La Jornada 4 de marzo de 1998

Infraestructura, capacitación y reparto de la riqueza, bases del desarrollo de Singapur

Roberto González Amador, enviado /II, Singapur, 3 de marzo Ť Al extremo sur de la isla, cerca de 800 barcos de gran calado esperan el momento de entrar a realizar maniobras de carga y descarga en el puerto de Singapur, que se ha convertido en el principal del mundo por el número de contenedores que maneja cada año. Hacia otro extremo del país, que no produce petróleo, se alza una moderna refinería, la tercera más importante del mundo, en la cual se procesan un millón de barriles diarios de hidrocarburos.

Singapur es un país con escasos recursos naturales; su extensión es de 647.5 kilómetros cuadrados --menos de la mitad del Distrito Federal-- e importa casi todos los alimentos que consume la población, incluida el agua potable. Pero a cambio de esas limitaciones ha aprovechado su posición estratégica en el extremo sur de Asia para construir una sólida economía que reparte los beneficios entre todos los estratos sociales y que ahora tiene un plan definido para estimular el crecimiento en los próximos 30 años.

``Venimos de un proceso largo pero siempre planeado'', explica Kao Jong-Ee, una de las directivas del Economic Development Board (EDB), el organismo gubernamental encargado de la planeación económica.

Las fuerzas económicas del país no han dejado espacio a la improvisación. Cuando explica la ruta que ha seguido Singapur, Anne Koh, también directiva del EDB, señala que esta nación trabajó en los años sesenta para crear empleos. La década siguiente la dedicó a invertir capital en una industrialización intensiva y para los años ochenta el énfasis se puso en crear industrias tecnológicas y fomentar el conocimiento. Para los años noventa Singapur se fijó como meta insertar su economía en los mercados globales y extender su comercio por la región.

La autoridad explica que Singapur se ha desarrollado como un exitoso centro de negocios que compite como uno de los mejores del mundo. Esto se ha logrado gradualmente y es resultado de una cuidadosa planeación, agrega.

El proceso ha seguido una ruta definida. A la creación de empleos industriales en los años sesenta siguió en los setenta la calificación de la mano de obra y la calidad de los productos. Actualmente, las empresas locales --principalmente manufactureras de equipo y componentes de alta tecnología-- han logrado diversificar sus operaciones y orientar su actividad a la exportación.

En 1997 el comercio exterior de Singapur sumó 234 mil millones de dólares estadunidenses. El comercio con otras naciones aumentó 50 veces entre 1960 y 1997, mientras que las importaciones y las exportaciones crecieron 48 y 53 veces, respectivamente, durante el mismo periodo.

La Cámara Internacional de Comercio de Singapur explica que los servicios y las manufacturas son los motores del crecimiento económico de la isla.

En el ramo de las manufacturas, más de 5 mil compañías extranjeras han establecido filiales en la isla para elaborar productos y proveer servicios técnicos y corporativos. Esta estrategia, promovida por el gobierno a partir de una generosa oferta de estímulos fiscales, busca colocar a Singapur como el mayor centro de manufacturas en proyectos de alta tecnología y alto valor agregado, donde el grado de educación y calificación de la mano de obra, así como la eficiente y moderna tecnología hagan viables los proyectos.

En el otro sentido, el incremento del número de bancos con oficinas en Singapur ha convertido a este país en uno de los principales centros financieros de Asia.

Según datos del gobierno, a finales de 1997 se habían establecido aquí 152 bancos comerciales, 80 mercantiles y 65 oficinas de representación.

Pero además de los centros manufactureros, que envían su producción a todas las regiones del mundo, y de los servicios financieros, la autoridad ha promovido el desarrollo de la actividad portuaria como un importante generador de ingresos.

El puerto de Singapur tiene capacidad para movilizar mil contenedores en solamente diez horas. Desde este complejo se envía y recibe carga de 600 puertos de todo el mundo.

Junto al complejo portuario se construyó el tercer centro de refinación más importante del mundo, con una capacidad de procesamiento de un millón de barriles diarios, el cual se renta a las compañías trasnacionales que utilizan este punto para distribuir combustible por toda Asia, la segunda región con mayor consumo de energéticos en el mundo después de América del Norte.

Con la creación de una sólida planta industrial, un moderno centro financiero y un puerto que mueve grandes volúmenes de carga, Singapur ha logrado superar su carencia de recursos.

Este pequeño país, que utiliza su posición estratégica como punto para el comercio mundial de mercancías, no produce prácticamente nada y obtiene sus ingresos de la actividad industrial, los servicios financieros y el comercio.

Cada año Singapur importa 1.3 millones de cabezas de ganado, 42 millones de pollos congelados, siete millones de patos y 662 millones de huevos de gallinas para el consumo local. Además, compra en el exterior 113 mil toneladas de carne, 423 mil toneladas de vegetales y 531 mil toneladas de fruta. La demanda anual de pescado es de 96 mil 500 toneladas, de las cuales nueve mil 700 se obtienen en el mercado local y el resto, 86 mil 800 toneladas, se importan.