el momento más de 50 soldados, 35 estarían heridos y unos 40 habrían sido atrapados por los rebeldes.

A pocos días de las elecciones legislativas del próximo domingo, tanto en el gobierno como en las fuerzas armadas reinaba la incertidumbre, pues desde hace 24 horas quedaron cortadas las comunicaciones de las tropas que luchan en el Caguán, departamento de Caquetá, donde 120 soldados fueron sorprendidos por unos 400 insurgentes.

Aunque fuentes castrenses no han desmentido las cifras anteriores dadas a conocer por emisoras de radio, el comandante de las fuerzas militares, general Manuel José Bonett, se declaró ante los periodistas ``muy preocupado'' y confesó que ``espera lo peor'' en los choques con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los principales combates han tenido lugar en las inmediaciones de Cartagena del Chairá y Remolinos del Caguán, que al parecer siguen constituyendo los bastiones de la guerrilla y que el ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, calificó como ``el corazón de la selva y epicentro de las actividades de los narcotraficantes y sus aliados de las FARC''.

Aunque algunos informes señalaron que los rebeldes se estarían replegando a las montañas, el general Bonett dijo que los combates continuaban y que los apoyos militares aéreos y terrestres no habían podido llegar al escenario de los combates, debido a lo selvático de la región y las fuertes lluvias que azotan.

Ante esta situación, en las últimas horas se efectuó en Bogotá un consejo de seguridad, convocado por el presidente Ernesto Samper para analizar los hechos.

Al terminar, el ministro Echeverri afirmó que las fuerzas armadas de su país harán cumplir las órdenes precisas del presidente Ernesto Samper de garantizar el normal desarrollo de las elecciones.

Medios de inteligencia militar habrían interceptado una comunicación rebelde, que daba cuenta de 50 bajas en las filas del ejército y que las FARC tenían prácticamente a punto de la rendición a los demás soldados.

Pero en horas de la noche el gobierno admitió ``numerosas bajas'' y emisoras de radio sumaban 70 caídos entre los militares.

Altos mandos militares sostienen que las FARC quieren recuperar el dominio del Caguán, en los límites de Caquetá y Putumayo, que estaría infestada de cultivos de coca y cuyo control les permite su financiamiento como grupo rebelde.

No obstante, ha sido de esa región de donde los subversivos han lanzado sus ataques más fuertes contra el ejército.

En tanto que el general Fabio Zapata, comandante de la fuerza aérea colombiana, dijo que estaban transportando personal de un sitio a otro y evacuando heridos, se indicó que las FARC han lanzado también ataques en San Andrés, causando siete bajas, en Teorama destruyeron material electoral y en Málaga afectaron una oficina electoral.

Por lo demás, la guerrilla mantiene en su poder a más de 10 alcaldes y exige la renuncia de otros 21, e incluso este día un alcalde de Quetame anunció su renuncia ante esas presiones, mientras que la fiscalía dijo que al menos 71 aspirantes al Congreso son investigados por delitos de enriquecimiento ilícito, fraudes, estafas y actos violentos.

Al tiempo que se reportaba la muerte de una persona en un atentado dinamitero contra la casa del alcalde de Puerto Asís, Néstor Hernández, quien denunció matanzas de los paramilitares, la canciller María Emma Mejía dijo que era indispensable la solidaridad internacional y del pueblo colombiano en rechazo a las acciones violentas contra el ejército.

Por su parte, un informe de la oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseguró que todos los actores del conflicto armado en este país violan en forma ``grave, masiva y sistemática'' el derecho internacional humanitario.

El documento, que será presentado ante la oficina de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, se refiere a las matanzas de los grupos paramilitares, y señala que actúan conjuntamente con la fuerza pública o su aquiescencia, y que las guerrillas también cometen el asesinato de civiles y militares fuera de combates, y que todo ello provoca el surgimiento de desplazados de las zonas de combate.