La Jornada 5 de marzo de 1998

Ampliar el capital amortiguará choques externos, dice el grupo

Laura Gómez Flores Ť A pesar de que la inestabilidad financiera internacional inhibirá el crecimiento potencial de la banca mexicana durante este año, no constituirá un riesgo para su proceso de reordenamiento, señala un análisis del Grupo Financiero Bancomer.

Asegura que la ampliación del capital de estas instituciones permitirá amortiguar choques externos, mientras la mayor eficiencia en operación y diversificación de sus fuentes de ingreso fortalecerán su posición financiera.

Destaca, sin embargo, que la calidad de sus activos arrastra un lastre considerable desde 1995. Los porcentajes de su cartera vencida son ``anormalmente elevados: 13 por ciento de la cartera total; 18 si se ajusta con la cartera cedida al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa)''.

En el análisis La banca mexicana ante el entorno externo, indica que la crisis asiática plantea riesgos considerables a los sistemas financiero y bancario internacional, pues el desplome de sus monedas introduce más volatilidad cambiaria e incertidumbre en el mercado de dinero.

Advierte que la fragilidad de los bancos de esos países --exacerbada por el desplome en el precio de los activos-- puede contagiar a otros sistemas bancarios, especialmente el japonés, e inducir una desaceleración de la economía mundial.

La banca puede enfrentar riesgos

En México, los efectos de esa crisis podrían provocar una mayor volatilidad en sus tasas de fondeo y una menor expansión económica, que será amortiguada con una modificación de la mezcla de captación de la banca.

La capitalización de las instituciones bancarias mexicanas, no obstante, se ha fortalecido de manera considerable durante los últimos dos años y mantiene ahora un nivel suficiente para hacer frente a un eventual choque externo.

El Grupo Financiero Bancomer detalla que esa capitalización --relación de capital a activos en riesgo-- se incrementa continuamente desde 1995; el año pasado se alcanzó una cifra superior a 17 por ciento, por lo que ``la base de capital de la banca parece adecuada, incluso al imponer criterios más estrictos de riesgo permisible''.

Argumenta que un índice de capitalización ajustado, que castiga la cartera vencida neta de provisiones en exceso al equivalente de 20 por ciento del capital, muestra también una tendencia creciente, alcanzando 12.4 por ciento durante el segundo semestre de 1997.

Capitalización, rentabilidad y utilidad

A la fecha, menciona, la disminución en el cociente del costo de operación a activos de la banca permite fortalecer su rentabilidad, mientras el desempeño favorable en el margen de utilidad le ha permitido una adecuada cobertura de su cartera vencida.

El crecimiento en los instrumentos tradicionales de captación han elevado también su liquidez, reduciendo su vulnerabilidad ante fluctuaciones en las tasas de interés, y prueba de ello es el comportamiento reciente de los depósitos a la vista que se elevaron de 26 a más de 30 por ciento de la cartera vigente a lo largo de 1997.

Considera que la recomposición del fondeo bancario refleja tanto la confianza de los depositantes en la solidez de las instituciones como los esfuerzos de éstas de ofrecer nuevos productos de captación y de llegar a mercados antes no explotados.