La Jornada miércoles 4 de marzo de 1998

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Sergio Sarmiento, vicepresidente de noticias de Televisión Azteca y autor de la columna Jaque Mate que se publica en el diario Reforma, dio a conocer a periodistas una reveladora convicción respecto al desarrollo del conflicto chiapaneco: ``Hubiera sido menos doloroso para Chiapas acabar con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el mismo mes de enero de 1994, pero a Carlos Salinas le tembló la mano para hacerlo''.

Las palabras de Sarmiento fueron pronunciadas la mañana del 24 de febrero recién pasado, en el Sanborns San Angel, frente a periodistas de la Fraternidad de Reporteros de México que semanalmente se reúnen con algún personaje para ahondar en temas de interés periodístico y publicar lo allí dicho.

El párrafo arriba entrecomillado fue difundido por Miguel Badillo en El Universal del pasado lunes 2, y fue parte de la entrevista de casi tres horas a la que se había invitado también al senador Carlos Payán, aunque éste se abstuvo de participar por diversos motivos. Una frase no publicada de Sarmiento, relacionada con su señalamiento de que a Carlos Salinas le tembló la mano para exterminar a los zapatistas, es que al periodista de Televisión Azteca y de Reforma ``también'' le hubiera ocurrido el mismo estremecimiento manual en caso de enfrentarse a tal opción histórica.

Las palabras de Sarmiento (emparentadas con las que él a su vez atribuyó sin fuente explícita a Carlos Payán, quien según versión publicada en Reforma habría pedido a Carlos Salinas el exterminio militar de los zapatistas en los primeros días de 1994) forman parte de una estructura muy definida de pensamiento.

Por ejemplo, ayer martes 3, en su Jaque Mate, bajo el título ``¿Plan de paz?'', Sarmiento analiza la propuesta presentada el domingo por el secretario Francisco Labastida Ochoa y los obstáculos que enfrentará para tener éxito. Ante ello, escribió: ``El gobierno de la República no parece tener otras puertas abiertas para resolver el conflicto. La opción militar pudo haber funcionado en enero de 1994 o incluso en febrero de 1995, pero hoy resulta políticamente imposible''.

Antes, en el número de Proceso correspondiente al 15 de febrero, entrevistado por Miguel de la Vega, Sarmiento también había emitido una declaración peculiar: ``...Para mí, si una comunidad cualquiera quiere tener autonomía, mientras mayoritariamente y por voto libre y secreto se den autonomía e independencia, me da igual. La posición del gobierno es distinta: que no se debe romper la República. Yo no soy nacionalista, a mí me da igual si se rompe o no se rompe la República''.

Libelos oficiales de Gobernación

El sábado 28 de febrero, la Secretaría de Gobernación (SG) convocó a una rueda de prensa en la que, aparte de dar foro a los subsecretarios Fernando Solís Cámara y Guillermo Jiménez Morales, difundió un documento que tituló ``Actividades realizadas y declaraciones del nacional francés Michel Henri Jean Chanteau Desilliers, expulsado del país el día 26 de febrero por realizar tanto actividades políticas como no autorizadas''.

La SG organizó en nueve puntos los alegatos en contra de quien había sido párroco de San Pedro Chenalhó. Los primeros seis se plantearon tajantemente como declaraciones y confesiones, pero los puntos séptimo y octavo se apoyaron en la imprecisión. Así, se mencionó que ``se tienen informes'' de que los catequistas coordinados por Chanteau promovían invasiones de tierras, y ``se tiene información'' de que ese sacerdote habría participado en un foro convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y en el ``adoctrinamiento ideológico de las bases zapatistas''.

El noveno y último punto, sin embargo, revela todavía con más claridad el tono con el que desde un ámbito oficial de máxima responsabilidad se inducen formas dolosas de agravio a quienes son considerados adversarios: ``Sobre su vida personal existen múltiples versiones de que procreó varios hijos con mujeres indígenas de la zona, por lo que una buena parte de la población lo repudia, e incluso algunos pobladores de Chenalhó solicitaron al Vaticano su intervención para destituirlo como párroco, ya que se le responsabiliza, además, de generar violencia en la comunidad, y de enseñar una religión ajena a las costumbres de sus pobladores''.

Redactado casi como filtración para columnistas amigos, el señalamiento es, sin embargo, una postura oficial de la Secretaría de Gobernación, que así muestra un talante poco serio y responsable. A falta de mayor información sobre el tema, y suponiendo sin conceder que las acusaciones contra el cura francés fuesen ciertas, no implicarían en sí un delito perseguible ni materia de injerencia gubernamental, como tampoco corresponde a una autoridad federal acusar mediante versiones sin comprobación adjunta. Es justamente una instancia como Gobernación, concentradora de las funciones supremas del control de la política interna del país, entre otras las de la investigación política, la que debe dar certidumbre a los mexicanos, y no impresiones o rumores como si de columnista chayotero se tratase.

La acusación no demostrada, por lo demás, fue adjudicada en El Financiero, en nota de Rodolfo Montes, al subsecretario Solís Cámara, que se encarga de los temas de Población y Política Migratoria. A la salida de la reunión, asegura el reportero Montes, preguntó al subsecretario Solís Cámara si aceptaría que le fuese atribuido como declarado lo escrito en el documento que previamente les habían entregado, a lo que el funcionario habría respondido positivamente, por considerar que todo lo allí asentado había sido investigado a plenitud. En la oficina de Solís Cámara, sin embargo, uno de sus asesores aseguró a Astillero que el subsecretario jamás había puesto en sus labios el párrafo incriminatorio, y estimó, además, que habría sido un error imperdonable difundir asuntos privados (que inclusive serían irrelevantes para efectos migratorios, dijo) en un tema como el de Chanteau.

La divulgación gubernamental del tema de la vida privada del ex párroco de Chenalhó, y la enigmática acusación de que enseñaba ``una religión ajena a las costumbres de sus pobladores'' (¿qué enseñaría: budismo o islamismo?) son, sin embargo, datos menores frente a la terrible violación de las leyes y los derechos humanos cometida en su contra, pero muestran, con claridad absoluta, una tendencia a la mentira y a la difamación, usadas en el proceso contra el padre Chanteau como, por ejemplo, la versión ya desmentida de que se le habría permitido hablar por teléfono durante su detención, los enredos entre autoridades que no aceptaban tener como detenido al cura, aunque ciertamente estaba bajo su custodia, y la increíble presentación como declarante ante la prensa de una persona distinta (¿la técnica Aburto?).

Astillas: Miguel Angel Sánchez de Armas ha reparado en un vergonzoso error de este redactor, quien asentó ayer en este espacio, respecto a los mapaches, que estos son ``animales de antifaz natural en los ojos''. Ciertamente, el antifaz sólo puede ir cubriendo el rostro y, en especial, la parte de los ojos. Reconocido sin atenuantes el error, y agradecido del amable señalamiento, sólo queda pasar a otro tema, y adelantar que Sánchez de Armas, conductor de una de las ediciones del noticiero radiofónico Enfoque, montará próximamente una obra teatral breve (un sketch) en el Stanistablas o en El Hábito... Severino Salazar, líder del grupo que violentó una reunión perredista en Mérida la semana pasada, ha anunciado que creará un PRD yucateco, paralelo a la estructura oficial de ese partido. Además, advirtió que ``lo que sufrió Andrés Manuel López Obrador es poco en comparación con lo que vamos a hacer a los directivos del comité nacional que vengan a apoyar a Eduardo Sobrino (el directivo estatal del PRD) y su cueva de Alí Babá''.

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