La Jornada 2 de marzo de 1998

Cumplían requisitos pero temí un zafarrancho, dijo la presidenta del congreso de la sección 36

Salvador Guerrero Chiprés Ť En la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) --bastión de Elba Esther Gordillo y centro regional de su discurso ``pluralista''-- los gritos, las amenazas y los amagos de violencia de maestros institucionales impidieron el registro de la Planilla Cambio Democrático.

Integrantes de la denominada Planilla Incluyente y del comité ejecutivo saliente, ejerció toda la presión para evitar que, por vez primera, hubiera una planilla distinta a la ``de los institucionales'', aseguró Pedro Ramírez Vázquez, candidato a secretario general de la seccional que aportará 105 delegados al congreso nacional del próximo 10 de marzo.

No sólo eso. Pasaron por encima de los estatutos, en los que se estipula que si no existen condiciones para una elección, se suspenden o invalidan los trabajos.

No hubo voto secreto. Se sufragó enfrente y a plena vista de la mesa en la que estaba el secretario general saliente, Aquiles Cortés López; se avasalló desde el pleno la disposición al registro de la otra planilla, mostrada por el presidente del congreso seccional, Sergio Silva Vargas, y se anuló la disposición exhibida por Alberto Carrillo, secretario de organización y derechos laborales y delegado del CEN del SNTE.

Eran las 6:05 del viernes 27. Concluía el tercer día de trabajos del congreso en el Centro Campestre Teotihuacán San Martín de las Pirámides. Para llegar hubo que pasar por dos retenes con piedras y decenas de maestros ``institucionales'' que supervisaron acreditaciones de los 646 delegados asistentes que representan a los 52 mil 321 trabajadores de la educación del valle de México.

Mauro Pineda leyó la propuesta de la planilla que rompió la tradición del grupo único. Citó a sus 86 miembros, propietarios y suplentes. Las manos de los ``institucionales'' comenzaron a levantarse para mocionarlo. Otras voces pedían que lo dejaran terminar.

El presidente del congreso, Sergio Silva, puso la mano sobre el expediente presentado por las fuerzas ``del movimiento democrático'', entre ellas algunas cercanas a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y a Fracciones Democráticas.

--Cumplen con todos los requisitos, y por lo tanto debe proceder el registro.

Lo mismo señaló el secretario de organización, Alberto Carrillo.

No acababan de hacer la afirmación cuando Carlos Castelán Cruz, secretario de la comisión de gestoría de pagos, así como Santiago Miranda, secretario técnico A de la dirigencia que iba a ser sustituida, comenzaron a gritarles --relata Pedro Ramírez-- frases poco magisteriales como ``ineptos, maniobreros'' o ``dejen el micrófono, estúpidos''. Casi a coro los siguieron los candidatos de la planilla Incluyente y los maestros cercanos al comité saliente.

``No tienes facultades, idiota'', se oyó.

Inhibido, Carrillo, hombre de Elba Esther Gordillo que no pudo visitar a la maestra llevándole una victoria a Chiapas, pasó el micrófono a Silva. Este aclaró que tanto Carrillo como la contralora general del CEN del SNTE, San Juanita Cerda, tenían facultades para avalar una planilla.

--Estoy en la misma posición. La planilla número dos, Cambio Democrático, sí cumple con los requisitos, y procede su registro.

La insistencia de Silva causó la reacción del comité seccional. Uno de sus voceros afirmó: ``pues yo dictamino que es improcedente'', sin aportar ningún argumento. Fue premiado con el aplauso de los ``institucionales''.

Silva advirtió que eso no podía ser tomado más que como una recomendación a la presidencia del congreso y que la mesa a su cargo tenía facultades para decidir. ``Para la mesa sí procede el registro'', reiteró.

El micrófono inalámbrico que se disputaba el pleno comenzó a ser estrictamente controlado por los ``institucionales''. Le gritaron a Silva ``desleal''.

``Es una marranada lo que estás haciendo'', le lanzó José Rentería, secretario de actas y acuerdos saliente, y candidato en la nueva planilla ``incluyente'', relatan Ramírez y Fredi Ocampo, candidato de la otra planilla a la secretaría de organización. Silva pidió pasar a votación. El pleno consideró agotada la discusión. Cuando dijo que se votarían las dos planillas la gritería se hizo incontenible de parte de la centena de recalcitrantes ``institucionales''.

``No, no, no. Ni madres. Sólo se vota una planilla'', le advirtieron. Ya varios maestros de la planilla Incluyente tomaron sus sillas plegables color naranja por el respaldo y se dirigían con ellas hacia la mesa.

Silva ``se puso pálido'', recuerda Ocampo. Cedió: ``la presidencia de esta mesa determina retirar el registro... determina no registrar a la planilla dos, Cambio Democrático''.

Tomó votación y se negó a dar la palabra a la planilla opositora que quería señalar, recuerda Ocampo, que a la Incluyente le faltaba el requisito de todas las candidaturas, falló una. El hueco era antiestatutario.

Silva expresó dos horas después que ``hubiera sido muy bonito que contendieran, pero yo temí que se desatara un zafarrancho y temí por la seguridad de las compañeras maestras''.

Hasta el nuevo secretario general electo, Víctor Manuel González García, a las 23 horas de este sábado, enfrente de la sede de tres seccionales, en la calle Belisario Domínguez, asumió, según relató Ocampo, ``la verdad sí fue una pendejada no registrar a su planilla''.